Nadie termina desacoplado en la vida, y mucho menos los solteros que cada vez son más y en algunos países como Estados Unidos alcanzaron a ser la mitad de la población adulta en los últimos cuarenta años. Los estudios sobre ellos siempre han servido de comparación para analizar al grupo de casados, pero esta vez un científico los puso en primer lugar con un estudio para la 124ª Convención Anual de la Asociación Americana de Psicología.

Voy a argumentar que la historia que se ha contado es más ideología que ciencia. Es hora de una imagen más exacta de las personas individuales y la vida individual.  Las afirmaciones de que casarse hace que la gente sea más feliz, más saludable y menos aislada se basan en estudios que, metodológicamente, nunca podría apoyar tales afirmaciones , dijo Bella DePaulo, Ph.D., psicólogo de la Universidad de California, Santa Bárbara.

Explicó que las personas solteras tienen un mayor sentido de la determinación y que son propensos a experimentar una sensación de continuo crecimiento y desarrollo como persona, siendo esta autosuficiencia un recurso vinculado a reducir la aparición de emociones negativas; en tanto que, en las personas casadas se incrementaba la propensión de estas sensaciones.

"La preocupación por los peligros de la soledad puede oscurecer los profundos beneficios de soledad," aclaró el científico sentenciando a la comunidad de psicólogos que han puesto énfasis solo en la vida en pareja y reveló a través de su investigación que la gente soltera tiene mayor conexión con sus padres, hermanos, amigos, vecinos y compañeros de trabajo; y en tanto la gente que se casa se vuelve más cerrada.

Muchas son las razones por las que se elige estar soltero hasta determinada edad o hasta siempre, como la consolidación socioeconómica y académica o profesional, el cumplimiento de objetivos personales; pero no por ello en ese camino será menos feliz aunque la cultura incluso difunda que estar casado alarga la vida en relación a la compañía y el apoyo que puede proporcionar otra persona al lado.

  No hay un modelo básico para la buena vida ", concluyó el científico para la más grande comunidad de psicología científica y profesional de Estados Unidos. "Lo que importa no es lo que hacen los demás o lo que otra gente piensa que deberíamos hacer, pero si podemos encontrar los lugares, los espacios y las personas que se ajustan a lo que realmente somos y nos permitirá vivir nuestras vidas mejores."