Tras lo que fue el discurso del Presidente Alberto Fernández el miércoles, y la frustrada apertura de sesiones bonaerense debido al apagón, que tuvo que reprogramarse para el lunes, varios distritos de la provincia dieron inicio al período legislativo en los últimos días. A ambos lados y en el medio de la grieta, jefes y jefas comunales realizaron balances de sus gestiones, pidieron por la continuidad de sus proyectos municipales y se posicionaron en discusiones más generales.

Este viernes, quien emitió el último discurso de apertura de sesiones de su primer mandato al frente de Quilmes fue Mayra Mendoza. La intendenta rescató lo realizado en materia de obra pública, mejoras en plazas y espacios verdes, edificios educativos, el sistema de recolección y puso un fuerte énfasis en materia de seguridad.

“Me enorgullece decirles que en esta gestión vamos a superar las 1.000 obras. Más de 1.000 obras que transforman nuestra ciudad y mejoran la calidad de vida de quienes la habitamos. Cuando recorremos el distrito notamos lo cambiado que está. Porque estamos haciendo más obras que nunca en la historia de Quilmes” expresó Mendoza desde el Sindicato del Plástico en Quilmes. La intendenta agregó además que “Si nuestros vecinos y vecinas nos acompañan, no vamos a parar hasta pavimentar todas las calles de Quilmes. Porque ya demostramos que podemos hacerlo. Porque con más tiempo vamos a poder mostrar muchos más resultados”.

Entre los hitos de su gestión, la jefa comunal quilmeña resaltó la triplicación de la flota de camiones -pasó de 15 a más de 50- y la modernización del sistema, así como también las obras en el Ecoparque, la puesta a nuevas de 27 plazas, la construcción de 5 Centros de Desarrollo Infantil, más de 900 viviendas, de 3 nuevos polideportivos, y de la nueva estación de tren entre Quilmes y Ezpeleta.

Uno de los puntos centrales de su balance estuvo en la cuestión de la seguridad. Mendoza resaltó que en estos años se efectuó “una inversión histórica” con el Plan de Inversión Municipal para la Prevención del Delito, que incluyó la compra de 180 vehículos, casi 50.000 luces led, 1.500 cámaras de seguridad y 170 paradas seguras. “Queremos que los laburantes vivan tranquilos y que los delincuentes estén en la cárcel” afirmó la intendenta junto a un pedido por mayor presencia judicial.

Mendoza concluyó su discurso con un pedido de continuidad marcado por la polarización con Juntos: “Nunca más gobiernos antipopulares. Defiéndanse con su derecho a elegir y que no vuelvan aquellos que los miran con la nuca. Nunca menos. Siempre para adelante”.

En la vereda de enfrente, quien se despidió de la conducción de su distrito fue el intendente de Lanús, Néstor Grindetti. Tras ocho años consecutivos de gestión, Grindetti lanzó su candidatura a gobernador de la provincia y se despidió afirmando que “La vara queda alta, porque hemos podido llevar adelante transformaciones profundas que cambiaron de raíz la vida de los lanusenses”.

El jefe comunal hizo hincapié en los ejes de su gestión, como la digitalización del 80% de los trámites municipales, la seguridad ciudadana, la recuperación del espacio público a través de la obra pública y la puesta en valor de los espacios verdes, en lo que definió como “un Lanús Presente pivoteando en el desarrollo humano integral con educación, salud, deporte, cultura y desarrollo social. La modernización del estado para tener mayor cercanía y eficacia en la relación con los vecinos. Y el desarrollo económico para tener oportunidades de crecer en nuestros barrios”.

La seguridad volvió a ser uno de los temas centrales, y Grindetti aprovechó la oportunidad tanto para pegarle al Gobierno de Axel Kicillof como para destacar el trabajo del funcionario municipal a cargo del área a quien bendijo como su sucesor, Diego Kravetz. “La provincia ya demostró que no puede resolver el problema, llega tarde a la resolución de los conflictos” afirmó, pidiendo por el traspaso de la policía local a los municipios.

Lanzado a la competencia interna de Juntos, que lo enfrenta a Diego Santilli y a Cristian Ritondo, Grindetti se acomodó en las últimas horas bajo las alas de halcón de Patricia Bullrich. En ese sentido, el cierre de su discurso salió del tono municipal para proyectar su ambición provincial: “Muchos saben que deseo llevar esta experiencia de mi vida pública, ocho años como ministro en la ciudad y estos ocho años como intendente, sumado a los 25 años que me desarrollé en el sector privado, a la provincia de Buenos Aires”.

