En una semana en la que el oficialismo recibió golpes políticos desde distintos frentes, finalmente consiguió uno de los grandes objetivos que viene persiguiendo hace meses. La Ley Bases y el paquete fiscal tienen fecha de tratamiento en el Senado para la semana que viene, en lo que podrá ser un paso adelante para el Gobierno tras duras semanas en las que no pudo controlar la agenda, sufrió bajas importantes de su estructura política, quedó atravesado por casos de corrupción y debió afrontar el nerviosismo de los mercados ante esa inestabilidad política.

“Por Secretaría cítese a los Senadores a Sesión Pública Especial, para el día miércoles 12 de junio del corriente, a las 10:00”, establece la comunicación que lleva la firma de la vicepresidenta y titular de la Cámara Alta, Victoria Villarruel.

Entre los temas que serán tratados el próximo miércoles en el Senado, se incluyeron “Dictamen en el proyecto de ley venido en revisión, sobre Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, así como también el “Dictamen en el proyecto de ley venido en revisión, sobre Medidas Fiscales Paliativas y Relevantes”.

De esta forma, la semana que viene marcará un punto de inflexión para el devenir del Gobierno, apenas cumplidos sus primeros 6 meses de gestión, justo en un momento donde la realidad económica, política y social se complica cada vez más. Los escenarios abiertos son múltiples, y aunque todo parece indicar que el oficialismo logrará la aprobación de la ley y el paquete fiscal, ninguna opción puede descartarse de ante mano.

Esta semana Unión por la Patria, el radicalismo y sectores dialoguistas como el bloque de Hacemos Coalición Federal lograron imponerle al Gobierno una nueva fórmula de actualización de los haberes jubilatorios en Diputados. Más allá del anticipo del veto por parte de Milei, la jugada dio cuenta que el Poder Legislativo puede instituirse en un polo de contrapeso al impulso arrollador del Gobierno, marcándole la agenda y trazándole límites.

El escenario en la Cámara Alta es otro, ya que UP está a sólo 4 senadores de la mayoría simple que le permitiría rechazar la ley, aunque el avance del diálogo entre el Gobierno y actores determinantes como el radical Martín Lousteau, en la previa uno de los posibles aliados del peronismo para rechazar el proyecto, presuponen que al menos en general la ley podría ser aprobada.

Sin embargo, otras variables entran a jugar en el contexto de unas semanas calientes. Una será la capacidad de presión que pueda ejercer la calle el próximo miércoles. Tanto la CGT, empujada por Pablo Moyano, como las CTA ya anunciaron que movilizarían el día del tratamiento. No son los únicos sectores. El Gobierno bonaerense también se expresó en boca de sus principales referentes adhiriendo a la convocatoria para marchar al Congreso cuando el proyecto de ley pasara al reciento.

Por otro lado, las amenazas del oficialismo en torno a nuevos recortes a partidas presupuestarias y para las provincias como respuesta a la sanción en Diputados de la nueva fórmula jubilatoria también es un elemento a considerar. Senadores y senadoras de las provincias afectadas por la motosierra de Milei tendrán que definir si le entregan la victoria política al Gobierno de votarle la ley justo cuando el nuevo jefe de gabinete los acorrala con anuncios de mayores ajustes.

Finalmente, habrá que prestar atención también a si la lay resulta aprobada con cambios, ya que eso derivará en una nueva instancia en Diputados, que deberá volver a votarla con las modificaciones que planteen los senadores. Todo en un contexto económico y social en el cual los indicadores muestran una realidad apremiante, los nuevos aumentos en las tarifas castigan los bolsillos de las clases medias y populares, y el oficialismo empieza a sentir los golpes de su falta de gestión y los casos de corrupción que empiezan a aflorar.