“¿Y si se baja ella? ¿Vos la ves bajando al barro de una elección partidaria?”. La conversación de fin de semana con un armador del peronismo bonaerense que empuja a Ricardo Quintela para la presidencia del PJ nacional parecía más una expresión de deseo que otra cosa. Pero se replicaba en la mirada de un dirigente social que trabaja en el Gobierno bonaerense: “¿Creés que sigue si Quintela no se baja?”.

Los intercambios precedentes reflejan lo que hoy se respira en ambos campamentos enfrentados por la presidencia del PJ nacional: la pretensión de que el contrincante decline en sus aspiraciones, favoreciendo el surgimiento de una lista de unidad que resuelva al menos parcial y temporalmente una tensión que viene de arrastre. Pero nada de eso parece estar en el horizonte como una posibilidad cierta. Más bien todo lo contrario.

CFK hizo llamar al riojano para ofrecerle una salida que, obviamente, implicaba que se bajara de su candidatura. Quintela no contestó el llamado porque dijo que lo vio tarde. En el esquema de la ex presidenta lo tomaron como una ofensa, pero desde los contornos del riojano retrucaron: “ella nunca llama a nadie, te hace llamar por su secretario”. A esta altura de la interna, cualquier detalle es motivo para que los tirones aumenten.

Tiempo de descuento para la unidad que no asoma

Quintela intentó suavizar el momento en una entrevista radial en la que afirmó que llamaría este lunes a CFK. Hasta bien entrada la tarde ese contacto no se había producido y varios de los que operan por el riojano decían desconocer si finalmente sucederá o no. El misterio es ingrediente infaltable en el menú de la rosca cuando todo está tirante y en tiempos de definición.

Por las dudas, desde el ecosistema K dejaron trascender en la tarde del lunes que los apoderados de la ex presidenta hicieron la reserva del nombre, el color y el número de lista con el que competiría en la interna. No parecen haber estado muy preocupados y a la espera del llamado del riojano, o tal vez el mensaje fue exclusivamente para él. La Jefa sigue dando señales de que no se baja.

Quintela hace lo suyo. La indiferencia al llamado de CFK no fue el único gesto de avanzada por parte del gobernador. La semana pasada se la pasó de recorrida por el conurbano de la mano de intendentes y armadores del PJ enfrentados a muerte con La Cámpora. Inscribió su lista para la elección del 17 de noviembre y su equipo continúa con la recolección y carga de avales. El riojano tiene todo el camino burocrático/administrativo recorrido y la decisión de jugar o no en la interna en su mano.

X de Ricardo Quintela

Hoy, tras la noticia de que CFK reservó lista, el peronismo que acompaña a Quintela lanzó una ofensiva en redes.  “¡Federales! Un grito del corazón”, se titula el mensaje que que difundieron para que la militancia suba a sus redes “con pasión y con federalismo”, y una clara intervención en la interna: “si te sentís peronista y soñás con la oportunidad de que el partido se vuelva a abrir a la construcción amplia y con representación federal, te pedimos que compartas esto en las redes para que se sepa que en el PJ está naciendo una nueva oportunidad”.

Los puentes entre CFK y Quintela parecen detonados luego de lo que ambos consideraron una ofensa en su contra. Para el riojano, el desconocimiento por parte de la ex presidenta del esfuerzo que viene realizando hace meses para construir su candidatura al PJ y aportar a la reorganización del partido. Que La Cámpora lanzara su nuevo operativo clamor sin siquiera avisarle a Quintela (tampoco lo hicieron con el resto de los gobernadores, Kicillof incluido), fue visto como un destrato y muestra más de que la ex presidenta exige sumisión. En el Patria resaltan que el riojano dijo hace meses que se bajaría si CFK iba por la presidencia del partido, y que ahora intenta mostrarse endurecido y ofende al no aceptar llamados para llegar a algún acuerdo. 

De fondo, la verdadera interna no es entre la ex presidenta y el riojano, sino con Axel Kicillof. La jugada del kirchnerismo dejó en un lugar muy incómodo al gobernador bonaerense, que acompañó en su aventura pejotista al riojano desde la primera hora y luego de la postulación de CFK quedó en el dilema de traicionar ese recorrido y a Quintela, o enfrentarse a la ex presidenta desconociendo su conducción a partir no apoyar su intento de presidir el justicialismo. En esa disyuntiva nada feliz, Kicillof estira hasta último momento su definición.

Tiempo de descuento para la unidad que no asoma

Por eso, desde un sector del peronismo bonaerense que respalda al gobernador y empuja a Quintela para destronar a La Cámpora señalan que, más que al riojano, “la llamada tiene que ser a Kicillof”. En el esquema de CFK opinan lo contrario, que el llamado tendría que provenir del gobernador como una muestra de reconocimiento a la conducción de la líder del kirchnerismo. Por ahora, si existen o no intentos de acercar posiciones entre ambos, es un secreto guardado bajo siete llaves.

La única certeza en torno a Kicillof es que guardó más silencio del que mucho hubieran pensado ante la presión de La Cámpora y CFK por que se pronunciara por la candidatura, en lo que muchos consideran el mayo gesto de autonomía del ex ministro de Economía hasta ahora. Todos los cañones del gobernador están puestos en la organización del acto del próximo 17 de octubre en Berisso, donde todavía figura como único orador y al que Máximo Kirchner no está invitado.

¿Lo estará CFK? Es una incógnita aún. Algunos sectores especulaban con la posibilidad de que se pudiera dar una muestra de unidad, en el día mítico del peronismo, con una foto que uniera a Kicillof, CFK y Quintela. Por ahora, nadie parece estar demasiado abocado a construirla y cada tropa piensa sus movimientos más en clave de internas que de unidad. Y la cosa ya entró en tiempo de descuento: dos días después del acto en Berisso deberán oficializarse las listas para la elección del 17 de noviembre. Hay quienes ya dan todo por roto y proyectan listas distintas, no solo para el PJ sino para la provincia el año que viene. Los últimos granos de arena caen en el reloj, y esta semana llegarán las definiciones.