El impacto en los mercados tras la expropiación de Vicentin
Economistas y representantes políticos debaten el impacto de la noticia en los mercados, las acciones y la inversión
El anuncio del presidente Alberto Fernández acerca de la intervención de la empresa Vicentin dividió las posiciones en el escenario político, e incluso desde sectores de Juntos por el Cambio discuten la legalidad de la medida. Sin embargo, gran parte de la discusión se lleva adelante en el ámbito económico y en las consecuencias que puede tener en el mercado de alimentos, de acciones y en las futuras posibles inversiones.
Las primeras noticias que colmaron las portadas de diferentes medios de comunicación estuvieron vinculadas a la caída de las acciones argentinas. “Quien se llevó la peor parte fue el mercado de acciones, ahí es donde tenés un impacto directo de este tipo de noticias”, aseguró el economista Gustavo Neffa en conversación con Diagonales. “Lo que tenés es una caída fuerte que, de todas maneras, no desentona mucho con lo que pasa en el resto de Latinoamérica y economías emergentes pero sí que se ve exacerbada por este tipo de noticias”.
Neffa resaltó que mientras las acciones de YPF ayer habían subido notablemente, hoy se mantuvieron relativamente estables y descendieron alrededor de un 2 por ciento. Sin embargo, un empresa manufactureras como Ternium, que en Venezuela ya fue estatizada, cayó un 7 por ciento. “También se sintió el impacto en algunas empresas eléctricas” describió el economista y agregó que ello se debe en parte, a que “el sector eléctrico es el blanco perfecto para la nacionalización, porque es un activo estratégico y es donde en más de una ocasión se habló que podría haber algún tipo de intervención”. Por otro lado, Neffa señala que curiosamente el impacto en las acciones agropecuarias no fue tan grande como se podría haber pensado. En el caso de Cresud, por ejemplo, las acciones descendieron un poco más del 2 por ciento, mientras que las de Molino no llegaron al 4.
Estos comportamientos en el mercado de cotizaciones también generaron diferentes lecturas dependiendo de las posturas ideológicas y se convirtió en otro punto de debate. En ese sentido, el economista Martín Tetaz también dialogó con este medio y afirmó que “el mercado de acciones de Argentina es muy chico, el mercado de capitales practicamente no existe, está muy subdesarrollado, entonces obviamente una noticia como ésta lo noquea, más de lo que ya está. Es como pegarle a un enano”.
“Hoy se derrumbaron todas las acciones” aseguró e hizo mención al ejemplo de la compañía Ternium “que es uno de los grupos que ya estatizaron en Venezuela y que uno puede pensar que cabe la posibilidad de que lo estaticen acá, pasado mañana”. Además agregó que “la mayoría de las empresas cayeron fuerte”, pero aclaró que “es un dato a tomar con pinzas porque el mercado argentino es muy pequeño”.
Por su parte, el economista Hernán Letcher aseguró que las acciones “van a volver a subir”. Y sostuvo que “hay una reacción fuerte del empresariado pero no porque les preocupa que les puedan expropiar sus compañías, sino porque no quieren que el Estado participe en la economía porque no les gustan las regulaciones, ni que se sepa lo que hacen. Si vos tenés Vicentin que exporta por ejemplo 1000 toneladas de granos y paga impuestos por 100, pero tenés a Cargill que exporta por mil y paga por cincuenta, entonces algo raro hay. Eso no lo van a poder hacer más y es obvio que no les va a gustar”.
En su discurso, el Presidente Fernández habló del concepto de “soberanía alimentaria” y destacó que la intervención de una empresa como Vicentin era un paso más para alcanzarla. Sobre este punto, Letcher destacó la noción utilizada por el mandatario y señaló que “en Argentina tenemos problemáticas relacionadas con el hambre, lo que llama poderosamente la atención en un país productor de alimentos. Me parece que la posibilidad de que Vincentin intervenga no sólo en el sector agroexportador, sino también en otros segmentos de la producción puede ayudar a que los argentinos podamos comer y que pagar nuestra comida no sea inalcanzable, que no se paguen precios internacionales por cosas que producimos en nuestro país en demasía”.
Además, Letcher destaca el rol que Vicentin podría tener como exportador en la economía local, bajo lo órbita estatal: “Vicentin en manos del Estado puede permitir por un lado darle mayor transparencia a este sector de actividad, pero además que sea una referencia en términos de precios de exportación, algo que hace YPF en el sector hidrocarburífero pero en este caso en el sector de la exportación de granos. Con un aditamento, Argentina suele tener problemas con la escasez de divisas, con las exportaciones de Vicentin tenés una buena fuente ingresos para por ejemplo neutralizar operaciones económicas, que se han visto en Argentina, relacionadas con la retención de granos con el objetivo de presionar sobre el tipo de cambio. Si eso pasara, Vicentin podría liquidar sus granos y descomprimir esas presiones”.
Por otro lado, Tetaz difiere profundamente y sostiene que en principio “no tiene goyete plantear la soberanía alimentaria de un país que ya es soberano y que exporta los alimentos al resto del mundo”. Además el economista de La Plata, asegura que “la intervención prácticamente no tiene impacto en el mercado de alimentos” porque la empresa Vicentin “es muy fuerte en la producción de harina y aceite de soja que es todo para exportación y los precios de los productos alimenticios están fijado por lo que pasa en el mundo con los precios internacionales, para regular los precios del mercado local el Estado tiene una herramienta mucho más fuerte que son las propias retenciones y las usa”.
A partir de ayer, otro de los ejes de discusión que se desató fue el impacto que podía tener en próximas y futuras inversiones en el país. Muchos de los que critican la intervención de la firma cerealera, temen que otras empresas no quieran desembarcar en Argentina. Si embargo, Letcher se ríe cuando se le pregunta si la acción del Estado Nacional puede causar reticencia en nuevas inversiones. “Venimos de un país que se cayó a pedazos cuatro años, que está en default desde hace rato, renegociando su deuda porque no puede pagar las acreencias asumidas en un cortísimo plazo. Estamos hablando de un país donde no llegó un solo dólar de inversión y donde el poder adquisitivo se retrajo recurrentemente a lo largo de los últimos cuatro años, que además ahora se ve claramente afectado por el coronavirus, ¿de qué me están hablando?, preguntó. “En una economía como la Argentina que está fuertemente motorizada por el consumo, si vos querés que a la economía le vaya bien y haya inversión, arrancá por que a la Argentina le vaya bien” opinó el Director del Centro de Economía Política Argentina.
Sin embargo, de más está decir, que un economista como Tetaz no comparte esta mirada y asegura sin ninguna duda que “el factor más negativo tiene que ver con la inversión extranjera, es muy difícil que una empresa que está pensando en hacer una inversión lo haga en un país donde lo puedan expropiar. Más bien lo que hacen este tipo de situaciones es acelerar la salida de los que están. Entonces es difícil imaginarse a una empresa privada viniendo, salvo en los sectores donde no hay otra posibilidad.En ese sentido, uno puede pensar que las inversiones energéticas argentinas están un poco más salvadas porque la energía está acá, Vaca Muerta no está en otro lugar, pero de todas maneras es una pésima señal”.