Que un deporte sea extremo no significa que esté lejos del alcance para practicarlo, y es el  caso del kitesurf que este verano se puede aprender en la sede náutica del Club Universitario de la ciudad de La Plata, bajo la coordinación de la triple campeona argentina e instructora homologada Agustina Cerruti, que para hablar del kite, su vida y las expectativas de esta escuela, fue entrevistada por Diagonales de cara al rio.

Empecé a navegar con el windsurf que fue el deporte que me transformó la vida, porque estudiaba comunicación y a la vez hacía windsurf y viendo el contraste entre la ciudad y estas prácticas, dejé el trabajo, el estudio y me fui a vivir a Hawái un tiempo. A la vuelta de este viaje, cuando llegué a un nivel que no había pensado, volví al Rio de la Plata y no había viento , empieza relatando Agustina.

El curso para hacer el deporte es obligatorio, la Asociación Argentina de Kite (AAK ), regula el deporte y prepara instructores para introducir a la gente en la disciplina, los códigos y el respeto. Y si bien, cuenta Agustina, el deporte no es difícil y los equipos son muy seguros, tiene como riesgo no saber qué hacer en determinados momentos y es en lo que se hace hincapié en el curso que dura seis clases.

La condición climática empezó a cambiar en aquel entonces y para el kite necesitas menos viento y justo un día un amigo me dice, por qué no probas de hacer kite; y con estos deportes antes que decir que no, lo pienso mil veces porque prefiero testear y ver cómo me siento. Ahora el Club Universitario me llamó para que de clases y es un proyecto que ya tenía hace varios años atrás dice Agustina Cerruti sobre su nuevo desafío.

En la escuela de la "U" ya hay nenes de entre 9 y 13 años que empezaron a practicar kite y hasta otros de 5 que vuelan en equipos acorde a ellos, además de los mayores que vienen de otros deportes náuticos, pero que no es condición necesaria, como tampoco un óptimo estado físico, ya que las prácticas son reguladas para cada alumno y de una manera progresiva conllevando una práctica segura.

La ventaja del kite por sobre otros deportes náuticos, primero está en lo transportable que es el equipo, esto es una mochila chiquitita que pesa 4 o 5kg , una tabla y un arnés, necesitas menos viento que otros deportes , tenes mucho contacto con el agua, no es lo mismo andar en velero que andar en kite. Esta es una práctica en la que cada día es distinto, el viento es distinto, el cielo está distinto, y hay días que no te los olvidas nunca más en tu vida .

El deporte está creciendo y a nivel institucional está muy bien organizado porque la Asociación viene trabajando hace más de diez años, capacitando a guardavidas para saber qué hacer en situaciones, con la emisión de carnets habilitantes y la promoción para la inserción del kite en las olimpiadas de los juveniles que ya se están haciendo los pre clasificatorios para los próximos juegos.

Ya están pensando los pibes en prepararse para algo más importante, porque el kite es olímpico. Y esto le da otro nivel en todo sentido. Y eso me motiva porque hay muchos jóvenes a los que está bueno transmitirle la experiencia de uno. Tuve la suerte de participar en cuatro mundiales y eso está bueno dejárselo legado a otro y que sigan ellos desde abajo empujando el deporte .

Próximos vientos

Por suerte me faltan recorrer un montón de lugares. De competir me gustaría ir a alguna fecha del mundial. Hace poco hice un viaje a Brasil en el cual tuve la suerte de estar con el top ten del kite mundial, que son chicas muy abiertas; la gente es del mismo palo y todo el mundo está para pasarla bien. Y me daba cuenta que para tirar ciertas maniobras no estoy tan lejos del top y navegando con ellas diez días uno empieza a tomar otro vuelo .

Agustina fue la primera mujer en realizar el deporte de manera profesional en el país y cuando fue durante siete años a los distintos lugares del tour nacional alentó a las chicas que veía haciéndolo para que se sumaran a las próximas competencias, hasta llegar a estos días donde ya está la categoría mujeres formada con más de trescientas cincuenta chicas a nivel nacional que hacen kite y un mínimo de cuatro que compiten.

Por otro lado, cuenta que continúa con sus entrenamientos sobre todo para sentirse bien, con entrenamiento funcional para corregir ejercicios que se hacen en el agua y evitar lesiones en las rodillas, por ejemplo, que pueden ser comunes; y naturalmente, con horas de agua, que recomienda no sean más de una seguida para no cometer errores por fatiga, aunque muchos en medio del entusiasmo suelen estar todo el día.

Ahora con algunos años más, siento que a esa parte de competencias la pasé y me gustaría buscar otros caminos, porque para mí, si uno hace lo mismo, siempre aprende lo mismo. Por eso capaz que me focalizo en ayudar a los chicos más jóvenes, esas cosas que son muy enriquecedoras. No me gusta quedarme con cosas que te agarras porque te dieron felicidad, sino trascender a buscar otros caminos& Y jamás me imaginé que iba a trabajar de esto .