Arde la Ciudad: Larreta resiste al clamor para que su sucesor tenga sello PRO
El Jefe de Gobierno puso en un piso de igualdad a Jorge Macri con Lousteau y otros cuatro funcionarios porteños en la carrera por la sucesión. El ex intendente de Vicente López sigue cosechando apoyos del partido, esperando una definición. El “ordenamiento de la interna”, cada vez más incierto.
Mientras Horacio Rodríguez Larreta deshoja la margarita, Jorge Macri aprieta el acelerador. El jefe de Gobierno volvió a eludir anoche una definición en torno a quién debería sucederlo en la Ciudad, y ubicó al ex intendente de Vicente López como uno más dentro de un póker de candidatos entre los que incluyó a Martín Lousteau, quien sigue sin convencer a un sector mayoritario del Pro. Precisamente allí, en el interior de su propio partido, Macri Jorge apuesta a cosechar nuevos apoyos. Según confiaron a Diagonales desde su entorno, trabajan para sellar por estas horas una foto con Cristian Ritondo.
La cumbre entre ambos estuvo cerca de concretarse este jueves, pero quedaron sin pulir algunos detalles. La intención del equipo del actual Ministro de Gobierno porteño pasa por conseguir otra foto de peso como la que publicó la semana pasada Patricia Bullrich y que produjo un cimbronazo político interno en la sede de Parque Patricios.
El gesto de Ritondo se sumaría a los que ya expresaron la propia Bullrich y el ex presidente Mauricio Macri. Larreta, por lo pronto, sigue sin pronunciarse y resiste el clamor para que su sucesor tenga necesariamente la marca PRO.
El jefe de Gobierno prefiere mantener sus opciones abiertas, con un único objetivo: la decisión sobre a quién apoyará para sucederlo (en caso de que lo haga) está atada a su camino hacia la candidatura como presidente por Juntos por el Cambio. En esa ecuación entra su alianza con un sector de la UCR, y el principal anotado entre los correligionarios para hacerse con el Ejecutivo porteño sigue siendo Lousteau.
Este miércoles, Larreta prefirió patear la pelota afuera y, además de Jorge Macri y Martín Lousteau, anotó a otros cuatro dirigentes que según él reúnen las condiciones para sucederlo: su ministro de Salud Fernán Quirós, su ministra de Educación, Soledad Acuña, y el ex funcionario vidalista y actual presidente de la Legislatura, Emmanuel Ferrario. Fue elogioso con todos y cada uno pero optó por no embarrarse. En todo caso, dijo, “va a decidir la gente en las PASO”.
La decisión de abstenerse, al menos por ahora, está lejos de la que tomó Mauricio Macri en 2015, cuando apoyó sin segundas lecturas al propio Larreta en su interna frente a Gabriela Michetti. La ex vicepresidenta medía mejor, pero no tuvo otra opción que ir a una PASO con la cancha inclinada. Ese mismo destino, de todos modos, puede ser el que le toque a varios, como Lousteau, que “tienen el permiso para jugar, pero no la bendición para ser”, según describió una fuente ligada a las negociaciones.
La apuesta de Macri Jorge, mientras tanto, pasa por hacer malabarismos entre Bullrich y Larreta, cuya relación pasa por su peor momento, mientras avanza en consensos en torno a su propia candidatura. Además de Ritondo, otro dirigente que podría sumar públicamente su apoyo es Julio Garro.
El intendente de La Plata aseguró ayer que “hay que mantener la capital en manos del Pro”, sumándose a la tesis anti-Lousteau. Además, dejó caer una táctica: “Si hay un candidato del Pro en un distrito, como Jorge Macri en el caso de la Ciudad, podría ir colgado de las dos listas nacionales, la de Horacio y la de Patricia”.
El tema, según pudo saber este medio, estuvo sobre la mesa durante los últimos encuentros de la mesa bonaerense del Pro, en las que se planteó abiertamente esa posibilidad, con el visto bueno de varios de los precandidatos, como Diego Santilli y el intendente de Lanús, Néstor Grindetti.
De todos modos, Jorge Macri espera que la interna se “acomode”. Ve a Bullrich mucho mejor como candidata a gobernadora de la Provincia, desde donde además podría empujar a Larreta hacia la presidencia, e intenta tejer en ese sentido. El engranaje, de todos modos, no está del todo aceitado y espera que el primo Mauricio actúe como el gran componedor, algo que está más que lejos en el panorama actual.
Pese a que se ocupa de desmentirlo, es sabido que la foto de apoyo con Bullrich dejó dañada su relación con Larreta, con quien llegó a un acuerdo el año pasado para cruzar la General Paz y competir. Sobre todo porque el gesto cayó en un momento de fortaleza para la ex ministra de Seguridad: envalentonada por Mauricio Macri y algunas encuestas, avanzó varios casilleros en su intención de limar a su principal contrincante en la interna, con éxito variado según quién lo interprete.
Para colmo de males, lejos de querer enfriar la interna, Patricia mandó a sus legisladores porteños a pedir “una baja concreta en los impuestos” para votar el presupuesto de la Ciudad para 2023, al que amenazan con trabar. Uno de ellos fue Juan Pablo Arenaza, que se fotografió con Jorge una semana antes que Patricia. La queja es por la utilización de fondos públicos para hacer campaña. Arde la Ciudad.