Villarruel se desmarca, Macri se agazapa y suenan cambios en el Gobierno
La vicepresidenta adoptó un tono menos confrontativo que el presidente Javier Milei tras el fracaso de la Ley “Ómnibus” en Diputados. “No es tan reactiva como otros”, señalaron desde su equipo a Diagonales. Macri cree que es su momento para el rescate político del oficialismo. Inminentes salidas y otros aún se mantienen, pero están en la mira.
El cimbronazo que le significó al Gobierno tener que reenviar la “Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” a comisiones de la Cámara de Diputados todavía sigue sin conocer su profundidad. A esto se le sumó que el oficialismo retiraría toda iniciativa legislativa hasta por lo menos el segundo semestre, lo que hace que el proyecto de megaley quede sepultado.
El presidente Javier Milei vivió una noche a pura furia desde Israel y sus descargas en la red social X exTwitter incluyeron una lista negra contra “traidores” propios y ajenos en la Cámara baja.
También arremetió contra los gobernadores tanto del peronismo “dialoguista” como del ex Juntos por el Cambio (JxC), lo que le valió respuestas desde todos los arcos. El mandatario tiró por la borda cualquier tipo de puente y resquebrajó el sistema político al que necesita. Solo, quedó claro que no puede introducir sus reformas.
Mientras tanto, el tablero político se sigue moviendo y la que juega su propio partido es la vicepresidenta Victoria Villarruel. La titular del Senado, que ahora oficia como presidenta mientras Milei sigue su gira por Medio Oriente, fue de las figuras del Gobierno que más tardó en dar su postura sobre la derrota parlamentaria. Y lo hizo con un mensaje más conciliador que el tono revanchista con el que se movió el resto de la tropa de La Libertad Avanza (LLA). Ni siquiera le puso like a los numerosos mensajes agresivos de su socio Milei.
“Los argentinos votamos Cambio. Votamos Libertad. Votamos recuperar los valores y principios que hicieron grande a nuestro país. Las adversidades no deben desanimarnos. No perdamos el norte y sigamos trabajando. ¡Todo por Argentina!”
Lejos de la cotidianidad de los asuntos de gobierno, Villarruel se centra en su actividad parlamentaria, pero se mantiene atenta y alerta por la deriva del oficialismo. Representantes de diversos sectores económicos de las provincias desfilan por su despacho en la Cámara alta, y también teje lazos con algunos gobernadores como el santafesino Maximiliano Pullaro, con quien compartió hace unos días su “tour patriótico” en el acto conmemorativo de la Batalla de San Lorenzo. Justo en tiempos de disputa entre Milei y los dirigentes provinciales por la coparticipación.
Villarruel además sí está logrando en la Cámara alta trabar el tratamiento del mega DNU del oficialismo que, con excepción de los artículos del fuero laboral, sigue vigente. La vicepresidenta desafía allí al PJ en el control del Senado y busca imponer su propia agenda.
Consultados por Diagonales, desde su entorno afirman que la abogada que coordinaba visita a Jorge Rafael Videla en la cárcel no se tomó “horas de silencio”, haciendo alusión a su inactividad en redes desde que fracasó la Ley Ómnibus. “No es tan reactiva como otros, son diferentes personalidades”, ironizaron. Además reafirmaron la buena sintonía de Villarruel con aquellos gobernadores “que se prestan al dialogo”, pero recalcaron que ella no se encarga de negociar nada en nombre del Ejecutivo. “Eso lo hacen otros actores del Gobierno”, sentenciaron.
El otro jugador de relieve que se muestra cada vez más activo es Mauricio Macri. Conocido el desenlace de la megaley, en su fuero íntimo repite que este es el momento de tomar las riendas de un gobierno a la deriva.
La actitud del PRO en el recinto, durante la votación en particular de los pocos artículos que llegaron a tratarse en Diputados, fue la de acompañar a LLA a cualquier precio. "Nosotros así ya no los podemos acompañar más”, confiaron asesores del elenco amarillo que fue la respuesta de los principales referentes del expresidente en el recinto.
“Se estaban inmolando incluso votando cosas en contra de lo que pedían nuestros gobernadores, como modificar o eliminar fideicomisos o fondos fiduciarios públicos que impactan directamente en las provincias”, indicaron a Diagonales.
Una de las primeras maniobras del desembarco macrista más explícito en el Gobierno tiene que ver con la presidencia de la Cámara baja. Y allí nuevamente el apuntado para reemplazar al riojano Martin Menem es el titular de la bancada PRO Cristian Ritondo. Milei no está convencido de ceder tan fácilmente a este deseo del expresidente.
“Todos los diputados del PRO acompañaron, no nos pueden reprochar nada a nosotros”, expresaron a este medio desde el equipo de Ritondo. Sobre la posibilidad de que el exministro de Seguridad de Vidal en la Provincia de Buenos Aires asuma la presidencia de la Cámara, siguen las evasivas: “Por ahora no es algo que este en discusión, ni algo que estemos evaluando. No es prioridad ni está en nuestra agenda ni en nuestro discurso”.
Lo cierto es que tanto Macri como otras figuras del PRO apuntan la responsabilidad del fracaso legislativo a dos funcionarios del entorno más íntimo de Milei, indicados como los que llevaron todo el proceso de debate de la exLey Ómnibus al ostracismo. Uno es el jefe de Gabinete Nicolás Posse y el otro es el asesor presidencial Santiago Caputo.
Los restantes ministros también son observados con desdén en las filas macristas. En las últimas horas, el ministro de Interior Guillermo Francos, otro apuntado por el fatal desenlace de la Ley, y Martin Menem se reunieron en la Casa Rosada para analizar lo que sucedió el martes y por qué se llegó al fracaso en la votación particular.
No se descarta que Milei busque introducir las modificaciones que planteó en la mega normativa a través de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) o de una consulta popular, que no sería vinculante, aunque sí un buen parámetro para medir su nivel de apoyo en una sociedad golpeada por la licuación, la motosierra y la pauperización de sus bolsillos. .
A la espera de conocer si habrá cambios más contundentes en el Gabinete, se espera que en el Gobierno prescindan de otros funcionarios que llegaron por la repartición de cargos con sus otros socios políticos.
El principal apuntado es el titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), el economista Osvaldo Giordano. El exministro de Finanzas y hombre de confianza del gobernador saliente de Córdoba Juan Schiaretti maneja el presupuesto más grande y es esposo de la diputada Alejandra Torres, legisladora por el bloque Hacemos Coalición Federal que conduce Miguel Pichetto.
La cordobesa votó en contra del proyecto del presidente, junto a sus compañeros de bancada. “Deberían echarlo inmediatamente por traidor", escribió un usuario de Twitter X sobre el futuro de Giordano, y se ganó el retuit desde Israel del mandatario libertario.
Otros que caminan por la cornisa y que responden por el gobernador cordobés Martin Llaryora, sindicado como una de los “traidores”, son el presidente del Banco Nación Daniel Tillard, y Franco Mogetta, titular de la Secretaría de Transporte.
A este listado se le suma Flavia Royón, la actual secretaria de Minería, que podría salir eyectada tras la bronca de LLA con el gobernador salteño Gustavo Sáenz por el desplante de sus diputados momentos antes del fin de la fallida megaley.