Berni, solución y problema para Kicillof en la Provincia
El descontento de intendentes y la presión por el recambio y más recursos para los municipios. La banca de Kicillof a una pieza clave de su gestión. El Operativo Sol 2023 en marcha y los riesgos de un volantazo a un mes del verano y el año electoral. CFK, la palabra definitiva.
La bomba política de la semana tiene como protagonista a uno de los personajes más controversiales de las filas del Frente de Todos: el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni. Históricamente tan criticado por las bases más progresistas del kirchnerismo como sostenido a rajatabla por casi todos sus máximos dirigentes, Berni tuvo siempre la doble cara de no encajar en muchos sentidos con el imaginario K y ser, al mismo tiempo, un factor de equilibrio indispensable desde el punto de vista de la gestión, en el área de más difícil abordaje y más sentida por la población desde hace años.
Esa dualidad, que tuvo en estos años otros episodios pico como la desaparición seguida de muerte de Facundo Astudillo Castro, la discusión por las listas de la Segunda Sección electoral en 2021, los desplantes de Berni para con el Presidente o incluso el anuncio de su salida del kirchnerismo, llega en estos días a un punto de clímax con la denuncia por su enriquecimiento, las operaciones internas por su salida y el riesgo que un movimiento de esas características implica para la gestión provincial a esta altura del mandato.
El punto de partida lo marcó, anticipándose a todos una vez más, la propia CFK. La llamativa elección de la Vicepresidenta de casi comenzar su discurso en La Plata hablando de la problemática de la inseguridad, sorprendió por lo inesperado de su recorte de agenda pero, en realidad, recogió un malestar del conjunto de la sociedad, y por ende de la dirigencia política, que será una de las claves de la discusión electoral el año que viene.
CFK tuvo la cintura de marcarlo como un problema general, apuntando tanto a la Policía de la Ciudad como a la Bonaerense, sin distinciones políticas, y pidió una especie de reedición del Plan Centinela que el propio Berni ejecutara durante su segundo mandato, llevando la presencia de fuerzas como la Gendarmería y la Prefectura al conurbano. El ministro respondió afirmando que las palabras de la Vice fueron “música para mis oídos”. Pero a partir de ese momento comenzó una escalada en su contra que incluyó fuego enemigo y, sobre todo, la explosión de un fuego amigo que venía juntando presión hacía tiempo y encontró la oportunidad para liberarse.
EL DESCONTENTO DE INTENDENTES Y LA DENUNCIA DE LANATA
Luego del acto del jueves pasado en La Plata, CFK compartió un asado con jefes comunales, referentes territoriales bonaerenses y el Gobernador Kicillof. Durante la cena provincial, varios de los intendentes presentes le agradecieron a la Vicepresidenta que hubiera puesto en el centro de la agenda a la problemática de la inseguridad. Los dueños del termómetro del territorio saben que ese es un flanco débil que se agudiza en tiempos de crisis y hace tiempo vienen sosteniendo, por lo bajo y no tanto, críticas hacia Sergio Berni y por la falta de recursos propios, algo por lo que reclaman al Gobernador. CFK no fue la única en escuchar los cuestionamientos hacia Berni. El propio Alberto Fernández había recibido las mismas críticas cuando se reunió con intendentes del conurbano hace algunas semanas.
Los jefes comunales vienen pugnando por más recursos provinciales para poder hacer frente a gastos que hoy en día afrontan con sus propias cajas. Para ello, reclaman la inclusión en el presupuesto 2023 de un fondo de seguridad que rondaría los $32 mil millones para repartirse entre los 135 municipios. En esto no hay grieta y coinciden los jefes comunales del FDT y de Juntos, que podrían utilizar esos recursos para compra de equipamiento, cámaras de seguridad, botones anti pánico y gastos corrientes como el combustible de los patrulleros. Por ahora, esto es una negociación abierta con el Gobierno de Kicillof, al que también le piden la inclusión en el presupuesto de otros $50 mil millones del Fondo de Infraestructura Municipal.
Lo cierto es que, con este reclamo de hace tiempo de los intendentes y la situación de la seguridad sin mejoras sustantivas en el conurbano, la denuncia del fin de semana del programa PPT de Jorge Lanata contra Berni cayó como un mazazo que hizo exacerbar los ánimos de los jefes comunales. La presentación mediática reveló que el ministro bonaerense incrementó su patrimonio en un 110% entre 2019 y 2022, pasando de tener bienes por US$1.450.000 a US$3.041.00. A su vez, Berni no habría declarado en su última declaración jurada una lujosa mansión valuada en un millón de dólares, ubicada en las costas del lago Nahuel Huapi, en Bariloche, y otros tres departamentos más en la misma ciudad rionegrina.
El informe televisivo cayó como una bomba en el universo bonaerense, mucho más cuando derivó en una denuncia penal por parte de dirigentes de la Coalición Cívica por presuntos delitos de enriquecimiento ilícito, evasión agravada, lavado de activos y falsedad documental. “Hace rato que los intendentes vienen calientes con él y esto fue una gota que revalsó el vaso” le dijeron a Diagonales desde el entorno de un intendente de fuerte ascendencia en el peronismo provincial.
