La gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal se hizo carne hace unos meses del proyecto impulsado por el GEN de Margarita Stolbizer para dividir a La Matanza en cuatro. Con una fuerte militancia para ejecutarlo durante el mes de septiembre, sobre todo por parte del vicepresidente de la Cámara de diputados Manuel Mosca, quien lanzó encuestas a través de redes sociales, mensajes de texto vía whatsapp, llamadas telefónicas grabadas y timbreos, la división del municipio más poblado de la provincia de Buenos Aires parecía ya una decisión tomada por parte de la mandataria. Sin embargo, algo la habría hecho cambiar de opinión.

En el hipotético escenario de que las cosas no salgan como se espera a nivel nacional, Vidal necesita de los intendentes del Conurbano para garantizar su gobernabilidad y sostener la Provincia, para de esta manera poder proyectarse políticamente. De hecho, han sido varios los peronistas que han manifestado off the record que está muy cerca de concretarse un encuentro entre la Gobernadora y la intendenta Verónica Magario para "hacer las pases". 

Tal como ha señalado este medio con anterioridad, en el último mes, la mandataria provincial se ha decidido definitivamente por "peronizar" su gestión. Quiere tener a la mayor cantidad de aliados del peronismo dentro de su esquema de poder y para eso necesita justamente no tenerlos de enemigos. No caben dudas que dividir un bastión del peronismo como es La Matanza sería practicamente declararle la guerra a los peronistas que se unirían ante la posibilidad de que se concrete esa medida. 

Eso lo saben bien Vidal y su círculo intimo. Es por eso que los planes se modificaron. Si bien en un principio creyeron que dividir La Matanza era la clave para debilitar al peronismo, comenzaron a analizar que sería algo muy riesgoso de encarar, más en tiempos donde la imagen del Presidente viene en caída libre y el rechazo por parte de la sociedad a las decisiones políticas adoptadas en estos primeros diez meses se viene acrecentando. 

La Gobernadora quiere a la mayor cantidad de dirigentes peronistas arriba de su tren porque sabe que "sin el peronismo no se puede" y lo que menos busca en estos tiempos es tenerlos de enemigos. 

Con una realidad que muestra a Magario no sólo como intendenta de La Matanza sino también como  presidenta de la Federación Argentina de Municipios (FAM), Vidal sabe que enfrentarse a esta dirigente -que sumaría aliados- sería un gran desgaste para su gestión.