En cuenta regresiva hacia las PASO, la gobernadora María Eugenia Vidal realizará una seguidilla de visitas y actos en distritos oficialistas, junto a los candidatos Esteban Bullrich y Graciela Ocaña, las caras visibles de la boleta de Cambiemos en Buenos Aires, quienes se espera que también hablen durante los actos. 

Este mediodía le tocó el turno a Bahía Blanca, donde los pre candidatos comparten un acto con escenario en 360º,  junto a Vidal y Mauricio Macri en el club Bahiense del Norte. Desde muy temprano se montó en la ciudad gobernada por el edil de Cambiemos Héctor Gay un fuerte operativo de seguridad que involucró a 370 efectivos de las distintas fuerzas.

Mañana los funcionarios provinciales y candidatos realizarán una intensa jornada de timbreo en distintos puntos del territorio bonaerense, con una fuerte presencia en el Conurbano. El lunes, Vidal volverá a visitar Mar del Plata, uno de los distritos que mantiene altos niveles de desempleo a pesar de los esfuerzos del oficialismo. 

Durante las últimas visitas a "La Feliz", Vidal evitó la foto con el intendente Carlos Arroyo –quien mantiene un alto índice de imagen negativa en el distrito- y es muy probable que se muestre sólo con la precandidata  a concejal y la bendecida para 2019, Vilma Baragiola. Se espera un acto también con el combo 360º, globos y cumbia en horas de la tarde.

El martes, le tocará el turno a Azul, otro distrito oficialista –tras el paso del ex FPV, Hernán Bertellys – en donde se mantiene cierta tensión y malestar entre los dirigentes radicales, tras el cierre de listas que los dejó con la "boleta corta". Se espera la asistencia del Presidente, Vidal y cinco precandidatos que usualmente se suman a las recorridas: Esteban Bullrich, Gladys González, Graciela Ocaña, Toty Flores y Guillermo Montenegro.

Finalmente, el jueves los dirigentes bonaerenses de Cambiemos se reunirán en Vicente López, la tierra de Jorge Macri, para cerrar la campaña, previo al comienzo de la veda electoral que regirá a partir del viernes. En un principio se barajó reeditar el cierre en Lanús, al igual que en 2015, pero para evitar comparaciones de cierres y resultados electorales, el equipo de Vidal apostó por el cambio.