The Bullrich Show: Removieron el poste que había colocada la ministra en Salta y taparon el pozo
La titular de la cartera de Seguridad había viajado al norte argentino para poner el primer palo del alambrado que se construirá en la frontera con Bolivia. Sin embargo, el mismo día fue retirado y se espera que la construcción recién comience en abril
En medio de los feroces incendios en la Patagonia, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, decidió que primero era más importante viajar la provincia de Salta para hacer un acto con la colocación del primer poste de lo que será el cerco con Bolivia. Media hora después de finalizado el show, el poste fue removido y se tapó el pozo.
Es que la construcción del alambrado de 200 metros en la frontera norte comenzará recién en el mes de abril. En otras palabras, la funcionaria nacional fue a la localidad de Aguas Blancas a sacarse una foto junto al gobernador Gustavo Sáenz y al interventor Adrián Zigarán, con pala en mano.
Los trabajadores que participaron de la iinauguración revelaron a C5N que media hora después de finalizado el acto de Bullrich, les ordenaron sacar el poste y rellenar el agujero que habían hecho en el suelo.
Pero ese no fue el único papelón, en los últimos días aparecieron supuestos propietarios de una parte del terreno donde se planea construir el cerco. Los supuestos dueños presentaron papeles ante las autoridades para reclamar que si se quiere avanzar con la colocación del alambrado, deben ser indemnizados por la expropiación de sus tierras.
Por su parte, el interventor en Aguas Blancas pudo en duda la legalidad de los documentos pero prometió analizar los títulos de propiedad.
Por otro lado, en su visita a la provincia norteña, Bullrich vivió un momento incómodo cuando fue abordada por familiares de miembros de la Gendarmería Nacional que le reclamaron por los bajos salarios y las condiciones laborales de los efectivos.
En conclusión, el viaje de la ministra a Salta solo dejó una foto, gendarmes enojados y un pozo tapado donde en unos meses se contruirá un cerco de 200 metros en una frontera de 742 kilómetros, donde el contrabando se mantendrá con tan solo evitar ese cerco y caminar otros 100 o 200 metros.