El reciente crimen del repartidor en Moreno generó una ola de consecuencias todavía en desarrollo. Potenciado por el año electoral, el suceso ubicó a la Provincia en el ojo de los medios nacionales y del oficialismo, que despotricó contra la Gobernación bonaerense por la inseguridad en el distrito. Sin embargo, en el fondo el reclamo sigue siendo vecinal, como bien lo muestra lo que pasó esta tarde en una marcha local que la diputada libertaria Lilia Lemoine intentó politizar para sacar rédito: como era de esperar, la dirigente pasó vergüenza y los vecinos la echaron a gritos.

Desde ayer, la maquilladora y cosplayer de La Libertad Avanza (LLA) anticipaba su presencia en la convocatoria vecinal contra la inseguridad de este lunes por la tarde en el conurbano. La fuerte presencia mediática en la movilización le permitiría una fácil aparición en las principales señales televisivas nacionales, donde podría aprovechar para tirar contra la gestión de Axel Kicillof y politizar una marcha que, en realidad, era puramente vecinal. Con eso en mente, la legisladora viajó hasta Moreno y, al dar las 19, se posicionó frente a las cámaras.

Lemoine entró riéndose a la marcha y los vecinos la echaron: "¿Sabés lo que es tener un nene muerto, loco?".

Sin embargo, apenas la advirtieron allí, una sensación de incomodidad comenzó a correrse entre los manifestantes. Enseguida empezaron los gritos en su contra, que quedaron grabados por los canales presentes. “Afuera”, recriminaron los vecinos sin dudarlo. “¿Ahora se acuerdan de Moreno?”, dijo una mujer, cansada de la situación. Enojado, otro hombre apuntó: “¿Sabés lo que es tener un nene muerto, loco? ¿Sabés lo feo que es?”. El murmullo se acrecentaba.

Lemoine intentó hacer oídos sordos y continuar con sus entrevistas. En cierto momento, la diputada se perdió entre los gritos y rió nerviosamente; luego, afirmó que quería “ver quiénes son los vecinos” que le hablaban, por lo que dejó de responder preguntas. De un instante a otro, levantó su celular y empezó a grabar a la muchedumbre mientras se sonreía de forma burlona. La gente, presente para lamentar el asesinato de un joven de la ciudad, no la perdonó: “Fuera de acá”.