En un nuevo año, la agenda política no tiene demasiadas novedades y desde el Gobierno volvieron a intentar posicionar como tema de discusión la restricción de ingreso al país de personas con antecedentes. En esta oportunidad, la canciller, Susana Malcorra señaló que "estamos recibiendo inmigrantes que vienen con una carga personal que hay que revisar".

Desde el Ejecutivo se discute si se avanzará a través de un decreto o de una ley y a pesar de que la Canciller dijo que "no podemos volvernos un país cerrado", agregó que "tenemos que ser un país responsable de que acogemos a aquellos que vienen a la Argentina a ser parte de un proyecto con buena voluntad". ¿Qué se entiende por 'buena voluntad'? Esas cuestiones son las que la ley o la revisión de la ley va a tratar de ajustar".

En declaraciones a Clarín, Malcorra manifestó que "cuando estás recibiendo gente que ya de por sí tiene un registro de delincuencia, es una situación particular, no es un migrante es eventualmente alguien que está escapando de la ley, o alguien con estado de inmigración que al mismo tiempo delinque".

Con un tono más progresista, la Canciller agregó que "al mundo le fue muy mal siendo xenófobo. No llegamos a ningún buen puerto con eso. No es que cualquiera puede entrar, pero tampoco podemos estigmatizar y cerrarnos, porque nuestro país es lo que es por los inmigrantes que vinieron".

A fines del año pasado, no sólo desde el Ejecutivo salieron a cuestionar el ingreso al país de personas con antecedentes. Son recordadas las declaraciones del Jefe de Bloque del Frente Para la Victoria en el Senado, Miguel Ángel Pichetto que había dicho públicamente que "Argentina funciona como ajuste social de Bolivia y ajuste delictivo de Perú" y había disparado que nuestro país "incorpora esta resaca porque no aplica control migratorio".