Más allá de que esta semana quedará marcada como aquella en la que Javier Milei consiga su primera gran victoria política como presidente con la sanción de la Ley Bases, cuya gestión le demandó al oficialismo seis meses, dependiendo del recorte que se elija, el balance de los últimos días también puede aparecer con importantes alarmas para el Gobierno. La preocupante caída de un 5,1% del PBI y el aumento de 2 puntos del desempleo hasta el 7,7% en el primer trimestre del año, el aumento récord en la desigualdad social que el Indec registró con el coeficiente de Gini, y una nueva disparada del dólar, cuya cotización paralela marcó un nuevo récord histórico llegando a los $1370 y llevó la brecha con el oficial arriba del 50%, el nivel más alto desde la asunción del Gobierno, marcan un cuadro económico en el cual el oficialismo poco tiene para festejar.

Mientras Milei pide un premio Nobel por estar reescribiendo la teoría económica con esos resultados concretos, el peronismo huele la crisis y activa movimientos en todas sus terminales. En estos días, una fecha histórica, una mesa de articulaciones variopintas y una respuesta al abandono del Gobierno de los sectores más humildes, presionan el acelerador peronista en respuesta a la realidad que vive la sociedad argentina, muy alejada de los altisonantes discursos del presidente en países extranjeros en los que cultiva su imagen de líder de ultraderecha internacional mientras la economía local se desploma como resultado de sus políticas.

La crisis económica tiene también sus coletazos políticos en el oficialismo y el peronismo lo sabe. Con el ministro de Economía, Luis Caputo, en permanente tela de juicio por no conseguir el financiamiento externo que prometió, con su archienemigo interno, Federico Sturzenegger calentando para entrar al gabinete, y con las presiones por una nueva devaluación que el Gobierno recibe del campo y del FMI, lo cual repercutiría directamente en una disparada inflacionaria, el panorama oficialista está lejos del triunfalismo que las operaciones mediáticas y en redes sociales intentan vender. Con sus propios problemas a cuestas, el peronismo se mueve para capitalizar este momento ambivalente del Gobierno nacional.

Peronismo en movimiento frente a un Milei tambaleante

KICILLOF Y PERÓN

La fecha que se mencionaba anteriormente es la del primero de julio, que en este 2024 marcará el 50º aniversario del fallecimiento de Juan Domingo Perón. La efeméride servirá de termómetro para medir la temperatura interna del peronismo bonaerense, tras lo que fueron semanas álgidas de cruces picantes entre La Cámpora y el kicillofismo.

El gobernador bonaerense prepara un acto contundente para el lunes 1º de julio en la mítica Quinta de San Vicente, una de las residencias de Perón en la que hoy descansan sus restos y donde funciona el Museo Histórico 17 de Octubre. Desde la Gobernación se organiza un evento importante, con Carlos Bianco y Andrés Larroque como principales encargados, que buscará dar una muestra de unidad con Kicillof como articulador y conductor de la misma. Todos los sectores del peronismo fueron convocados, desde La Cámpora y CFK hasta intendentes, gobernadores y el massismo, con la intención de mostrar a un peronismo unificado y sobre el ring pese a las diferencias internas que ya son inocultables.

Si Kicillof logrará o no esa demostración política es aún una incógnita. La principal duda pasa por si Máximo Kirchner bajará la orden a sus filas de asistir, algo que no hizo en el plenario de la militancia del 18 de mayo en Florencia Varela, organizado por el kicillofismo y al que no fueron ni siquiera los funcionarios bonaerenses de La Cámpora. Diagonales consultó en el entorno de esos funcionarios y en municipios conducidos por la organización que lidera Kirchner, y la respuesta fue la misma en todos los casos: “aún no tenemos confirmación”. Es esperable que la decisión llegue a último momento, y dependiendo del lugar que Kicillof le otorgue al diputado nacional en el acto.

Peronismo en movimiento frente a un Milei tambaleante

El gobernador, por su parte, intenta no embarrarse en la disputa que algunos de sus lugartenientes mantienen con el camporismo, con el caso extremo de Ferraresi y Mayra Mendoza como ejemplo más resonante, y profundiza la construcción de su rol de articulador. Al llamado al conjunto a la Quinta de San Vicente hay que sumar otros movimientos de esta semana en ese sentido. El viernes, el gobernador visitará a su par pampeano, Sergio Ziliotto, para la firma de un convenio entra ambas provincias.

