La candidata a senadora de Unidad Ciudadana, Cristina Fernández de Kirchner, responsabiliza al Presidente Mauricio Macri de "someter a la democracia argentina a un estado de shock con el ánimo de intimidar a los votantes", y es cierto que sobradas razones tiene para pensar esto, solo hay que observar la citación del juez Bonadío a declarar apenas  4 días después de las elecciones del 22 del corriente por la causa judicial en su contra, debido a la firma del Memorándum de entendimiento con la República de Irán en la causa AMIA.

El antecedente fue la resolución de la Corte Suprema, que avaló en agosto último, la investigación por supuesta "traición a la patria" al rechazar el planteo de la defensa que entendía que no podía abrirse otra investigación ya habiendo una denuncia por "encubrimiento" a Irán.

Casi seguramente, la ex Presidenta resulte electa en las legislativas del próximo 22 de octubre, y con fueros, no correrá peligro su libertad, ya que se pueden llevar a cabo todas las medidas judiciales, excepto la pérdida de libertad ambulatoria. Es decir, que en el hipotético caso de dictarse el procesamiento y  prisión preventiva, debería pedirse el desafuero, algo que se intentó con el Diputado Julio De Vido (sin que la justicia pidiera la medida).

Pero, si bien la libertad de Cristina no corre riesgo, la nuestra sí, porque si la justicia permite que prosperen este tipo de procesos, los mismos tienen un solo objetivo: disciplinar las voces críticas al plan de gobierno. Para culminar este análisis dejo esta sospecha: creo que todos estamos bajo libertad condicional… A portarse bien señor lector.

*Abogado