Desde julio pasado hasta ahora, Argentina contabiliza más de 120 mil casos confirmados de dengue y un total de 79 muertos a causa de la enfermedad que transmite el mosquito. Sin embargo, el Gobierno sostiene que no es necesario vacunar. 

"Vacunar ahora implicaría que la inmunidad la vas a lograr dentro de 4 meses cuando el mosquito no sea un inconveniente", sostuvo el vocero presidencial, Manuel Adorni, durante su habitual conferencia de prensa. 

A pesar de estar frente a un brote histórico, con varios puntos endémicos en distintos puntos del país, el portavoz explicó que el Gobierno "no ve necesario" que el Estado lleve adelante una campaña de vacunación entre la población. 

“La efectividad no está comprobada”, argumentó el funcionario ante la pregunta de una periodista acreditada en Casa Rosada. 

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Por su parte, hace varias semanas que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) autorizó el uso de la vacuna contra el dengue denominada TAK-003. Es cierto que la vacunación no cumple con la función de bloqueo frente al actual brote de dengue y los expertos hacen énfasis en la necesidad de mantener acciones de prevención como utilizar repelente y evitar el estancamiento de agua, pero sí puede evitar formas graves de la enfermedad. 

El fármaco es de origen japonés y ya se comercializa en el país luego de que la ANMAT aprobara su uso. Sin embargo, pocos pueden accedar a la vacuna ya que cuesta más de 70 mil pesos y ninguna -o casi ninguna- obra social la cubre. La misma ya se aprobó en Indonesia, la Unión Europea, Reino Unido y recientemente en Brasil, donde el gobierno de Lula Da Silva adquirió seis millones de dosis para inmunizar a su población como parte de una campaña nacional.