Atravesado por un creciente conflicto en los aeropuertos que ayer provocó caos en Aeroparque y Ezeiza, el Gobierno Nacional de Javier Milei pisa el acelerador con fuerza para avanzar en la desregulación del área y torcerle el brazo a las agrupaciones y sus medidas de fuerza. En duros términos, una conferencia de prensa pluriministerial anunció esta tarde un paquete de iniciativas que buscan desactivar el poder gremial en el sector, apuntó contra los “terroristas sindicales” y avisó: “Este es el fin de Intercargo como lo conocemos”.

En una nutrida presentación desde la Casa Rosada que contó con la estelar presencia de los ministros Patricia Bullrich (Seguridad) y Federico Sturzenegger (Desregulación y Transformación del Estado), así como del secretario de Transporte Franco Mogetta, el vocero presidencial Manuel Adorni anticipó que en los próximos días se publicará en el Boletín Oficial la desregulación del servicio de rampas en aeropuertos “para terminar con el monopolio de Intercargo” tras la jornada de protestas de este miércoles.

Se va a desregular el servicio de rampas en aeropuertos para abrirle el juego a nuevas empresas y terminar con el monopolio de Intercargo. Además, se va a habilitar a las fuerzas de seguridad a explotar, en casos de emergencia y de manera temporal y excepcional, los servicios aeroportuarios, operacionales y de rampa en general. Esto quiere decir que ningún terrorista sindical podrá tomar de rehén nuevamente a un pasajero o negarse a hacer su trabajo y retener las valijas”, advirtió el portavoz.

El paquete de medidas sucede a los hechos de las últimas horas, cuando luego de una férrea medida de fuerza del personal de Aeroparque y Ezeiza el Gobierno Nacional denunció penalmente por “secuestro” al gremio de aeronáuticos y a Intercargo y dispuso un total de 15 despidos inmediatos en la empresa estatal. Las iniciativas bajan por orden directa del presidente Javier Milei y evidencian la perspectiva de la Rosada sobre el caótico conflicto, que para la administración libertaria es un caso de “terrorismo sindical”.

A este Gobierno no le tiembla el pulso. No le tembló el pulso para sacarle los privilegios al sindicato de pilotos de Pablo Biró y no le tiembla el pulso para sepultar las extorsiones de los delincuentes. Esto no es ni más ni menos que el fin de Intercargo tal y como lo conocíamos hasta ahora”, remarcó en ese sentido Adorni. El plan del Ejecutivo es “habilitar a que nuevos actores puedan incorporarse” y prestar servicios en los aeropuertos y así limitar el poder de acción de las organizaciones gremiales.