A través del Decreto 908/2024, publicado este miércoles en el Boletín Oficial con las firmas del presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Economía , Luis Caputo, el Gobierno redujo aranceles para la importación de 89 nuevos productos, entre ellos electrodomésticos y neumáticos. 

Desde Casa Rosada aseguran que la medida permite "equilibrar los niveles de incentivos para la producción, así como también la competitividad y mejorar el precio al que acceden los consumidores".

Sin embargo, la Unión Industrial Argentina (UIA) expresó su “preocupación” ante la decisión del Ejecutivo por la posibilidad de que genere “competencia desleal frente a la importación de bienes terminados y la pérdida de empleos en el sector”.

La medida dispone la reducción de aranceles a la importación para electrodomésticos, neumáticos, fertilizantes y también los principales insumos plásticos.

En concreto, el decreto disminuye las alícuotas de los neumáticos del 35% al 16%, mientras que los de las motos bajan del 35% al 20%. También reduce los aranceles de 30 productos al nivel regional (de entre 9% y 30%), entre los que se encuentran pequeños electrodomésticos, café, cremas solares y garrafas de gas. 

A su vez, insumos como el plástico PET, tubos de cobre e insumos textiles disminuyeron sus alícuotas a valores entre 2% y 20% (hasta hoy eran de entre 12,6% y 35%). 

También se redujo los aranceles sobre 38 maquinarias como hornos industriales, calderas y motores sin producción nacional, que tenían un arancel de entre 12,6% y 35%, y comenzarán a tener un arancel de entre 2% y 12,6%.

Aunque el Gobierno sostiene que la medida busca apalancar el consumo a través de la competencia y la baja de precios, pymes e industriales advierten sobre un potencial efecto negativo sobre el ya golpeado mercado laboral. 

Cabe señalar que en los primeros ocho meses del año, la industria argentina acumuló un hundimiento del 13,6% y, desde agosto de 2023, una caída de 33.617 puestos asalariados.

En ese contexto, la UIA señaló que “la reducción de aranceles (a contramano de lo que está haciendo el mundo y la región), sin que se haya resuelto la falta de competitividad y los costos asociados deteriora aún más la capacidad de la producción argentina frente a la importación".