¿Qué le pasó a Duran Barba que tuvo que marcharse en silencio luego de haber protagonizado la última década en medio de triunfos rutilantes? ¿Se equivocó? ¿De una día para otro se le quemaron los papeles? Nada de eso: Duran Barba tiene la virtud de interpretar los momentos favorables para sus clientes, lo que no es poco, pero un día queda a expensas del maltrato de Elisa Carrió y tiene que marcharse cabizbajo, como el arquero cuando tiene que irla a buscar al rincón fatal donde quedó la pelota. Cuando vino la ola favorable en 2015 supo cabalgar el éxito electoral que estaba más probable que nunca, luego de aquél 2011 en donde tuvo la sabiduría de recomendarle a Macri que se guardara porque se venía un triunfo descomunal de Cristina. Pero como dice la canción, nada dura para siempre y llegó el ocaso.

Quizá su último aporte al macrismo fue esa nota plagada de descalificaciones macartistas que publicó unos meses atrás en Perfil, un texto pobre, prejuicioso y lamentable que nos mostró a un otrora casi indiscutible en bancarrota al que sólo le quedó el arrullo demonizador para enfrentar la debacle inexorable de su cliente.

Es que el problema no es de encuestas ni de Focus, Big Data y demás novedades tecnológicas: el problema es anterior, es político y cuando un gobierno se cae a pedazos por su gestión en contra de las mayorías populares porque las ahorca con tarifazos y políticas que sólo alumbran desocupación y pauperización de las condiciones de vida de una sociedad no hay tecnología posible para evitar la derrota y encima por paliza. A Duran Barba no le fallaron sus Focus sino la gestión de su asesorado. ¿Esto quiere decir que las herramientas que maneja no sirven? No, quiere decir que los electorados que hoy te endiosan mañana te repudian si tu gestión los condena al desempleo y a perder calidad de vida. Es simple: a veces las cosas son más sencillas de lo que se cree. Lo que generó esta derrota monumental del macrismo fueron dos cosas: una la decisión magistral de Cristina de bajarse al ver que no le daba para ganar y buscar un hombre que podía sintonizar con el conjunto del peronismo y la otra, la memoria colectiva que registraba con nitidez que pese a todo lo que se dijo, con Cristina se estaba mucho mejor. Y contra esto no hay big data ni focus que sirva de algo.

Duran Barba desmostró que contra la política no se puede. Aquella mañana de sábado cuando nos fuimos despabilando asombrados por el anuncio de la ex presidenta supimos que la política le había asestado un piñón de aquellos al macrismo y que todo estaba definido.

Duran Barba se fue derrotado por la política, esa contra la que tanto batalló.