La violencia machista en la Argentina se está llevando víctimas fatales todos los días. En lo que va del 2017, hubo 57 femicidios. Uno cada 18 horas. Detrás de estas gravísimas estadísticas que aumentan día a día, hay una mujer a la cual se le arrebatan sus sueños, sus proyectos y sus ganas de vivir por el solo hecho de ser mujer.

Esta problemática se agudiza ante un Estado que no da respuestas para combatir y prevenir las situaciones de violencia a las que están sometidas nuestras mujeres. No alcanza con palabras bonitas. Para que haya realmente "Ni Una Menos" es necesario un presupuesto digno para la ejecución de políticas públicas de género.

Lamentablemente estamos lejos de esa realidad. El gobierno de Mauricio Macri no solo no aumenta los recursos ante esta situación de emergencia ($4.43 por mujer) sino que llevó un recorte de 67 millones de pesos en el presupuesto del Consejo Nacional de Mujeres, lo que representa un atropello escandaloso y atenta contra las posibilidades de las mujeres para salir de una situación de violencia.

Esta ausencia de respuestas se agrava aún más en un contexto de ajuste del gobierno hacia los trabajadores, trabajadoras y el conjunto de nuestro pueblo. El achicamiento del Estado y el recorte de derechos como la pérdida del poder adquisitivo de la asignación por hijo, el cierre de las jubilaciones de amas de casa y las mujeres encabezando el índice de desempleo son postales de una situación de vulnerabilidad que castiga a nuestras mujeres, que hoy son protagonistas de la economía popular, de los hogares más humildes y de los trabajos flexibilizados y precarizados.

Ante estas injusticias de una cultura patriarcal, las mujeres de los Movimientos Populares no nos quedamos de brazos cruzados. Nos estamos organizando en cada frente de militancia para revertir esta terrible desigualdad. Como en cada olla popular, como en cada comedor de nuestras barridas populares donde las mujeres son las primeras en dar respuestas al hambre de nuestros pibes, son nuestras mismas compañeras quienes día a día le ponen el hombro y generan espacios de contención a las víctimas de violencia de género.

Hace unos días, en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, llevamos adelante una Jornada Debate junto a mujeres trabajadoras de los movimientos populares y organizaciones sociales, donde planteamos la formación de 30 mil promotoras en prevención de la violencia de género que trabajen la temática en el territorio.               

Además, avanzamos en un pliego reivindicativo para transformar las problemáticas de miles de mujeres que trabajan de forma invisibilizada y donde no existe un reconocimiento social ni salarial en condiciones de paridad respecto a los varones. Por esta razón exigimos la ampliación de derechos y políticas públicas que les permitan a nuestras mujeres llevar adelante un proyecto de vida autónomo, con independencia económica y que ante una situación de violencia y sometimiento, las víctimas tengan los recursos esenciales para salir de ella.

Somos conscientes que la lucha contra la violencia machista también hay que darla en la calle.

Por eso, en vísperas del Paro Internacional de Mujeres del próximo 8 de Marzo, desde el Frente de Mujeres Evita lanzamos la Campaña "Si hay violencia, hay escrache. Si no hay justicia, hay escrache" para visibilizar el magro presupuesto que el Poder Ejecutivo destina a las políticas de género y también para responsabilizar públicamente a los miembros del Poder Judicial que son cómplices de esta violencia, tanto con la dilación de las sentencias como por la indiferencia que muestran ante las víctimas.

Por eso, el próximo 8 de Marzo seremos millones de mujeres que movilizaremos en todo el mundo para volver a gritar #NiUnaMenos. Ni una trabajadora menos, ni un violento sin condena y unidas con la firme convicción de luchar por generar las políticas públicas necesarias para prevenir y proteger a las víctimas de violencia.