La ministra de Seguridad Patricia Bullrich no pisó hoy el Congreso ni sus inmediaciones, no presenció la represión de la Policía en plena marcha contra el veto a las jubilaciones, y, tal parece, tampoco observó los crueles videos que circulan sobre el fuerte accionar de las fuerzas. Por eso, lejos de condenar el accionar de los efectivos que “gasearon” a una niña de 10 años en la cara, la funcionaria avaló la actitud de los agentes y culpó a la madre de la víctima por “violenta”.

“Madre irresponsable y violenta. En estas últimas marchas hubo un grupo de militantes que fueron con piedras y palos a pegarle a la Policía, y ahora dicen que la Policía le tira gases a una nena”, alegó la excandidata presidencial en referencia al preocupante episodio transcurrido esta tarde en el centro porteño, donde la Policía atacó a jubilados, jóvenes y trabajadores de prensa con balas de goma, escudos, palos, gases pimienta y gases lacrimógenos en el marco de un nuevo operativo del “protocolo antipiquetes”.

X de Patricia Bullrich

El objetivo de las fuerzas era dispersar y reducir a los manifestantes presentes en los alrededores del parlamento mientras, dentro, la Cámara de Diputados votaba a favor de mantener el veto a la suba de las jubilaciones promulgado por el presidente Javier Milei. En ese marco, un singular hecho de violencia retrató el cruel e indignante despliegue policial: los agentes “gasearon” en la cara a una niña de 10 años en la calle. La nena debió recibir atención médica urgente en el lugar.

Sin embargo, en lugar de solidarizarse con la víctima o, al menos, desaprobar el accionar de las fuerzas de Seguridad, Bullrich se puso del lado de la Policía y aseguró: “La responsabilidad de llevar a una nena de 10 años a una marcha rodeada de personas violentas es responsabilidad de esta madre irresponsable. Ya les dijimos, llevar a los chicos a las marchas está prohibido. Los chicos a las marchas, no”. No mencionó nada ni se preocupó por el estado de la niña, quien bien podría haber circulado allí por casualidad en el momento del ataque.