Quien se sumó al tono crítico de Grindetti fue el intendente de Junín, Pablo Petrecca, al afirmar que su compromiso en el distrito por combatir el delito “no alcanza si no hay un compromiso nacional y provincial de querer cambiar esta realidad que vivimos. Pero sobre todo se necesita un gobierno que no mire para otro lado y mucho menos que libere presos”.

Luego de realizar un balance de gestión y anuncios como el programa Proyectar, al que calificó como “el plan más ambicioso de generación de suelo urbano en la historia de Junín”, Petrecca apeló a una extraña forma de subirse al debate en el plano nacional. “Tenemos dos caminos: damos vuelta la página y conectamos con el 18 de diciembre, con ese espíritu mundialista donde todos nos abrazamos sin preguntarle al otro de qué partido era, o nos quedamos en la Argentina del odio”.

Otro intendente que inauguró el año legislativo en su distrito fue Ricardo Curutchet. Con un tono conciliador y cercano a las palabras finales de Alberto Fernández del miércoles, el jefe comunal de Marcos Paz expresó que “estos jóvenes 40 años de democracia nos deben interpelar y desafiar a preguntarnos y responder cómo somos inclusivos, iguales, tolerantes, respetuosos, democráticos, sin ser permisivos, sectarios, arrogantes ente otros defectos humanos”, y convocó a “preservar la comunidad, nuestra comunidad, sobre proyectos personales o partidarios”.

El intendente de Marcos Paz afirmó que “entre obras de Nación y Provincia tenemos casi 80 obras en ejecución en simultáneo, y sumando las financiadas por el Municipio más de 100”, y agradeció “al presidente Alberto Fernández, a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y al gobernador Axel Kicillof, y en ellos a sus ministros y funcionarios “que atienden permanentemente nuestros pedidos y proyectos”. Luego de una extensa enumeración de los ejes de gestión que se encararon y se encararán este año en el distrito, Curutchet concluyó destacando que “el objetivo es el de lograr una sociedad más justa e inclusiva, no en palabras sino en los hechos y las realidades”.

Por otro lado, un sector que no suele mostrarse muy duro contra la gestión provincial, salió en las últimas horas a marcar la cancha con fuertes reclamos al Gobierno de Kicillof. Se trata de los intendentes vecinalistas, que pusieron el grito en el cielo a partir de lo que denuncian como un recorte en los recursos que reciben por parte de la provincia.

Carlos Bevilacqua, intendente de Villarino, expresó ayer que “teníamos proyectado que la Provincia en 2023 nos iba a dar 3.650 millones de pesos anuales para cubrir los gastos básicos, o sea 300 millones de pesos mensuales. Actualmente estamos recibiendo 220 millones, lo que supone una reducción muy grande que se mantiene mes a mes. Queremos que el gobierno provincial tome conciencia y revea esta decisión.  Desconozco el motivo de por qué la tomaron”.

Bevilacqua afirmó que desde el municipio hicieron “el reclamo correspondiente al gobernador Axel Kicillof, vamos a utilizar todos los medios para defender los derechos de los villarinenses”. “Solo pedimos que se nos envíe lo que corresponde” sintetizó el jefe comunal.

En la misma línea se expresó Guillermo Britos, intendente de Chivilcoy, en su discurso inaugural de las sesiones legislativas del distrito. “Los intendentes vecinalistas sufrimos discriminación, intento de asfixia económica que en algunos casos se ha concretado, ya que algunos municipios tuvieron dificultades para pagar sueldos en febrero” disparó el jefe comunal.

Britos afirmó que la gestión bonaerense “ha decidido compensar el aumento en las obras a los 131 municipios restantes, excepto a los cuatro vecinalistas. Esto es una clara discriminación a los vecinos de Chivilcoy. Además, compensó con 4000 millones de pesos a todos los Municipios de Juntos, por la pérdida de coparticipación, volviendo a ignorar a los mismos municipios vecinalistas”. Y sus críticas fueron más allá: “Desde octubre de 2019, casualmente después de ganar la reelección, nuestro extraordinario Hospital dejó de percibir lo que correspondía de PAMI por las prestaciones oncológicas y quimioterapias, que se venían realizando y cobrando desde hacía varios años”.