Javier Milei encabezó este jueves un acto en San Juan con el foco puesto en la cuestión educativa. El presidente respaldó a la controvertida ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, a quien la Justicia sigue intimando para que reparta los alimentos que tiene acopiados y que no llegan, por ejemplo, a los comedores escolares, y se despachó contra los docentes a quienes  prometió “evaluar”. En una muestra más de su nivel de abstracción de la realidad que vive el país, Milei habló de progreso y futuro a partir de un plan de alfabetización nacional, cuando en lo concreto el sistema educativo cruje por todos lados, las protestas se multiplican en las provincias y los docentes, principal engranaje de todo el sistema, sufren una brutal caída en el poder adquisitivo de su salario producto de la retracción del Estado nacional de sus obligaciones presupuestarias.

Así como es impensable un sistema de salud sin médicos, ningún plan serio para mejorar el sistema educativo puede pensarse sin sus ejecutores concretos: los docentes. Y la realidad hoy es que a lo largo y ancho del país, las y los docentes  sufren en sus bolsillos y sus condiciones laborales sucesivas decisiones del Gobierno nacional que lejos están de toda la parafernalia discursiva que desplegó Milei en San Juan.

Puro humo: El relato de Milei vs. La catástrofe educativa y docente que promueven sus políticas

Una de las medidas más polémicas y más claramente contradictorias con el objetivo de mejorar la calidad educativa tomadas por el oficialismo fue la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID). Ese fondo fue conquistado a fines de los '90 tras largos años de lucha docente con la Carpa Blanca, y desde ese momento ningún gobierno interrumpió su ejecución, hasta la llegada de Milei a la presidencia. El aporte del FONID significaba hasta diciembre entre un 7% y 10% del salario de docentes de todo el país, y su eliminación significó lisa y llanamente un recorte de esos salarios.

La restitución del FONID viene siendo un reclamo que articularon diversos sectores de la oposición, que formó parte de todas las movilizaciones educativas en estos meses y que hasta generó sendos proyectos legislativos para su restablecimiento. Esta semana, de hecho, estuvo cerca de ser un tema de la sesión en la Cámara de Diputados, donde podría haber conseguido una media sanción si no hubiese interferido una ayuda más por parte del radicalismo al Gobierno para bloquear su tratamiento.

Pero el FONID no fue lo único que el Gobierno Nacional eliminó en materia salarial docente. El oficialismo también liquidó el Fondo Compensador con el que la Nación asistía a las provincias cuyos pisos salariales docentes quedaban por debajo de la  mínima. Así, los docentes de los distritos con menos recursos del país sufren doblemente el recorte salarial que lesiona con mayor crudeza el sistema educativo allí donde resulta más necesario.

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Junto al FONID y el Fondo Compensador, el Gobierno también pisó la paritaria nacional docente. Dicha instancia funciona como la garantía de un piso salarial a nivel nacional que las provincias deben como mínimo equiparar, y como un piso de los aumentos que se acuerden en cada jurisdicción. Luego de mantenerla freezada en los primeros meses del año, el Gobierno adoptó con ella la misma estrategia que con el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil: convocar a reuniones que resultan totalmente improductivas, producto de la falta real de construir soluciones, y dejar las cosas tal y como están arrojando a los docentes a seguir perdiendo poder adquisitivo contra la inflación.

En una entrevista con Radio Splendid, el Secretario General de SUTEBA Provincia, Roberto Baradel, se refirió con dureza a esta cuestión. “Lamentablemente levantaron la sesión cuando hay un recorte muy grande de los salarios docentes en todo el país”, dijo Baradel en relación con el bloqueo en la sesión de Diputados a las iniciativas para tratar el restablecimiento del FONID, y agregó: “Hoy el FONID estaría superando los $100.000, y paralelamente está paralizada la paritaria nacional docente, hoy el piso salarial está fijado en 250 mil pesos, desde diciembre no hay actualización de ese piso. Por eso rechazamos esta maniobra que lo único que hace es perjudicar a las y los docentes de todos el país y a la escuela pública”.

