Kicillof hizo de local y juntó a todos en el primer gran gesto político del peronismo frente a Milei
El gobernador encabezó una cumbre en La Plata con todos los sectores del PJ. No hubo definiciones en torno a un plan de acción, pero se mostró músculo y cohesión. Agenda bonaerense y reclamos al Presidente. Massa, Máximo, Wado, albertismo e intendentes, todos en la mesa de Kicillof.
Javier Milei puso a buena parte del sistema político y de la sociedad en modo resistencia en menos de dos semanas desde su asunción. El mega DNU con el que el Presidente intenta modificar todas las bases de la economía y los contratos en el país, algo que cada vez huele más a un paso previo a retomar con fuerza su idea de la dolarización, cosechó todo tipo de rechazos y negativas desde su pronunciamiento el miércoles por la noche. Fundamentalmente por la forma, el pasar por arriba al Congreso y arrogarse facultades legislativas derogando o cambiando leyes con décadas de vigencia y mucha discusión política previa, pero también por el contenido de fondo con su espíritu de desregulación absoluta, la medida abroqueló en su contra a todo lo que no fuera el PRO duro, la Sociedad Rural y el gran empresariado argentino. El rechazo llegó hasta las cacerolas y las protestas proliferan en todo el país. En las concentraciones, buena parte de las declaraciones de los manifestantes piden por la acción de la dirigencia opositora.
En ese contexto, en el peronismo como estructura política dio este viernes su primer gran gesto y Axel Kicillof fue el gran protagonista. Los máximos referentes del PJ, funcionarios provinciales, intendentes, diputados y senadores nacionales por las PBA se reunieron en el Salón Dorado de la gobernación bonaerense por casi tres horas para empezar a diagramar la resistencia. Si bien con anterioridad los bloques legislativos nacionales de UP en ambas cámaras se posicionaron contra el DNU, y ayer recibieron a las centrales obreras para discutir una estrategia conjunta en su rechazo, la reunión de esta tarde fue la primera gran foto política de unidad de un peronismo que comienza a activarse a 12 días de la asunción de Milei.
Kicillof comandó la reunión en la que hizo una profunda lectura política del DNU de Milei y el impacto económico que tendrá en la sociedad en general y especialmente en la provincia. “Hicimos un diagnóstico de la situación que se está viviendo tras la devaluación y acerca de cómo está afectando el programa económico que, producto de un ajuste fiscal y monetario, termina impactando en los ingresos de toda la sociedad, pero sobre todo de los sectores populares” dijo Kicillof tras la reunión.
Tanto el gobernador como posteriormente el flamante ministro de Gobierno, Carlos Bianco, hicieron énfasis en una crítica de fondo al DNU. “Más allá del planteo sobre la validez del decreto, es preocupante su contenido: eso que llaman desregulación es en realidad un verdadero desguace” expresó Kicillof. Bianco, por su parte, afirmó en declaraciones radiales a la salida del encuentro que más allá de la “forma antidemocrática, porque la mayoría de las leyes que se derogan no tienen necesidad ni urgencia, ante todo no estamos de acuerdo con el contenido”. En este punto el peronismo comienza a sentar una posición distinta a la expresada por otros sectores que también criticaron el decreto, como la UCR o el bloque de Cambio Federal, que atacaron fundamentalmente la medida por el salteo al Congreso.
En el plano bonaerense, el gobernador hizo hincapié en cómo la falta de definiciones a nivel nacional complica las previsiones en la provincia de cara al año que viene. “En la reunión que mantuvimos los gobernadores con el Presidente, le dije claramente que las provincias necesitamos saber cuáles son las estimaciones que proyectan en términos de inflación y actividad. Es responsabilidad del Gobierno Nacional plantear las bases macroeconómicas para que luego cada provincia pueda elaborar sus presupuestos: hoy no tenemos un escenario claro que nos permita planificar el próximo año” lanzó Kicillof.
