Ataques coordinados, revelaciones de información en off, agresiones en manada, agenda setting y reverberación virtual: esas y más son las tareas que desempeña la inmensa máquina digital libertaria comandada por el asesor estrella del Gobierno Nacional Santiago Caputo, integrante del “triángulo de hierro” del presidente Javier Milei, que tiene a su cargo cerca de 20 cuentas “troll” en redes sociales para impartir las directrices de la columna vertebral de la Casa Rosada y hacerle sentir el rigor a sus adversarios cercanos y lejanos. Y los detalles se conocieron este lunes.

Que el “arquitecto” Santiago Caputo maneja la estrategia de La Libertad Avanza (LLA) en las plataformas ya era sabido. La data se le escapó al propio Fernando Cerimedo, asesor digital del Gobierno Nacional y promotor de la derecha argentina y sudamericana, quien sin querer reconoció que la granja de trolls actúa bajo las órdenes del peaky blinder. Que es él mismo quien tiene acceso a más de 20 cuentas a través de las que ordena a la tropa, en cambio, es información nueva que revela a qué se dedica en el día a día la misteriosa figura de la mesa chica mileísta.

“No tengo específicamente cuáles son las 20 cuentas. Lo que sí sé es que Santiago Caputo, de quien todos conjeturamos desde dónde escribe porque La Libertad Avanza tiene un poder de fuego muy importante en redes sociales, maneja la comunicación en el Gobierno. Y no tiene una sola cuenta, como se especulaba, sino que tiene 20 cuentas”, develó en diálogo con Radio Mitre este lunes el periodista Santiago Fioriti, quien sigue de cerca el despliegue digital de la maquinaria libertaria y da fe de los andares y desmanes que ocurren tras las bambalinas virtuales.

Ampliar contenido
Instagram de diagonalesweb

“En realidad, estrictamente, las 20 cuentas no son de él: las toma prestadas para bajar línea. Muchas veces nos enteramos por Twitter de que tal o cuál funcionario renuncia, que está en la cuerda floja o que lo quieren echar; nos enteramos del discurso oficial, del decálogo libertario… Santiago Caputo toma prestadas cuentas de militantes libertarios que ‘gentilmente’, con comillas, se las brindan para que él se loguee y escriba, dispare, con lo que él quiere volcar con información, con intimidación, o incluso marcando el rumbo del Gobierno”, explicó.

“Esto es lo nuevo: él mismo se loguea a través de 20 cuentas que se supone que son de militantes amigos de él. Uno tiene que ir descubriendo si esto lo escribe realmente Caputo. Ahora nos damos cuenta de que muchas veces efectivamente eso pasa: baja línea a través de Twitter y muchos militantes después se pliegan y lo hacen viral”, agregó Fioriti. Los ejemplos del modus operandi florecen: ataques a dirigentes oficialistas y opositores, revelaciones por redes sociales antes que por medios tradicionales, y hasta críticas a figuras del propio espacio como la vice Victoria Villarruel solo por mostrar diferencias con Milei.

De este modo, Santiago Caputo se da el lujo de operar en las sombras y camuflarse, como un camaleón, detrás de usuarios anónimos de la comunidad twittera libertaria, muchos de los cuales son luego compartidos por el propio Presidente. El “arquitecto” se maneja con látigo y chequera: “cuando hay algo que no le cierra” hace valer su poder y su influencia para comandar al ejército de trolls al destino que desee; y cuando se trata de defender al Gobierno Nacional es capaz de catapultar trending topics, promover argumentos oficialistas y expandir la caja de resonancia virtual a niveles insospechados.

Mas esta es, con todo, solo una de las tantas tareas a las que se dedica el asesor estrella de la Casa Rosada. Uno de sus otros “kiosquitos” fue foco de fuertes controversias y goza de un nada desdeñable presupuesto archimillonario: se trata de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), cuyo jefe sigue órdenes directas de Santiago Caputo y reparte discrecionalmente los $100.000.000.000 que recibió por un decreto firmado por Milei para sus “gastos reservados”. Asimismo, el peaky blinder tiene llegada a los jueces Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, candidatos del oficialismo a la Corte Suprema; y disfruta de gran influencia en el Congreso Nacional. Su estilo recuerda, con sus salvedades, al oscuro José López Rega de antaño.