El pasado miércoles como todos los años el Presidente de la Nación dio comienzo a las Sesiones Ordinarias del Congreso nacional. Aunque el discurso debería ser un informe sobre la gestión anual de gobierno respecto al año anterior en el cual se desarrollen las políticas públicas llevadas adelante y acompañado con datos estadísticos respaldatorios, esta no fue la tónica del discurso de Macri. El discurso se convirtió en una crítica a gestiones pasadas y en llamamientos a cuestiones emocionales. 

Los datos utilizados fueron en muchos casos inexactos o sustentados en interpretaciones excesivamente forzadas y voluntaristas. Desde CEPA repasamos las principales menciones económicas que se hicieron.

En primer lugar, una idea muchas veces repetida desde el Gobierno y utilizada en el discurso del miércoles consiste en que no se ha crecido ni generado empleo en los últimos cinco años previos a la gestión de Cambiemos. Sin embargo, según datos elaborados por CEPA en el período 2011-2015 el crecimiento se dio en los años 2011 (6%), 2013 (2,4%) y 2015 (2,65%), mientras que en 2012 y 2014 la economía cayó 1,02% y 2,51%. A esto hay que sumar que para el año 2016, el cual transcurrió en su totalidad bajo la gestión actual, se estimaba una caída del 3,8% en términos interanuales, siendo esta la caída más fuerte para todo el período evaluado.

En cuanto a lo laboral, entre noviembre del 2011 y noviembre del 2015 el empleo privado aumentó en 441.240 personas que pudieron acceder a la posibilidad de trabajar. Este número representa un incremento del 7,58 % del empleo. Ahora si analizamos el comportamiento del empleo bajo la actual conducción del país vemos que entre el cuarto trimestre del 2015 y el tercer trimestre del 2016 el empleo no solo no creció, sino que 127.905 trabajadores fueron expulsados del mercado laboral

Como vemos tanto para la economía como para el empleo no sólo es falso que no haya habido crecimientos en los últimos cinco años, sino que además, dicho crecimiento se vio interrumpido a partir de la llegada de Cambiemos a la Casa Rosada.

Un segundo tema a analizar es la inflación. Aquí el Presidente dijo que lograrán poner la inflación bajo control, que la habían enfrentado y que está en claro camino descendente. También dijo que esta era tóxica y destruía el salario de los trabajadores. 

En este caso los datos de inflación del Instituto de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires indican que para el año 2015 se alcanzó el 27,17%. Para el año 2016, la inflación estuvo en el orden del 40%, es decir claramente superior a la del año anterior, mostrando un claro crecimiento y no un camino descendente.

Al aumento de la inflación para el 2016 hay que agregarle lo que se estima para comienzos de 2017; la inflación sigue en crecimiento impulsada por los tarifazos en servicios públicos o aumentos de peajes, entre otras medidas y el agravante de que los productos de consumo de primera necesidad ven subir sus precios por encima del promedio general.

Un tercer dato económico que se destacó del discurso fue el aumento de las exportaciones, 2% en dólares y 7% en cantidades respecto al año anterior. Si bien este dato es cierto en cuanto a lo numérico (las exportaciones crecieron 1,67%), hay que mencionar que se produjo impulsado por la salida de productos primarios beneficiados por la quita de retenciones y la alteración del tipo de cambio. Como contracara la exportación de manufacturas cayó un 6,64%. Esto expresa la orientación del modelo económico.

El Presidente mencionó asimismo que el desempeño del agro era superlativo. Agregó que se espera una cosecha de 130 millones de toneladas, que, de cumplirse, superaría a la de años previos, aunque muy cercana a los 126 millones del 2015. Sin embargo, si miramos la cantidad de trabajadores, se puede notar que esta ha ido decreciendo a pesar de incrementarse la producción. Esto implica que el éxito numérico del sector agropecuario que se buscó resaltar en el discurso, no termina impactando en un beneficio al conjunto de la sociedad.

Finalmente, dos cuestiones económicas surgieron del discurso en la apertura de sesiones. Por un lado la mención del desarrollo, a través de Plan Belgrano. Este Plan en 2016 sólo ejecutó solo el 36,99% del presupuesto previsto para la Unidad Ejecutora que debía impulsarlo.  Por último, el Presidente mencionó que a través de la coparticipación se comenzó a devolver a las provincias el dinero que les correspondía; pero la realidad muestra que, por primera vez en muchos años, la cantidad de dinero girada a las provincias tuvo una caída del entre 6,60% en términos reales, expresando una "limitada" muestra de federalismo.