En la película “Rebelde sin causa”, James Dean realiza una actividad peligrosa, dos competidores se enfrentan en lo alto de un acantilado en una carrera de autos cuyo resultado puede ser mortal. El juego consiste en precipitar el auto a toda velocidad hacia el borde del acantilado y de saltar a último momento antes de que se hunda en el mar. En este duelo, el último que se lanza del auto es considerado el más valiente y por lo tanto vencedor.

La teoría de los juegos, es una rama de la matemática y la economía que estudia comportamientos sociales, procesos de toma de decisiones en donde los costes y beneficios dependen de las elecciones de los otros individuos.  Uno de los juegos más usados es el de la “gallina”, es el caso de la versión de “Rebelde sin causa”, pero en su versión kamikaze, es decir dos autos que se enfrentan entre sí y quien gira antes es la gallina y pierde el juego.

El Presidente Javier Milei en sus formas parece apretar siempre el acelerador, entendiendo que es “la casta quien tiene que mover el volante y resultar ser la gallina”. No fue suficiente la lección de la Ley Bases: tardó seis meses en ver la luz tras perderse más de 100 artículos en el camino.

En solo una semana usó dos vetos presidenciales en temas realmente sensibles, jubilados y Universidades (a pesar de la gigantesca marcha estudiantil). Luego, de manera heterodoxa, un domingo a la noche, en cadena nacional presentó en el Congreso Nacional la Ley de Presupuesto. A diferencia de los discursos económicos a los que nos tiene acostumbrados, Javier Milei lo que hizo ante los legisladores es reforzar el camino que tomó el gobierno.          

Una vez más el Presidente apretó el acelerador y está resistiendo cualquier embate de la oposición, pese a su escasez de manos en Senadores. “Una vez que cedes en un tema…vienen por todo” habría dicho el Milei ante la sugerencia de Francos de repensar el veto Universitario. Esto muestra que no es una cuestión de números solamente, sino de estrategia política análoga a James Dean. Esta decisión no parece ser irracional, sino producto de los números que maneja la oposición en el Congreso con capacidad de frenar la gestión, los dos tercios de la insistencia parlamentaria, son los mismos números que se necesita para un Juicio Político. El entorno presidencial sabe que si no logran tener un tercio de apoyos fuertes en el Parlamento, el gobierno está en peligro. Quizás por eso esta semana Milei invito a  los 87 “héroes”[1] a compartir una comida.

Estas decisiones se dan en un contexto en donde el bicoalicionismo está roto y los bloques parlamentarios ya no votan de manera uniforme. Esto, sin dudas juega a favor del Presidente. Ningún partido político parece contener a sus miembros como antaño, el libro de pases está permanentemente abierto.

Javier Milei parece no usar el freno, en Rebelde sin Causa el auto cae al vacío, en la vida real en ese auto estamos todos los argentinos.

[1] Son los 87 Diputados que votaron en contra del aumento a los jubilados.