Hace una semana salió un informe del Centro de Economía Política en donde se analiza los cambios ocurrido en el programa Precios Cuidados entre 2015 y 2017, en el mismo se concluye que en la actualidad se engloban menos alimentos, con menor variedad y menor calidad. El programa tenia al menos 4 objetivos explícitos, mostrando haber alcanzado hasta 2015 grandes resultados en cada uno de ellos.

Primero, condicionar el aumento de precios en general, oficiando los productos acordados como precios de referencia. Dado el carácter oligopolizado del mercado argentino, particularmente en el sector alimentos, el programa apuntó a limitar el margen de acción de las empresas formadoras de precios en el mercado de consumo masivo. El acuerdo de precios alcanzaba a productos de primeras y segundas marcas porque el objetivo era oficiar como precios de referencia en las distintas alternativas de consumo, teniendo efecto por lo tanto sobre el resto de los precios de los productos de la competencia si un producto representativo de una determinada categoría tenía un aumento de precios trimestral ubicado entre 2 y 3%, difícilmente otros productos y marcas, fuera del acuerdo, aumentarían más que dicho parámetro.

Segundo, servir como mesa de negociación entre los distintos eslabones que participan en la cadena de producción y comercialización, fortaleciendo la capacidad negociadora de pequeños productores en las cadenas de productos alimenticios. De esta manera precios cuidados logro sentar en una mesa a distintos eslabones de la cadena de valor y participar del proceso de distribución de la renta a lo largo de la misma.

Tercero, propiciar que las empresas productoras más pequeñas comercialicen sus productos en las redes de distribución tradicionales bajo condiciones favorables. De esta manera, dada la obligatoriedad de sostener ciertos productos en las góndolas, pequeñas empresas de alimentos lograron llegar por primera vez a muchos consumidores que de otra manera no lo hubiesen logrado.

Cuarto, empoderamiento de los consumidores. La alta aceptación y cumplimiento por parte de proveedores y supermercados del Programa permitió que los consumidores, informados y con referencias claras, empezaran a tener mayores herramientas para defender sus derechos.

Pero bien al reducirse la cantidad, calidad y variedad de los productos acordados los mismos pierden fuerza.

Cuando se analizan los cambios en función de las marcas se encuentra que por un lado, muchas empresas se retiraron del programa, CCU (Bieckert y Schneider), AGD (Natura y Cada Dia), Canale, Papelera del Plata (Baby Sec, Higienol y Lady Soft), Kimberly Clark (Huggies y Scott), Mondelez (Kraft) y PEPSICO; mientras que por otro lado muchas dejaron una significativa menor cantidad de productos en el acuerdo, como es el caso de las firmas SC Johnson & Son(Mr. Musculo y Fuyi), Bimbo, Molinos Rio de La Plata(Cocinero, Blanca Flor, Nobleza Gaucha, etc.), Unilever (Ala, Axe, Cif, Suave. Etc) P&G (Oral b, Babysan, Ace, Magistraol, etc) y SANCOR. Gran parte de los productos que retiran del acuerdo eran las líneas más populares de cada empresa y fueron reemplazados por otros, menos vendidos.

El caso del reemplazo de la leche en sachet La Serenísima por la segunda marca de Mastellone, denominada La Armonía, es ilustrativo de esta estrategia. También el caso de Coca-Cola que retiró su variedad Común (80% de sus ventas) de 1.5 litros reemplazándola por la variedad Zero (10% de sus ventas). Gracias a esto el precio actual, de la Coca-Común de 1.5 litros, es de $37,16, mientras que si se hubiera mantenido dentro del acuerdo de precios sería de $21,51, un 42% menos.

Adicionalmente a las modificaciones en materia de marcas, la nueva canasta de Precios Cuidados presenta una oferta láctea considerablemente más reducida, en paralelo a una escalada de precios de los mismos sin precedentes desde fines de 2015 (según INDEC, el precio de los lácteos se incrementó entre un 40% y 45% en el 2016). Resulta ilustrativo de esta política el hecho de que ya no esté contemplado un producto como la manteca, y que el principal producto lácteo -la leche fluida en sachet- se ofrezca en una única opción de una segunda marca.

También vale remarcar que no hay una correlación entre el nivel de consumo de un producto y la variedad de productos a elegir. Es posible encontrar, por ejemplo, 20 variedades de pescado (entre atún, caballa y merluza), pero menos de 6 variedades de leche, en todas sus presentaciones (fluida en sachet, larga vida y en polvo), sin importar la mayor masividad y requerimiento nutritivo en las familias que tiene este producto. En relación a los productos frescos, la canasta ha pasado de 10 a 5 cortes de carne y de 9 a 5 variedades de frutas y verduras. También los recortes se manifiestan en productos para celíacos

En síntesis, la estrategia de Cambiemos ha sido fuertemente perjudicial para la potencialidad que el programa ostentaba. Vaporizó la marca Precios Cuidados como activo intangible -que los publicistas denominan valor de marca- eliminando la publicidad, los productos líderes, el compromiso oficial del gobierno con el programa y despidiendo a la mayor parte del personal que tenía la experiencia y el conocimiento necesarios para llevar a cabo este trabajo.

El programa ya no oficia como un sistema de precios de referencia sino que ofrece una variedad de productos muy limitada y con escasos productos de consumo masivo, permitiendo a las grandes empresas mantener sus marcas líderes y mayormente consumidas con estrategias publicitarias detrás- por fuera del control de precios.