Algunos intendentes de la nueva camada aprendieron rápido las mañas de la política bonaerense. El jefe comunal de Quilmes, Martiniano Molina, echó mano de un viejo programa cultural creado por su antecesor en el cargo, Francisco “Barba” Gutiérrez, para rentar personal y simpatizantes del Pro de manera indirecta. 

Pocas semanas antes del inicio de la campaña, la Secretaría de Educación y Cultura del municipio otorgó de manera discrecional una serie de “horas cátedra”, dentro del programa de Talleres Barriales, a al menos una decena de personajes cercanos a la gestión.

La movida fue detectada por trabajadores de la cultura del municipio, habituados a seguir de cerca las convocatorias para el programa, a quienes le llamó la atención el nombramiento de distintos actores. Es tradición en Quilmes que los talleres barriales, que se dan en centros culturales, sociedades de fomento, escuelas y centros de jubilados, sean tomados por profesionales conocedores de distintos oficios, que van desde la música a la carpintería. Suelen ser de 4 a 6 horas semanales como máximo, y repartidas entre cientos de talleristas; y a partir de de abril de este año, se empezaron a otorgar desde 15 hasta 30 horas semanales. 

“No conocemos a nadie que alguna vez haya dado esa cantidad de horas, es todo dibujado”, confiaron a Diagonales fuentes dentro de la municipalidad. “Como el Pro llegó al municipio con esta idea de no nombrar militantes y familiares en cargos concretos, encontraron la veta en este programa para poder hacerlo, porque no tiene ningún control y los nombramientos son absolutamente discrecionales. De mínima es desprolijo”, describieron. 

Quilmes: Horas cátedra para enseñar el libreto Pro

Uno de los casos que detectó este medio es el de un comunicador muy popular en el distrito: Roberto Carrigal, furioso macrista que hace campaña para Martiniano y es uno de los que fue asignado con 30 horas cátedra. Su caso es uno de los tanto que no cumplen con las horas asignadas: apenas da 4 horas, según lo que publicita la propia Secretaría de Educación y Cultura y lo que el mismo promociona en sus redes sociales. 

Otro de los puntos ríspidos es que en las resoluciones, los nombramientos aparecen financiados con dinero del Fondo de Financiamiento Educativo. La propia gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, peleó para que en el presupuesto de este año esos fondos de Nación destinados a la educación sean asignados en un 100 por ciento a la precaria infraestructura de la Provincia. De hecho, es un viejo reclamo del gremio mayoritario Suteba la conformación de una comisión que pueda auditar y discutir el destino de esos fondos. Pero en Quilmes, se ve, la prioridad son las elecciones del próximo domingo.