Condimentada por la inusual cantidad de millas aéreas que acumula el presidente Javier Milei en siete meses de mandato, la nueva travesía internacional del líder de La Libertad Avanza llega de la mano con una fuerte incógnita diplomática que podría derivar en otra crisis regional: centrado en su agenda partidaria, el “León” volará a Brasil para verse las caras con el exmandatario Jair Bolsonaro y participar de una cumbre ultraconservadora pese a la creciente tensión con el actual jefe de Estado Luiz Inácio “Lula” Da Silva.

La aventura turística fue confirmada por el diputado “carioca” Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente, quien gestiona sus relaciones internacionales y es una de las principales puntas de lanza en la carrera del referente de extrema derecha por que el espacio llegue a una nueva gestión. El motivo detrás de la visita es la participación en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) de Brasil, un encuentro calificado como “la reunión de conservadores más grande en toda la historia de América Latina” que, desde luego, Milei añora no perderse.

Por eso el presidente hizo los arreglos necesarios en la Casa Rosada y se liberó la agenda este 6 y 7 de julio para formar parte del evento, en una gira que se ubica ya en el terreno de lo insólito tanto por no contener reuniones con funcionarios oficiales como por tratarse de otro viaje al exterior más en los pocos meses que lleva La Libertad Avanza en el poder. Por lo pronto, lo único que se conoce es que Milei “mantendrá un encuentro bilateral” con Bolsonaro y brindará un discurso en el evento, a desarrollarse en el Balneario de Camboriú.

Mientras tanto, el presidente brillará por su ausencia en la cumbre del Mercosur en Paraguay, que tendrá lugar un día después de la CPAC. El líder liberal libertario le bajó el pulgar a la convocatoria por decisión propia en aras de continuar con su “batalla cultural” por el mundo. De acudir, el “León” se cruzaría inevitablemente con Lula, con quien viene de protagonizar una candente semana de pesadas acusaciones cruzadas en la que Milei se negó a bajar las armas y, en cambio, apuntó contra su homólogo brasileño por “corrupto”, “comunista” y “zurdito”.