Bianco profundizó esa línea en una entrevista en Radio con Vos, en la que afirmó que en el Gobierno provincial “no sabemos qué va a pasar con la obra pública en ejecución, estamos esperando precisiones porque no se ha dicho nada y tenemos muchas obras en ejecución en la PBA”. A su vez, el ministro de Gobierno bonaerense sentenció “tampoco sabemos cuáles van a ser los recursos que pongan a disposición de la provincia, y como no hay presupuesto nacional no tenemos elementos para nuestras previsiones en la PBA”.
Sin embargo, el tono bonaerense no terminó siendo lo más destacado del encuentro. La centralidad se la llevó la potente imagen del Salón Dorado lleno de dirigentes de la primera línea del PJ, reunidos cara a cara por primera vez bajo la presidencia de Milei.
El encuentro marcó también el regreso del ex candidato presidencial, Sergio Massa. El líder del Frente Renovador había mantenido una reunión con sus legisladores cercanos en la semana, en lo que fue su primera aparición política tras la derrota en el balotaje. Pero este viernes, Massa de sentó al lado de Kicillof e intervino ante toda la estructura del PJ bonaerense. Massa comienza a volver a la cancha quizás antes de lo esperado, y aunque en su entorno deja correr que el ex ministro de Economía no está del todo convencido en embanderarse en una oposición férrea a tan poco de iniciada la nueva gestión, lo concreto es que esta semana ya apareció dos veces y la propia dinámica de la política del peronismo puede llevarlo a volver a levantar el perfil.
La Cámpora también dijo presente, en un gesto de acercamiento para con Kicillof. A la derecha del gobernador, y después de Verónica Magario, se sentó Máximo Kirchner. El todavía presidente del PJ bonaerense y líder de La Cámpora retomó un contacto más fluido con Kicillof, y hoy estuvo acompañado también por importantes referentes de la organización como los senadores Eduardo Wado de Pedro y Juliana Di Tullio.
También los diputados nacionales por la provincia fueron parte del encuentro, y de todas las tribus que componen la familia del peronismo hoy también estuvieron quienes hasta hace poco respondían al ex presidente Alberto Fernández. Victoria Tolosa Paz y Santiago Cafiero, que ganaron sus bancas en las generales de octubre, engrosaron las filas de la foto de unidad que Kicillof construyó desde la trinchera bonaerense de la resistencia.
Junto a los legisladores nacionales y provinciales, y los referentes políticos del peronismo, este viernes se acercaron hasta La Plata los 84 intendentes de Unión por la Patria. Los jefes comunales del PJ tienen por delante el enorme desafío de contener en los territorios la crisis económica que se disparará a medida que avance el plan motosierra de Milei. En ese sentido, la alianza con Kicillof resulta estratégica a la hora de conseguir recursos provinciales, a la vez de ensanchar la espalda de la PBA para pelear por recursos nacionales. Para el gobernador, una buena sintonía con los intendentes resulta determinante, y en esa línea se trabaja fundamentalmente desde la Mesa de Ensenada, con la preponderancia de pesos pesados como Fernando Espinoza, Mario Secco y Jorge Ferraresi. Andrés “el cuervo” Larroque, que también orbita ese espacio en el que se apoya Kicillof, estaba hoy en la primera fila de dirigentes bonaerenses.
En concreto, en la reunión no se tomó ninguna definición en torno a una estrategia a seguir. Sí se discutió al Congreso como uno de los lugares de resistencia ante la avanzada del DNU, pero no quedó establecida una conducción unificada ni una línea de acciones. Más bien, el mensaje político tuvo que ver con el encuentro en sí, que reunió a la primera plana de Unión por la Patria en un momento en el que ya no hay margen para que la dirigencia se calce definitivamente el traje de oposición al Gobierno de Milei. Y, por supuesto, todo bajo la localía y la comandancia de Axel Kicillof, gobernador de la trinchera bonaerense, que comienza activarse para la resistencia.