El escándalo de los alimentos retenidos por el Ministerio de Capital Humano no deja de golpear al Gobierno nacional. Tras lo que fuera una primer presentación de un plan de distribución en el que la cartera de Pettovello apenas informaba cómo distribuiría las leches en polvo próximas a vencerse, pero no especificaba el destino del resto de los alimentos.

Tras comprobar la denuncia efectuada por Juan Grabois en la que se señalaba la posesión por parte del Gobierno de 5 millones de kilos de alimentos que no estaban siendo repartidos, el juez Sebastián Casanello mandó a Capital Humano a presentar un plan de distribución de esos alimentos. En esa presentación, el Ministerio informó que sería la organización Conin la encargada de operativizar la distribución junto al Ejército argentino. Pero en el escrito sólo se refería a la leche en polvo y no al resto de la mercadería.

Casanello intimó al Gobierno por los alimentos y Francos lo acusó de “hacer política”

“En esas condiciones, la manda judicial no puede ser satisfecha porque el contenido del informe, si bien significa un avance indicativo del Ministerio para cumplir con lo ordenado por el juzgado y la Cámara, resulta insuficiente”, explicita una nueva nota firmada por Casanello tras una semana de la presentación de Capital Humano.

La respuesta del oficialismo, lejos de atenerse al mandato de la justicia, vino por parte del jefe de gabinete, Guillermo Francos. “Lo de Casanello es ilógico y se está metiendo en otro poder del Estado”, expresó Francos, y agregó “es un juez que tiene varios cuestionamientos, tenía varios apodos antes, como que demoraba demasiado, más que lo normal, algunas causas, pero ahora veo que ejecuta con una rapidez inusitada. Él podrá decir que es por la situación de vulnerabilidad de algunos sectores pero está haciendo cosas que no corresponden”. Para jefe de gabinete, “es ridículo” que le “pidan un plan al Ejecutivo”.

El Gobierno salió a jugar fuerte tras la figura de Francos, que enfatizó su protesta ante el nuevo pedido del juez: “Si la justicia cree que hubo incumplimiento de los deberes de funcionario público deberían plantearlo de esa manera. Pero no puede decir esto tenés que hacerlo ya, primero porque los alimentos que estaban en depósito no estaban para eso y más allá de que tenían fecha de vencimiento, y por eso se procedió a repartirlos, es una decisión del Ejecutivo. Es como si el Ejecutivo se metiera en una resolución de Cámara”, expresó.

De esta manera, la tensión escala en el escándalo que pegó en la línea de flotación del Gobierno en varios puntos: exponiendo la insensibilidad social de no repartir alimentos en plena crisis de hambre, destapando casos de corrupción y sobresueldos en las más altas esferas del Ministerio, y generando una crisis política interna en el oficialismo, con fuertes acusaciones cruzadas entre sus referentes y funcionarios. La cartera de Pettovello tendrá, en los hechos, más tiempo para responder, ya que los feriados de la semana próxima estiran el plazo dictado por Casanello. Lo seguro, es que la polémica continuará y el oficialismo más expuesto cuanto más pasen los días sin que los alimentos llegue a quienes lo necesitan.