En esa línea trabaja también el Gobierno bonaerense con el cordobecismo, y este martes el titular de ARBA, Cristian Girard, viajó a la provincia que gobierno Martín Llaryora para coordinar esfuerzos de fiscalización conjuntos entre ambas jurisdicciones a través de herramientas tecnológicas. De fondo, lo que se cocina es una foto entre Kicillof y Llaryora que asoma en un horizonte cercano, y que podría sumar capital político a mandatario bonaerense abocado a la articulación peronista y de gobernadores para enfrentar las políticas de Javier Milei que asfixian a las provincias.

Peronismo en movimiento frente a un Milei tambaleante

CASCO Y GUANTES

Otro que está muy activo en estos meses y que se anotará esta semana un poroto importante es Guillermo Moreno. Devenido tal vez en la principal figura de consumo irónico y no tanto para la militancia y las bases del peronismo, el ex secretario de comercio de CFK gestionó una mesa económica a la que convocó a las distintas tribus de UP con el objetivo de empezar a trazar lineamientos comunes de un programa económico, y a la vez unificar líneas críticas frente a la economía de Milei.

La reunión será este jueves, y Moreno logrará juntar a emisarios de Máximo Kirchner, Axel Kicillof, Sergio Massa y la CGT. El experimento resulta interesante como un antecedente de otras coordinaciones que puedan empezar a darse entre todas las patas de UP y posibles aliados, que no incluyan a las principales figuras de cada sector pero sí reúnan a representantes técnicos y políticos que empiecen a trabajar la unidad programática en ejes concretos.

Moreno se viene ubicando también en un rol de articulador y está propiciando diálogos con todos. Luego de lo que fuera su encuentro con Kicillof, con quien estuvo históricamente enfrentado, el líder de Principios y Valores mantuvo una conversación reciente también con Máximo Kirchner, y hace meses que intenta acercar a Miguel Ángel Pichetto al peronismo del que se fue para ser candidato a vicepresidente de Macri. El diputado aliado del cordobecismo también fue convocado a la mesa económica pero no sería parte de esta primera edición.

Al margen de la trascendencia que pueda tener el encuentro, no deja de ser un dato relevante el hecho de que los distintos sectores del peronismo se junten a discutir la economía en medio de la crisis y de las propias discusiones internas. Si ello será o no un elemento más que tienda hacia la unidad, es muy temprano para afirmarlo, pero lo que queda claro es que los pésimos resultados del Gobierno nacional empiezan a propiciar estos encuentros, que ya comienzan a darse.

Peronismo en movimiento frente a un Milei tambaleante

GRABOIS SUMA

Con su propio perfil, quien también viene desplegando una intensa actividad que reporta éxitos a la estrategia común peronista es el ex candidato presidencial, Juan Grabois. El líder de Patria Grande fue la punta de lanza del que tal vez haya sido el peor golpe recibido por el oficialismo en estos meses. El escándalo de los alimentos acopiados por el Gobierno que se pudren en galpones en vez de llegar a los comedores sociales, cada vez más necesitados de asistencia en la crisis alimentaria que atraviesan los sectores populares, impactó en la línea de flotación oficialista destapando casos de corrupción, generando ruido interno y reveses en la justicia para el Gobierno, y poniendo contra las cuerdas su relato y uno de los principales sostenes emocionales de un presidente inestable: la ministra Sandra Pettovello.

Con esa historia aún en curso, Grabois también construye la oposición a las políticas de insensibilidad social libertarias desde otra vía: la articulación con la Iglesia Católica. De sólido vínculo con el Papa Francisco, el dirigente social participó a través de su fuerza política de una conferencia de prensa que dio Cáritas este martes, en la que se alertó por la ausencia de políticas públicas para la integración social de los sectores más humildes.

Este martes, en el barrio IAPI de Quilmes, Cáritas Argentina organizó la Conferencia "Estado o narcotráfico: valor de la integración sociourbana en los barrios populares". De la misma participaron Monseñor Oscar Ojea (Obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina); Monseñor Carlos Tissera (Obispo de Quilmes y presidente de Cáritas Argentina); Monseñor Gustavo Carrara (Obispo Auxiliar de Buenos Aires y vice-presidente de Cáritas Argentina); Mario Quintana (ex Secretario de Coordinación Interministerial de la Jefatura de Gabinete de Ministros); Sebastián Welisiejko (ex Secretario de Integración Socio Urbana de la Nación); Fernanda Miño (ex Secretaria de Integración Socio Urbana de la Nación y militante de Patria Grande) y Juan Maquieyra (Director Ejecutivo TECHO). El eje del encuentro pasó por la necesidad de construir un consenso para avanzar en la integración sociourbana de los más de 6467 barrios populares en donde viven alrededor de 7 millones de personas, una de las tantas políticas públicas desarticuladas por Milei y un tema con el que el Gobierno nacional persigue a Grabois a partir de lo que fuera la implementación del FISU.

