El crecimiento crítico de contagios de coronavirus durante las últimas dos semanas obligó al Gobierno, que mira de reojo el nivel de ocupación de camas de terapia intensiva, a restringir la circulación en el área metropolitana. La pesadilla que comparten Alberto Fernández, Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta es que el sistema de salud colapse en los próximos días. Pese a los esfuerzos que se hicieron desde el inicio de la cuarentena en dotarlo de infraestructura y recursos, el sistema todavía es frágil y puede verse desbordado, y la razón, que quedó expuesta en los anuncios de ayer, es el arrastre de una desinversión crónica año tras año, gestión tras gestión, como si la salud pública hubiera sido la última de las prioridades. La municipalidad de La Plata, durante el primer período de Garro como intendente, no escapa de esa realidad. Esta semana, sin ir más lejos, la intendencia mostró los números de la ejecución presupuestaria del año pasado en su rendición de cuentas ante el Concejo Deliberante local y la oposición no tardó en señalar que hubo un recorte del 36 por ciento para salud durante el año pasado.

De acuerdo al informe de gestión que presentó Garro ante los concejales, la Secretaría de Salud sufrió una quita de 236 millones, un 36 por ciento del total presupuestado. La oposición denuncia que esas partidas fueron reasignadas a otras áreas, como gestión de gobierno y espacio público. En la rendición de cuentas, Garro ponderó una supuesta inversión en los Centros de Atención Primaria que tiene La Plata, pero tal como contó Diagonales, los médicos que trabajan en ellos denunciaron malos sueldos, falta de insumos y una pésima gestión de la pandemia debido a la desinversión y el desinterés del intendente.

El gremio CICOP denunció, en una nota publicada en este medio la semana pasada, que el municipio no les bajó recursos al inicio de la pandemia a los distintos Centros de Atención Primaria. El abandono de Garro se materializó en la falta de insumos como barbijos y camisolines, la falta de medicamentos, demoras en los testeos y la ausencia de un protocolo de acción concreto para los contactos de estrechos y las derivaciones de pacientes. “Mandamos una planilla cada 15 días, de algunos medicamentos nos mandan la mitad de lo que pedimos, y de otros directamente nada”, le dijeron a Diagonales.

El bloque de concejales del Frente de Todos presentó esta semana un pedido de informes al intendente en el que se le pide que dé cuenta del estado de los Centros de Atención Intermedia que había anunciado al inicio de la pandemia y que según reveló este medio se encuentran inutilizables. Fue otra de las inversiones que Garro dejó a medio a hacer.

“Hemos podido observar que del presupuesto municipal 2019/2020 se subejecutaron 236 millones en la Secretaría de Salud, y en el contexto actual es grave por dos motivos. En primer lugar, porque son fondos de asignación específica que deben usarse para mejorar cada área de la salud de las vecinas y vecinos platenses; y en segundo lugar, porque se están tomando medidas extremas para que la atención sanitaria no colapse y con todo el dinero que no se usó tendríamos muchísimas mejores condiciones para la atención de los vecinos, tanto los afectados por el Covid19 como aquellos que sufren cualquier otro tipo de afección. No sabemos aún el destino de estos 236 millones ni tampoco el estado actual de los Centros de Atención Inmediata que el Intendente anunció para pacientes afectados por Covid19, por eso se realizó un pedido de informe al Ejecutivo para que todos y todas las platenses sepamos con qué herramientas contamos para combatir este virus que tanto daño hace”, le dijo a Diagonales el concejal del Frente de Todos Ariel Archanco.

La oposición señala, además, que los recortes no se circunscribieron únicamente a la salud: también los hubo en asistencia social, otra de las dependencias de la municipalidad que resultan claves por los estragos económicos que produce la cuarentena. Allí también encontraron una ejecución de apenas un 60 por ciento durante 2019. El municipio reasignó, desde la Secretaría de Desarrollo Social hacia otras carteras, unos 153 millones de pesos.

Ya el año pasado, la oposición había denunciado un recorte de 98 millones en el programa de servicios de Atención de Unidades Sanitarias, destinado a las salas de atención primaria.