Buenas noticias económicas que no ganan elecciones, malas noticias que las pierden
En un día dispar, el Gobierno, encabezado por Fernández y Massa, sumó reservas tras un acuerdo con China pero la inflación volvió a subir. El esfuerzo puesto en ordenar la macro no llega a los bolsillos de la gente, que siguen perdiendo. El jueves, veredicto de CFK.
Aunque falte poco menos de un año y haya un mundial por delante, el reloj electoral ya corre a las apuradas y en el oficialismo se sabe. Por eso, este martes resultó un día agridulce para el Gobierno, en el que una buena y necesaria noticia macroeconómica quedó tapada por otra del orden de la economía interna, esa que hace ya varios años sufren quienes meterán su voto en las urnas el año que viene.
Tras la noticia de que el Presidente sufrió una descompensación en su gira por Indonesia para asistir al G20, se conoció también que Alberto Fernández decidió retomar su agenda del día para asistir tal vez al encuentro más importante de este viaje: una bilateral con su par chino, Xi Jinping. El Ministro de Economía, Sergio Massa, también fue parte del encuentro y del anuncio que junto al Presidente realizaron tras la reunión.
“Hoy lo que nos informó el presidente Xi es que había autorizado al Gobierno chino a que la Argentina disponga libremente de 25.000 millones de yuanes, que significan 5.000 millones de dólares. Es una gran noticia, agradecimos profundamente” afirmó Alberto Fernández en una pequeña conferencia de prensa realizada en el hotel Melia de Bali, en la que estuvo acompañado por Massa y el Canciller Santiago Cafiero.
Sergio Massa, por su parte, explicó en relación al swap que representa “contar con 5 mil millones de dólares más en las reservas a la hora de disponer la acción del BCRA para el fortalecimiento de nuestra moneda, de manera tal que esto no solamente engrosa, sino que aumenta la capacidad de acción en el mercado único libre de cambios del BCRA”. De esta manera, la comitiva argentina sumó un punto importante en su misión diplomática al G20, a lo que también hay que sumarle el anuncio de giros por parte de China de unos US$ 1.223 millones que el Gobierno de ese país destinará a la construcción de dos represas en Santa Cruz.
Estas noticias vienen equilibrar apenas la relación comercial de la Argentina con China. Sólo en el 2022, la diferencia entre lo que el país le exporta y lo que le importa al gigante asiático será de US$ 8.000 millones en favor de China. En los últimos 10 años, el déficit comercial argentino con la superpotencia mundial representa alrededor de US$ 40.000 millones, casi el préstamo que el FMI le otorgara al gobierno de Macri. En ese sentido, el Presidente y el Ministro de Economía informaron también que avanzaron en conversaciones con el Presidente Chino para incrementar las exportaciones argentinas.
Hoy por hoy China es el segundo país de destino de los productos argentinos detrás de Brasil y la principal fuente de importaciones. En ese sentido, la ampliación del swap podrá ser una importante herramienta para que las importaciones a ese país se paguen con esos yuanes y sin utilizar dólares frescos de las reservas, algo que generó fuertes roces en el oficialismo este año.
El swap es un mecanismo de intercambio de un monto en distintas monedas de cada país en un plazo determinado. La primera vez que la Argentina utilizó este mecanismo con China fue en el 2009 bajo la presidencia del BCRA de Martín Redrado. Posteriormente fue refrendado en 2013 y en 2017 ya bajo la administración Cambiemos. El monto actual del swap vigente con China supera los US$ 20.000 millones, a los que se agregarán los US$ 5.000 anunciados hoy. De esta manera, el mecanismo financiero con China representa más de la mitad de las reservas brutas del BCRA, que hoy se ubican cerca de los US$ 40.000 millones.
Esta buena noticia en términos macroeconómicos, sin embargo, quedó opacada por el nuevo índice inflacionario del mes de octubre, que nuevamente marcó un alza y superó el 6%. El 6,3% informado por el Indec llevó el aumento en los primeros 10 meses del año al 76,6%, y la inflación interanual al 88%. Luego de la desaceleración que había sido tibiamente festejada en septiembre, este nuevo registro aumenta las chances de terminar el año con una inflación de tres dígitos y fue enérgicamente cuestionado por la oposición, que hoy se para en lo económico para seguir desgastando al Gobierno de cara al año electoral que se viene.
Dentro del alto índice de octubre, nuevamente los alimentos marcaron una importante suba del 6,2%, sumado a importantes servicios como Comunicación (telefonía e internet) con el 12,1% y Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles con el 7,5%. La conclusión es que la vida cotidiana de los argentinos se4 sigue encareciendo a ritmos acelerados, los ingresos no logran recomponerse frente al descontrol inflacionario y así no habrá noticia macroeconómica que logre revertir el ya caldeado humor social pensando en las elecciones.
Alberto Fernández prometió ya hace tiempo una guerra contra la inflación que por ahora sigue perdiendo por mucho. Sergio Massa se escudó en su asunción en agosto sobre que los dos primeros meses serían de alta inflación pero luego los registros irían bajando. La tendencia indica, sin embargo, que el Gobierno avanza hacia un fin de año y un principio del 2023 electoral sin poder siquiera frenar definitivamente el alza de los precios.
A esta dinámica explosiva para cualquier oficialismo hay que sumarle un factor determinante: CFK. Este jueves, en conmemoración del día de la militancia por el retorno de Perón al país en 1972, la Vicepresidenta será la única oradora de un acto en el Estadio Diego Armando Maradona en La Plata y es de esperarse que marque posiciones en relación a las dificultades cotidianas de los argentinos y argentinas de a pie.
Luego del acto en la UOM, en el que volvió a despacharse sobre algunos temas que señaló durante sus intervenciones en la primera mitad del año, CFK volverá a la iniciativa política y se esperan más mensajes hacia el interior del Gobierno que para afuera, tal como sucedió hace unos 10 días. ¿Volverá a resentirse la convivencia interna del FDT con estos resultados disímiles de ordenamiento fiscal y de la macro pero con padecimiento social en la micro? Un dato a considerar es que la Vicepresidenta se comunicó con Alberto Fernández este martes a raíz de su problema de salud, en lo que significó la primera conversación entre ambos en un buen tiempo.
Entre las buenas noticias macroeconómicas a mediano y largo plazo y las pésimas novedades microeconómicas, el FDT sigue andando a los tumbos y cada vez más urgido por resultados que se sientan en los bolsillos de la gente. No habrá orden económico que permita una reelección si no se percibe en la calle y la economía cotidiana una mejora sustantiva, que hoy por hoy no se ve ni en el horizonte. Habrá que prestar atención a si el oficialismo puede mantener una cohesión política que le permita caminar hacia ese ordenamiento, o si la interna vuelve a florecer para seguir aportando al desorden.