La Iglesia católica salió al cruce del Gobierno por la situación de jubilados y comedores
La Conferencia Episcopal lanzó un duro mensaje contra la política económica y social del oficialismo.
Los obispos, reunidos en la 124° Asamblea Plenaria del Episcopado, emitieron un comunicado con cuestionamientos a las políticas sociales y económicas del gobierno de Javier Milei. La Iglesia Católica cuestionó la falta de asistencia a comedores, la paralización de programas en barrios populares, la situación de extrema vulnerabilidad de los jubilados y el avance del narcotráfico.
La Conferencia Episcopal sostuvo que que en la actualidad, “a muchos abuelos y abuelas se les presenta el drama de elegir entre comer o comprar los medicamentos porque la jubilación no alcanza".
Además, advieritó sobre el cierre de “comedores comunitarios por falta de asistencia” que hace que "muchos vecinos se quedan sin la posibilidad de esa comida en el día”.
Con un texto titulado “En tiempos difíciles, amar a los demás y alegrar sus vidas”, los obispos argentinos expresaron: “Se ataca la vida inocente que no ha nacido, y, a la vez, la igualmente sagrada vida de millones de niños y niñas ya nacidos que se debaten entre la miseria y la marginación".
A su vez, criticaron “la discontinuidad de políticas públicas de integración de barrios populares, logradas con el consenso de gobiernos de distintos signos políticos y representantes legislativos”; el desplazamiento de “familias despojadas de su tierra natal en beneficio de intereses económicos”; y los despidos tanto en el ámbito público como privado al asegurar que "hermanos que pierden su trabajo, sienten que su vida está de sobra, y que no pueden poner el hombro en la construcción de la Patria”.
Por otro lado, la Iglesia expresó preocupación por el avance de "la pandemia silenciosa del narcotráfico, que utiliza a los pobres como material de descarte, que promueve el sicariato, que seduce con dinero manchado de sangre a miembros del ámbito político, de la justicia y del mundo empresarial”.
Al cierre del comunicado, la Conferencia Episcopal envió un mensaje de “esperanza” que describió como un “don” que "nos sostiene en tiempos difíciles y a la vez nos anima hacia adelante sin bajar los brazos, tomados de la mano de los más vulnerables con los que vamos haciendo camino para, entre todos, construir la Patria de fraternidad que anhelamos y por la que tantos dieron su vida”.