Once veces no en lo que va del año
La de hoy en Berazategui fue la 11º actividad oficial del Presidente en suelo bonaerense en lo que va del año. El Gobernador no asistió a ninguna. Seis de ellas fueron antes del off the record de Wado de Pedro. En un par de ocasiones, estuvieron en el mismo lugar con un día de diferencia. Signos de una relación enfriada.
Hay silencios que dicen más que mil palabras. Y ausencias más resonantes que muchas presencias. Por allí hay que buscar los pormenores de la relación actual entre el Gobernador bonaerense y el Presidente. Un vínculo que no está roto, pero sí guardado en el freezer hasta que alguna solución a la interna de Alberto Fernández con el kirchnerismo lo saque de ahí.
Por el lugar institucional que ocupa y la responsabilidad que tiene frente a millones de bonaerenses, Kicillof no puede tener las actitudes rupturistas que sí mantuvieron en distintos momentos del FDT Máximo Kirchner o Eduardo Wado de Pedro para con el Presidente. Kicillof tampoco responde a La Cámpora, a pesar de sí ser 100% cristinista, y eso también es una diferencia relevante para analizar su relación con Fernández. Sin embargo, las muestras del distanciamiento entre las cabezas de los dos Ejecutivos más determinantes del país se acumulan silenciosamente una sobre otra desde que arrancó este año electoral.
Este viernes Alberto Fernández volvió a pisar suelo bonaerense con un acto político. Fue en Berazategui y de la mano del intendente Juan José Mussi. Días atrás, el primer mandatario mantuvo un encuentro con jefes comunales de la provincia, en movimientos que pueden leerse como una intención de mantenerse a flote en el territorio más preciado para el peronismo, que es gobernado y liderado políticamente por el kirchnerismo. En esa línea, la de hoy fue la visita número 11 de Fernández a algún distrito bonaerense en lo que va del 2023.
En esas visitas, el Presidente contó siempre con la compañía de los propios y una ausencia de peso que da la nota sobre cómo están las cosas al interior del FDT. Dos ministros albertistas y con raigambre bonaerense son los principales laderos de Fernández en sus incursiones a la Provincia. Se trata del titular de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y la de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz. Ambos acompañaron al primer mandatario, en conjunto o separados, en casi todos los 11 actos del año en la provincia que concentra alrededor del 37% del electorado nacional. Quien no estuvo presente en ninguna de esas 11 ocasiones fue, justamente, el Gobernador de esa Provincia, Axel Kicillof.
En la gobernación bonaerense aducen que esas ausencias se deben a cuestiones de agendas cruzadas o avisos de último momento por parte de la organización de esos actos. Hubo situaciones en este casi mes y medio en las que esa explicación aplica, y otras en las que resulta más difusa.
Por ejemplo, la primera visita del Presidente a territorio bonaerense fue el 5 de enero en la ciudad de Mar del Plata. Allí, Fernández anunció la Asignación Universal por Hijo (AUH) para niñas, niños y adolescentes sin cuidados parentales que viven en dispositivos de cuidado residencial o familiar, una agenda que difícilmente pueda resultarle ajena al kirchnerismo. Kicillof, por su parte, eligió visitar la ciudad costera exactamente al día siguiente para encabezar la ceremonia de apertura del mítico Casino Central marplatense. No se cruzaron por una diferencia de horas.
Con el foco bonaerense puesto en la temporada de verano récord, que llevó a Kicillof varias veces a ciudades de la costa atlántica a celebrar el éxito veraniego, la coincidencia entre ambos mandatarios tampoco fue posible el 9 de enero, cuando el Fernández visitó Miramar para reunirse con funcionarios y representantes del sector turístico. El Presidente y el Gobernador festejaron la temporada récord, pero por separado.
Otra de las lecturas que circula sobre las actividades bonaerenses de Fernández es que, además de sus ministros, se recuesta en intendentes que le son cercanos. Esto también es una mirada algo parcial. El 10 de enero, por ejemplo, el Presidente visitó la Avellaneda de Jorge Ferrarsi, jefe comunal que supo ser ultrakirchnerista, que se acercó al albertismo en un momento del 2021, pero que tras su salida del Gabinete y la vuelta al distrito se ordenó políticamente tras la línea de Kicillof y Máximo Kirchner.
