Tras un largo período de transición, ya es oficial: Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner asumieron como presidente y vicepresidenta de la República Argentina. La dupla recibió los atributos por parte de Mauricio Macri y Gabriela Michetti este mediodía en el Congreso, en el marco de una jornada de festejos que se extenderán a lo largo de la tarde.

Minutos antes de las doce del mediodía, Alberto Fernández se trasladó desde Puerto Madero hasta el Congreso manejando su automóvil particular junto a su pareja Fabiola Yáñez, siendo acompañado por una multitud que se acercó a saludar y sacar fotos al nuevo jefe de Estado. Casi en simultáneo, arribó también automóvil al palacio parlamentario Cristina Fernández de Kirchner.

Allí, ambos mandatarios fueron recibidos por Gabriela Michetti, Sergio Masa y Claudia Ledesma Abdala. De la misma manera se hicieron presentes figuras como Axel Kicillof, Cristian Ritondo, José Luis Gioja, Daniel Scioli. Hacia las doce del mediodía, la dupla presidencial prestó juramento. Tras el ingreso del presidente saliente Mauricio Macri, se oficializó el traspaso de mando con la entrega de la banda y el bastón presidencial.

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“No quiero usar frases gastadas y artificiales. Desde la esperanza de millones de compatriotas que expresaron millones de compatriotas el pasado 27 de octubre, vengo a trabajar en pos de un nuevo contrato ciudadano. Ha llegado la hora de abrazar al diferente. Es tiempo de empezar por los últimos para llegar a los todos”, expresó Fernández en un discurso donde ponderó la idea del consenso, la pluralidad de opiniones y fortalecer la democracia.

“Sobriedad en las palabras y expresividad en los hechos. Sin distinciones, para poner a la argentina de pie. Hoy más que nunca hay que poner a la Argentina de pie. Supone recuperar un equilibro social que hoy no tenemos.

Tenemos que ser consciente de las profundas heridas que hoy padecemos. Quiero convocar esta Argentina unida a una nueva mirada de humanidad, para reconstruir los vínculos entre nosotros. Tengo la necesidad de compartir la convicción que tengo”, sostuvo.

Frente a la pobreza, la definición de Fernández remarcó que “los marginados y excluidos, los afectados por la cultura del descarte, necesitan ser comensales en la misma mesa. En la mesa grande de una nación que tienen que ser nuestra casa común”. En esa misma línea, Fernández ratificó la creación del Consejo Social Contra el Hambre, proyecto puesto en marcha en las últimas semanas.

Asimismo, se refirió a la puesta en marcha de un “conjunto de acuerdos básicos de solidaridad” a acordar con el campo, el empresariado, los trabajadores y las organizaciones sociales. En cuanto a la deuda, expresó: “Para poder pagar hay que crecer primero. Tendremos una relación constructiva con el FMI. El gobierno saliente tomó esa deuda sin producir los dólares necesarios para pagarla. Tenemos que trabajar responsablemente”.

“Tenemos que superar el muro del rencor, el odio y el hambre, que deja afuera a millones de hombres y mujeres, y de despilfarro de las energías productivas. No quisiera que estas palabras fueran un monologo sino una reflexión profunda y sincera. El sueño de una Argentina unida no necesita unanimidad ni uniformidad. Partimos de que toda la verdad es relativa. De esa suma, podemos alcanzar una verdad superadora, supo decir Néstor Kirchner. Soy consciente de que si actuamos de buena fe podemos identificar prioridades urgentes”

Además de reiterar su compromiso con los derechos humanos y los programas de Memoria, Verdad y Justicia, el presidente envió sus mensajes al aparato judicial, al que le dedicó un “nunca más” en referencia a “operaciones judiciales, servicios de inteligencia y los poderes de turno”. El mismo mensaje dirigió a las persecuciones políticas en especial a referentes encarcelados de manera preventiva.

Asimismo, también asumió el conjunto de ministros del Gabinete de Fernández, donde se destacan nombres como Eduardo “Wado” De Pedro, Roberto Salvarezza, Ginés González García, Santiago Cafiero, Gabriel Katopodis, Nicolás Trotta, entre otros.