Fernández se despidió con un pedido a Javier Milei: "No es razonable pensar en un ajuste"
A las 18 horas, se emitió un mensaje del Presidente saliente en el que hizo un repaso de su gestión y del legado que deja en el país.
Este viernes, como presidente saliente de la República Argentina, Alberto Fernández, se dirigió al país en un discurso de despedida. Este evento, que fue transmitido en cadena nacional a las 18 horas, marcó el cierre de su mandato antes del traspaso de poder el próximo domingo. “No es razonable pensar en un ajuste”, fue el mensaje que le envió a Javier Milei.
Fernández aprovechó la ocasión para realizar un exhaustivo repaso de su gestión, abordando los principales desafíos que enfrentó durante sus cuatro años en el cargo. La pandemia, la crisis en Rusia y Ucrania, así como la sequía, fueron temas destacados en su discurso, donde el presidente saliente subrayó el compromiso de su Gobierno con la democracia y resaltó los logros alcanzados durante su gestión.
"Asumí el Gobierno en una situación calamitoso, con altísimos índices de pobreza e inflación", manifestó Fernández en referencia a lo que le dejó Mauricio Macri. Y reconoció: "No logramos superar la herencia".
"En este tiempo no logramos resolver una matriz económica solida que permita el acceso a una vida digna. Ampliamos derechos pero faltan", manifestó el Presidente quien dijo que quería "repasar algunos hitos” de su paso por la presidencia.
En el video, Fernández detalló la situación económica del país que le deja al líder libertario, Javier Milei. "El año entrante ingresarán, producto de nuestras exportaciones agrícolas y ganaderas, de nuestras exportaciones de gas y de litio, alrededor de 35.000 millones de dólares. Además, gracias al gasoducto que construimos, dejaremos de gastar 5.000 millones de dólares para importar gas licuado. De aquí hasta el 2030 las estimaciones marcan que las exportaciones sumadas de bienes y servicios crecerán el 80%”, expresó.
El presidente saliente le pidió a Milei que no realice los ajustes que él mismo adelantó en la campaña electoral: "Con semejante escenario no es razonable pensar en un ajuste que detenga nuestra producción y restrinja el empleo y el consumo que tanto nos ha costado recuperar. Debemos cuidar que bajo el argumento de querer resolver el problema fiscal, no se vulneren los derechos de los que trabajan ni se frustren las aspiraciones de los que invierten y producen”, advirtió.
“Sabemos que no alcanzamos los objetivos que nos propusimos en el fortalecimiento del ingreso, la lucha contra la inflación y la disminución de la pobreza. Porque las circunstancias y el contexto no nos acompañaron y también porque deberíamos haberlo hecho mejor o diferente. Asumí el gobierno en diciembre del 2019 en una situación calamitosa, con altísimos índices de pobreza e inflación y una deuda que nos comprometía por generaciones. Soy plenamente consciente de que el voto popular de ese momento expresaba la esperanza de terminar de una vez y para siempre con esa herencia y que no logramos plenamente el cometido”, admitió.
Y agregó: “Siento satisfacción con todo lo hecho y construido, pero también siento pesar por no haber podido concretar todo lo que nos propusimos alcanzar. Lo que faltó hacer, lo que nos impidieron hacer, lo que no debimos hacer o lo que debimos haber hecho de otro modo. Sé que en todo tengo responsabilidad. Aun cuando fue singular el momento en que nos tocó gobernar y aun cuando el contexto argentino tornó todo más complejo, no estoy aquí para cargar culpas en otros”.
Además, destacó el trabajo realizado por las empresas estatales. Elogió a Aerolíneas Argentinas, YPF, Aysa.
El discurso, de media hora, fue cuidadosamente elaborado durante el último fin de semana en coordinación con su vocera Gabriela Cerruti.