El FONID y el Fondo Compensador son algunas de las transferencias a las provincias que el Gobierno Nacional eliminó y con las que ahoga financieramente a los gobiernos y las poblaciones provinciales. La Provincia de Buenos Aires, por ejemplo, denunció recientemente una deuda al mes de abril por parte del Gobierno nacional de $74.803 millones en concepto de FONID, y de $42.995 millones en obras de infraestructura con convenios tripartitos entre la nación, la PBA y municipios.

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Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) sobre la ejecución presupuestaria del presupuesto nacional en el primer trimestre de este 2024 reveló que el Gobierno redujo en términos reales casi un 50% el presupuesto destinado a Educación y Cultura. La Secretaría de Educación tuvo una reducción presupuestaria del 51% según el análisis de CEPA, cuyó informe reveló también que “en los programas educativos, se detectaron tres de ellos que casi no han tenido ejecución, y por ello la caída es cercana al 100%: el Programa de Fortalecimiento Edilicio de Jardines Infantiles (-93%), y el Programa de Infraestructura y Equipamiento (-99%). El Fondo Nacional de Incentivo Docente si bien tuvo una caída en su ejecución devengada del 79%, si se analiza la base caja, dicha caída asciende al 99,99%. Por otro lado, otros dos programas con fuertes caídas en su ejecución son el Conectar Igualdad con una caída del 83%, y el de Becas Estudiantiles, cayendo 46%, lo cual puede comprometer el acceso a la educación a sectores de menores recursos”.

A todo este recorte presupuestario y de recursos, cuyo impacto negativo en el funcionamiento educativo ni siquiera hace falta explicar, se le agrega también el vaciamiento de un organismo muy importante para el propio plan de alfabetización enunciado por Milei en San Juan: el Instituto Nacional de Formación Docente. El INFOD se creó en 2007 con la Ley de Educación Nacional, con el objetivo de fortalecer la gobernabilidad e institucionalidad del sistema de formación docente, generar acuerdos curriculares y criterios para otorgar títulos. Al estar bajo el amparo de una ley, no puede ser cerrado por una decisión administrativa del Ejecutivo, por eso la estrategia es su vaciamiento.

Solamente el año pasado, 1.450.000 docentes se inscribieron al Programa Nacional de Formación Docente del INFOD, que en la tanda de despidos de Semana Santa de este año fue desmantelado con la reducción de más del 70% de su planta. Los cursos de formación abarcaban múltiples áreas, entre ellas la alfabetización, eran gratuitos y otorgaban puntaje a los docentes que los cursaban.

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Resulta extremadamente difícil pensar cómo pretende el presidente implementar un plan de alfabetización con docentes con salarios deprimidos y recortados, sin instancias de formación profesional, con menos recursos inyectados en todo el sistema, tanto para infraestructura como becas y recursos tecnológicos, sin paritaria nacional y limitando, a su vez, el derecho a huelga, tal como viene intentando hacer al declarar la educación un servicio esencial, lo cual impediría los paros docentes. “Reiteramos que la EDUCACIÓN es un DERECHO, no un «servicio». Calificación ligada a lógicas del mercado reñidas con el derecho social e individual que consagra la Ley 26.206 que pretenden modifica” manifestó la CETERA en este sentido en un documento de mediados de junio.

Los y las docentes son el motor y principal engranaje del sistema educativo nacional. Javier Milei bravuconea amenazando con evaluaciones a docentes, mientras en paralelo les empeora las condiciones de vida con recortes salariales, y las condiciones de trabajo limitándoles recursos, empujándolos al pluriempleo, eliminando la formación profesional y cercenando su derecho a huelga. No habrá mejora del sistema educativo nacional si no existe antes una mejora en las condiciones laborales y de vida de los y las docentes, así como en las de los trabajadores en general. El humo del Terminator educativo conseguirá tapar la catástrofe que sus políticas están generando en el sistema.