A partir de este jueves 1 de agosto, la nafta y el gasoil tendrán un nuevo aumento luego de que el Gobierno definiera aplicar una suba del 1% en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL). Este incremento tendrá un impacto de hasta un 3% promedio en los surtidores.

Con una inflación del 79,8% en los primeros seis meses de año y una nueva -aunque leve- alza del indicador en junio, la obsesión del ministro Luis Caputo es desacelerar el aumento de precios. Por ese motivo, el Ejecutivo decidió que el incremento del impuesto a los combustibles no sea tan alto como estaba previsto y así evitar una suba aún mayor en el valor de la nafta y el gasoil para los consumidores. 

Con ese objetivo en mente, el Gobierno volvió a diferir el incremento del ICL que se planeaba originalmente (al igual que lo había hecho en mayo, julio y julio) y que suponía un salto en surtidores entre el 10% y el 15%.  

Con el nuevo aumento aprobado, a partir de mañana la nafta súper de YPF, líder local con cerca del 60% del mercado, pasará de $941 a $970 por litro en la ciudad de Buenos Aires. En tanto, el gasoil saltará de $979 a $1.008 por litro. 

El incremento en surtidores está por debajo del incremento de precios esperado por el Gobierno para el mes de julio que según las proyecciones del Palacio de Hacienda rondaría el 3,7%. Sin embargo, desde que asumió Javier Milei los combustibles tuvieron un aumento mayor al 126% promedio; un porcentaje muy por encima de la inflación acumulada.