El campo advierte al Gobierno en 2025 por la “tormenta perfecta”

Uno de los principales sectores que se enlistó detrás de Javier Milei y su equipo de gobierno es el campo. Los números que cosechó en el interior de la Provincia de Buenos Aires, y otros distritos puntales en el desarrollo productivo del agro inclinaron la balanza en favor de La Libertad Avanza (LLA) en las elecciones presidenciales.

Más de un año después del ascenso al poder del conjunto “libertario” muchas promesas se adeudan y las recriminaciones todavía flotan por lo bajo. Pero existen. Y a ellas se le suman los problemas coyunturales, que hicieron que el último fin de semana se prendieran las alarmas rojas en las entidades rurales.

Uno de los principales actores del mercado agroexportador, Los Grobo Agropecuaria (LGA), que desarrolló el “rey de la soja” Gustavo Grobocopatel, dio aviso de que no saldó un pagaré bursátil de 100.000 millones de dólares, con vencimiento el jueves 26. Además notificó que cancelaría los pagos de ese tipo de obligaciones hasta el 31 de marzo, por un total de 10 millones de dólares.

A pesar de que la familia solo controla el 10 por ciento de la firma en estos momentos, la incertidumbre por la relevancia del caso ya se había manifestado en otro de los grandes jugadores del mercado agroexportador. Se trata de Red Surcos, que también había entrado en default por no poder refinanciar pagarés bursátiles.

De fondo hay una situación que aún se contiene pero que puede ser una olla a presión que pueda hacer volar por los aires la relación del Gobierno con los principales representantes del sector. Hay una ecuación básica: hay problemas latentes en los márgenes de rentabilidad de toda la cadena agropecuaria.

El dólar “atrasado” implica menor recaudación por exportación, y a eso se le suma la mantención de las retenciones durante todo el 2024. Al impuesto por exportación del trigo y del maíz, que tributan el 12 por ciento, y la soja, que paga un 33, se le suman factores externos. Los costos dolarizados y la baja de precios internacionales de los granos conforman lo que varios analistas denominan “la tormenta perfecta”.

Esta situación generó que hasta influencers del mundo rural como el creador de contenidos Alexagro1983, figura conocida en TikTok por sus videos sobre el campo, y por ser rabiosamente antiperonista, subiera un video en el que cuestiona el mantenimiento de las retenciones a las exportaciones agrícolas. “"Vamos a tener que cambiar de motosierra o de políticos", planteó al final de la grabación.

A pesar de este escenario de menor rentabilidad en el sector agropecuario, hay un 60 por ciento productores encuestados que piensa que, a un año de su asunción, el presidente Javier Milei cumplió con las expectativas del sector, de acuerdo al Índice de Confianza del campo Ag Barometer de la Universidad Austral.

En este informe destacan que ningún otro gobierno tuvo en tan corto plazo “una baja tan fuerte de la inflación y de las tasas de interés”. Por su parte, un 36 por ciento de los relevados consideró que no cubrió todas las expectativas que había sobre él, y aducen principalmente al hecho de no bajar las retenciones, pero también a “reformas estructurales” y a la “baja de impuestos”.

En este trabajo, en el que se encuestó a 406 productores que tienen un valor bruto de su facturación igual o mayor a 200.000 dólares, aún se mantiene la esperanza en el Gobierno por un mejor porvenir en 2025.

Con la expectativa por la temporada de lluvias en la región agroexportadora, el 72 por ciento proyectó que sus finanzas estarán mejor en los próximos 12 meses; solo un 59 por ciento lo había hecho en la medición de septiembre pasado. Y un 56 por ciento de los productores piensa en invertir en activos fijos en los próximos 12 meses. Por otra parte, una porción numerosa de los encuestados plantea que es tiempo de invertir en activos fijos de la actividad ganadera.

El investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral y director de la encuesta, Carlos Steiger, fue sintético con respecto a la situación general y el margen de maniobra que deberá calibrar el Poder Ejecutivo.

“Se da una situación paradójica, en cierta forma, ya que el Índice de Confianza alcanza los valores máximos de su historia en momentos en que se alzan las voces por la baja rentabilidad del sector agropecuario debido a la persistencia de los derechos de exportación”, expresó.

Después de todo, hay una motosierra que no se encendió en el 2024, y en el campo se reclama a los cuatro vientos.