La implementación de políticas económicas por parte del gobierno ha provocado un profundo declive en la sociedad en el contexto actual. El ajuste fiscal, la apertura de importaciones, el aumento en las tarifas energéticas y el consiguiente daño en la actividad económica son algunas de las medidas más notables. Analizar la influencia que estas acciones tienen en las pequeñas y medianas empresas (PYMES), un sector esencial para la economía nacional, es de gran importancia para el futuro de nuestro país. 

Ajuste fiscal: el objetivo de este es disminuir el déficit público al aumentar los impuestos y disminuir el gasto público. Aunque este tipo de medida podría ser necesaria para establecer las finanzas públicas, en la producción nacional podrían tener problemas si se implementa sin una planificación apropiada. La disminución del gasto público implica una menor inversión en infraestructura y servicios, lo que incide directamente en la demanda de bienes y servicios que generan las PYMES. Además, un aumento en el cargo impositivo reduce la rentabilidad de las empresas y su capacidad de reinvertir, lo que limita su capacidad de crecer y competir.

Apertura de importaciones: mejorar la eficiencia del mercado y aumentar la competencia son los objetivos de la liberalización de las importaciones. A través de las diferencias en economías de escala y el acceso a tecnología avanzada, la entrada de productos extranjeros a precios más competitivos puede desestabilizar a las empresas locales que no tienen la capacidad de competir en igualdad de condiciones. Esto resulta en una disminución de la participación de mercado para las PYMES, afectando su sostenibilidad y pudiendo llevar al quiebre de empresas en ciertos casos. Lo que se ha registrado en los primeros tres meses del año refleja el cierre de más de 3500 empresas y establecimientos comerciales.

Aumento de tarifas energéticas: el incremento en las tarifas energéticas es una medida que busca reducir los subsidios estatales y ajustar los precios al costo actual de la producción y distribución de energía. Sin embargo, esto se traduce en un aumento significativo en los costos operativos para las empresas y en particular para las PYMES. Dado que muchas de estas empresas operan con márgenes de ganancia estrechos, un aumento en los costos de la energía podría erosionar rápidamente su rentabilidad. Este aumento de costos produce reducciones de personal, disminución de la producción o, en casos extremos, el cese de operaciones.

Caída en la actividad económica: La combinación de estas medidas ha provocado una contracción de la actividad económica. La disminución del consumo interno y de la inversión, sumada a las presiones de costos y la competencia externa, han creado un entorno desfavorable para las PYMES. La disminución en la actividad económica resulta en menores ventas y un ambiente más incierto, lo que complica la planificación y el desarrollo empresarial. Debido a su mayor susceptibilidad a las fluctuaciones económicas, las empresas PYMES enfrentan mayores desafíos para adaptarse y sobrevivir en un entorno de contracción económica.

En conclusión, los ajustes en el ámbito fiscal, la apertura de importaciones, el incremento desproporcionado en las tarifas energéticas y la disminución en la actividad económica, tienen un impacto significativo sobre las empresas PYMES. La implementación de políticas específicas de apoyo por parte del gobierno es importante, ya sea en el caso de programas de financiamiento accesibles, incentivos fiscales y capacitación para mejorar la competitividad. Aunque es esencial para la generación de empleo y el desarrollo económico sostenible del país, solo de esta manera podría ser garantizada la supervivencia y el crecimiento de la economía, si estas medidas continúan estaremos frente a otro INDUSTRICIDIO de resultados catastróficos.