El oficialismo celebró la votación con la que resultó aprobada en general la Ley Bases este miércoles en el Senado. Tras el empate 36 a 36, la vicepresidenta Victoria Villarruel desempató con su voto afirmativo, y el Gobierno obtuvo así su primera victoria política de gran relevancia. Inmediatamente después, la Oficina del Presidente publicó un comunicado celebrando la aprobación, agradeciendo a quienes lo acompañaron y convocándolos a un nuevo pacto de mayo.

“La Oficina del Presidente celebra la histórica aprobación en general de la Ley Bases y Puntos para la Libertad de los Argentinos en el Honorable Senado de la Nación”, inicia el texto del oficialismo, y continúa: “Partiendo de 38 diputados y 7 senadores, con grupos terroristas atacando el Congreso, debiendo desplegar las Fuerzas de Seguridad en defensa de la democracia, con la casta política resistiendo y operando hasta último momento, y debiendo recurrir al desempate de la Vicepresidente de la Nación, Victoria Villarruel, el de esta noche es un triunfo del pueblo argentino y el primer paso hacia la recuperación de nuestra grandeza, habiendo aprobado la reforma legislativa más ambiciosa de los últimos cuarenta años”.

El Gobierno calificó de “labor patriótica” el voto afirmativo de los senadores y senadoras que se prestaron para la aprobación, y los convocó a “dejar atrás las políticas de fracaso y miseria”. A su vez, anticiparon que “una vez debatidos en particular los cambios en la Honorable Cámara de Diputados, y concluido el proceso legislativo, el Presidente convocará a gobernadores, ex presidentes, legisladores que apoyaron la Ley Bases y líderes de los principales partidos a abandonar las viejas recetas del fracaso, olvidar las diferencias políticas, abrazar las ideas de la libertad y establecer diez políticas refundacionales para devolverle el futuro a los argentinos”.

Ese proceso, según la promesa del Gobierno, “culminará con la firma del Pacto de Mayo, un compromiso histórico para sacar a la Argentina del pozo en el que la han sumido las vendettas personales, los intereses mezquinos y la ideología pobrista de los últimos 100 años”. Tras la aprobación en general, restará ver qué cambios se incorporan en el debate en particular, y qué tiempos adoptará Diputados para retomar el debate.