Un día después, Fernández visitó Exaltación de la Cruz para inaugurar el Hospital Modular de Los Cardales, primer centro sanitario público de ese municipio. En aquella oportunidad sí hubo agendas cruzadas, ya que Kicillof estuvo en Tres Arroyos aquel día, recorriendo la obra de consultorios oncológicos en el Hospital Pirovano "Néstor Carlos Kirchner" y reunido con sectores productivos del turismo y la cultura.
Pero, inmediatamente después, el Gobernador y el Presidente fueron al mismo distrito nuevamente con un día de diferencia. El 12 de enero Fernández recorrió el Parque Costero de Punta Lara, en el partido de Ensenada, junto a Katopodis, Tolosa Paz y el intendente Mario Secco, que tampoco puede ser tildado de albertista, más bien lo contrario. Kicillof lo visitó al día siguiente, el 13 de enero, para inaugurar juntos el puente La Unión, que conectó el municipio de Ensenada con el de Berisso.
El 17 de enero el Presidente fue al José C. Paz de Mario Ishii, uno de los intendentes que sí le responde, para presentar la ampliación del Hospital Rubén Caporaletti y la puesta en valor de la avenida Croacia. El título de la jornada fue la finalización de más de 2800 obras públicas realizadas por el Gobierno Nacional desde el inicio de la gestión en todo el país, y el ministro Katopodis volvió a ser de la partida. Al día siguiente, Kicillof visitaría Pinamar en otra de sus recorridas costeras.
Hasta este punto de la novela aún no había sucedido el cruce entre el albertismo y el kirchnerismo surgido del off the record del ministro de Interior, Eduardo Wado de Pedro, quien dejó trascender su molestia por no haber sido invitado a un encuentro que Fernández compartió con organismo de Derechos Humanos y el Presidente brasilero, Lula da Silva. El culebrón que se desató luego, con la respuesta de Tolosa Paz a de Pedro y los dardos que cruzaron el río desde ambas orillas, no cuenta en el análisis de las ausencias del Gobernador a todos esos actos previos del Presidente en la Provincia.
Luego de ese episodio, Fernández fue a la planta de Danone S.A. en el distrito de su aliado, el Diputado nacional e intendente en uso de licencia Mariano Cascallares, para el lanzamiento de un alimento desarrollado con tecnología del CONICET. Fue el 26 de enero, día en que Kicillof recorría Villa Gesell entre reuniones con sectores productivos y mateadas con vecinos.
Días después, llegó una nueva visita de Fernández a Ensenada el 30 de enero para inaugurar las obras de una central térmica en ese distrito. Kicillof estaba en La Plata, a pocos kilómetros de distancia, pero volvió a elegir no participar del acto. Al día siguiente, el Gobernador encabezó una reunión de trabajo en la capital provincial con Máximo Kirchner, Martín Insaurralde, algunos miembros del Gabinete como Cristina Álvarez Rodríguez, Andrés Larroque y Pablo López, y jefes comunales como Federico Achaval, Jorge Ferraresi, Juan Andreotti, y también el solicitado Mario Secco. Mariano Cascallares y el presidente del Grupo Provincia, Gustavo Menéndez, también fueron parte del encuentro, que horas después tendría su versión ampliada en la comentada reunión del PJ bonaerense en Merlo, a la que asistieron intendentes, referentes del peronismo provincial, Wado de Pedro, Sergio Massa y la que no fue invitado Alberto Fernández, Presidente del partido a nivel nacional.
Las últimas visitas bonaerenses del Presidente previas al acto de hoy fueron el 2 de febrero en Ezeiza, donde participó de la entrega de máquinas y herramientas a emprendedores de la economía social junto a Tolosa Paz y el intendente Alejandro Granados; y el sábado pasado en Tecnópolis, donde encabezó la apertura del ciclo “Verano en Tecnópolis” junto al ministro cristinista Tristán Bauer. En el medio de esas dos jornadas, Kicillof visitó Balcarce para la fiesta del automovilismo.
Agendas cruzadas y no tanto, el desencuentro entre el Presidente y el Gobernador bonaerense es evidente y nadie lo oculta. Por lo pronto, en el entorno de Kicillof afirmaron a Diagonales que aún no recibieron una convocatoria oficial a la mesa política que Alberto Fernández convocó para el jueves que viene. “Cuando llegue y veamos quiénes son todos los convocados, ahí se decidirá. En principio, si es amplia y es para discutir todos los temas, de alguna manera vamos a ser parte” dicen cerca del Gobernador. Quizás sea el momento en que vuelvan a verse las caras después de un tiempo. Quizás no.