Es imperioso, cuidando todos los mecanismos que hacen a la transparencia, que el Estado se encuentre en nuestros barrios. De lo contrario, nos entregamos al narcotráfico. Hacemos un llamado a todos para trabajar para que no se de en la Argentina lo que ya se dio en otros lugares en América Latina”, expresó Monseñor Oscar Ojea durante la conferencia, marcando la cercanía entre las críticas de las Iglesia y las de peronismo para con las políticas de Milei. “Hoy que no está esa política (de integración sociourbana), lo que no podemos frenar es el avance del narcotráfico. Las personas que quedan sin trabajo quedan a merced de estas organizaciones. Eso es lo que logra la retracción del Estado”, complementó Fernanda Miño, plasmando una línea ideológica que hoy emparenta a muchos sectores en la oposición a la idea de la destrucción del Estado de la que Milei hace una bandera.

Peronismo en movimiento frente a un Milei tambaleante

MASSA AGAZAPADO Y LA DISYUNTIVA DE LA CÁMPORA

Con todas las fichas moviéndose en el tablero peronista, una de las grandes preguntas es cuándo terminará de volver a escena el ex candidato presidencial de UP, Sergio Massa. El ex ministro de Economía viene amagando con la presentación de su libro, “Querer un país”, desde el mes de marzo. Pero en su entorno evalúan que todavía no se dieron las condiciones como para una reaparición a tono con lo que Massa espera.

Y es que el principal activo de Milei sigue siendo hoy por hoy su discurso sobre la herencia recibida del gobierno anterior, algo que Massa no podría evitar reforzar saltando al centro de la escena. Sin embargo, en el Frente Renovador señalan que el ex ministro candidato habla con todas las patas de UP y que está abocado al sostenimiento de una unidad que considera el principal elemento para enfrentarse al oficialismo, políticamente y eventualmente en las urnas. La fecha señalada para su vuelta al ruedo sería en agosto, pero esos tiempos están en permanente revisión, al calor de la crisis y el desgaste de la imagen del Gobierno.

Peronismo en movimiento frente a un Milei tambaleante

Por su parte, La Cámpora recorre un sinuoso camino en el que deberá  empezar a tomar definiciones impostergables. Abocada a la gestión en los 12 distritos bonaerenses que ganó en octubre, la organización de Máximo Kirchner refuerza también su perfil político con las últimas intervenciones de CFK como principal pilar identitario. Pero, en ese proceso, se enfrenta también a una encerrona.

La disputa con el kicillofismo deja a La Cámpora ante la disyuntiva de sumarse o no a las iniciativas del gobernador, como la del primero de julio, o sólo profundizar su propia construcción a riesgo de aislarse frente a otros sectores del peronismo. Con el liderazgo de CFK cada vez menos preponderante de cara al conjunto del peronismo, la urgencia que plantean muchos sectores por una nueva conducción y la legitimidad desde la que Kicillof se posiciona para asumirla, la interna entre la organización de Máximo Kirchner y el gobernador no tiene sentido para la gran mayoría de las bases y la militancia. La oposición a Milei unifica posiciones, pero todo el peronismo comprende que eso no alcanza, que es necesaria la construcción de una alternativa, y en ese punto es donde La Cámpora no termina de marcar un rumbo concreto ni de poder explicar sus diferencias con el que propone el kicillofismo.

Peronismo en movimiento frente a un Milei tambaleante

La crisis avanza y el peronismo se mueve. Milei festejará esta semana su primera ley, y seguirá con sus fuegos artificiales en los que se ve a sí mismo como un líder mundial y un candidato al premio Nobel de economía. Pero la sociedad sufre en su conjunto el resultado de sus políticas económicas, y no aparecen elementos en el horizonte que proyecten un rebote y crecimiento. Poco a poco, a veces de modo caótico y cargando con internas aún irresueltas, el peronismo se activa y va dando pasos para reconstituirse en una alternativa al Gobierno nacional.