Para entender esos roces no solo hay que mirar la gestión en seguridad, sino también remontarse al cierre de listas 2021, en el que Berni intentó presentar una lista propia para la Segunda Sección electoral, algo que le valió un enfrentamiento con otros líderes territoriales e incluso con Máximo Kirchner. Berni tuvo finalmente que bajar su lista, pero las rispideces quedaron y no se suturaron con el tiempo. De hecho, el ministro bonaerense está decidido a disputar a través de la figura de su esposa, la Diputada nacional Agustina Propato, la intendencia de Zárate que desde el 2007 ostenta Osvaldo Cáffaro.
LA BANCA DE KICILLOF Y LOS RIESGOS DEL VOLANTAZO A UN MES DEL VERANO
“Acá no hay nada sobre una posible salida, cero. El ministro sigue en funciones, de hecho hoy entregó patrulleros en 9 de julio” fue la respuesta de fuentes del Gobierno provincial ante la consulta de Diagonales sobre la posible salida de Berni, agitada en los últimos días desde algunos medios de comunicación y evidentemente operada por algunos sectores interesados. El ministro entregó unos 14 nuevos móviles en el distrito, una práctica con la que recorre habitualmente la provincia y realizó declaraciones a la prensa. “No es la primera vez que soy víctima de una operación de prensa. La primera de ellas la sufrí en 2015, y como en aquella oportunidad, creo que claramente marca el inicio de la campaña electoral. Ensuciar es gratis, pero me encuentro muy tranquilo, ya que como sucedió en aquella oportunidad, donde fui sobreseído después que se investigara todo mi patrimonio; me presentaré ante la Justicia sin problemas, ya que todo mi patrimonio está a la vista” afirmó.
Lo concreto es que, más allá de las presiones de intendentes, Berni es una pieza clave en el armado de Kicillof y es por eso que el Gobernador lo defiende y ratifica en su cargo cada vez que salta una polémica en su contra, como sucedió en el partido de Gimnasia-Boca del pasado 6 de octubre, en el cual la represión de la bonaerense generó un escándalo en la jornada que terminó con la muerte del hincha de Gimnasia, César Regeuiro. En la gestión bonaerense entienden que Berni es un pilar indispensable para sostener la situación de la seguridad en la provincia y se aferran a él contra viento y marea.
De hecho, con el verano a la vuelta de la esquina, los equipos del Ministerio de Seguridad ya se encuentran preparando lo que será el Operativo Sol 2023, que muy probablemente sea presentado en las próximas semanas y entre en ejecución antes de las fiestas. Como cada año, será el mayor despliegue de fuerzas en un operativo en particular del año, y se concentrará en el corredor atlántico de la provincia y otras zonas turísticas. El año pasado, dicho operativo contó 17.000 efectivos, el doble del año anterior, más de 370 camionetas, 9 camiones hospitales, 131 automóviles, 500 motocicletas, autobombas, helicópteros, drones y torres de monitoreo. Para el verano 2023, el número de efectivos crecerá casi otro 50% interanual, sumando unos nuevos 8.000 policías que egresarán antes de fin de año.
Semejante operativo no es algo que pueda resolverse de la noche a la mañana, y un cambio de cabeza en el Ministerio a esta altura representaría un riesgo muy importante para la temporada de verano, momento clave en el que la gestión de Kicillof necesita mostrar solidez y eficacia para comenzar bien el año electoral. El condimento de las elecciones del año que viene también es otro factor a considerar a la hora de pensar en un volantazo como sería el cambiar la conducción política de una fuerza que cuenta con más de 90.000 efectivos. Desde allí resulta lógica la postura del Gobernador, jugado a llegar con la menor cantidad de problemas posible al año decisivo para su reelección, de sostener a Berni como uno de sus pilares.
Sin embargo, ese sostén no se explica solamente por la decisión de Kicillof. Cuando el Gobernador pretendió retener a su equipo original tras la derrota en las PASO 2021, fue la intervención de CFK la que terminó marcando la llegada de intendentes al gabinete provincial, en pos de darle otra frescura y otra dinámica de contacto con el territorio a la gestión. Por deducción lógica, se desprende que si Berni se mantiene en su cargo es, en última instancia, por decisión de la Vicepresidenta. Sin su apoyo Kicillof no tendría forma de resistir el embate de los intendentes por remover al ministro.
En esta historia será determinante cuánto ruido llegue a hacer la denuncia en contra de Berni, cuánto más estén dispuestos a presionar los jefes comunales y, sobre todo, cuánto decida CFK sostener al ministro. Mientras tanto, Berni seguirá siendo a la vez un problema para Kicillof, por sus movimientos individuales, cierta falta de resultados y la resistencia de los jefes comunales, así como también una solución de cara al último verano del mandato y el inicio del año electoral, que de por sí será caliente en medio de la difícil situación socioeconómica que atraviesa el país y particularmente la provincia.