Lejos quedaron, tal parece, aquellas postales de resistencia en las calles contra la motosierra del presidente Javier Milei que supieron llevar a un mega paro general en enero y otro en mayo: este martes, como muestra de su nueva faceta “dialoguista”, la Confederación General del Trabajo (CGT) descartó los rumores sobre una nueva medida de fuerza nacional y blanqueó que apostará a alcanzar acuerdos con el Gobierno libertario. Con ello, se desmarcó nuevamente de su cotitular Pablo Moyano, de perfil más combativo contra la gestión libertaria.

“No habrá ningún paro. No está en nuestra agenda”: con esos términos, lisos y llanos, la central obrera rechazó impulsar otro paro general contra la administración de La Libertad Avanza (LLA). La definición llegó tras una reunión de la mesa chica que conduce la agrupación sindical y reinstauró la disidencia con el líder de Camioneros Pablo Moyano, miembro del triunvirato que dirige la CGT junto a Héctor Daer y Carlos Acuña, que exigía la realización de una protesta en líneas similares a la hoy anunciada por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) para el 5 de diciembre próximo.

La interna combina también una disputa familiar: la de Pablo Moyano ante su padre Hugo Moyano, quien dejó saber a las autoridades de la central obrera que no concuerda con el pedido de paro general de su hijo. La postura del histórico dirigente sindical coincide en ese sentido con la de la mayor parte de la cúpula cegetista, que durante los últimos meses se inclinó por una oposición más liviana y menos confrontativa para, en su lugar, impulsar una salida dialoguista para muchos de los reclamos que mantiene el sector gremial.

En esa línea se han ubicado las últimas apariciones de los altos dirigentes de la CGT en la Casa Rosada, donde se vieron las caras con el jefe de Gabinete Guillermo Francos en aras de la conformación de una mesa tripartita que incluya asimismo al ala empresarial. “Apostamos al diálogo, lo volvemos a ratificar, y esperamos la convocatoria del Gobierno”, ratificó la mesa chica en declaraciones a Clarín esta tarde, luego del cónclave. Mientras tanto, Pablo Moyano no asistió y muestra el recrudecimiento de la interna en la agrupación.