El ex titular de Asuntos Internos, Guillermo Berra, fue citado a indagatoria por la Justicia en el marco de una causa por espionaje en territorio bonaerense. Como publicó Diagonales, la lista de personas investigadas de manera irregular por el organismo es extensa y entre tantos nombres, tal vez puede pasar desapercibido el de el ex comisario Ricardo Bogoliuk. 

En 1999, Bogoliuk fue exonerado de la Policía Bonaerense por una presunta sociedad con piratas del asfalto en Mercedes, pero lejos de alejarse del mundo judicial y político, primero se dedicó a la seguridad privada hasta mayo de 2017 cuando ingresó a la ex SIDE. Allí se desempeñó como uno de los agentes que entró en reemplazo de los 900 espías despedidos por Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, hasta diciembre de ese mismo año. 

Pero la historia de Bogoliuk no termina ahí. El ex comisario fue uno de los acusados por el juez de Dolores, Alejo Ramos Radilla en el marco de la causa que investigó a Marcelo D’Alessio por “asociación ilícita” y espionaje. El magistrado lo acusa de “haber tomado parte de una estructura delictiva dedicada a la realización de operaciones de inteligencia e investigación a fines de coacción, intimidación y extorsión”. 

A partir de la imputación y posterior orden de detención del ex comisario bonaerense, el entramado de conexiones se hizo más profundo. El abogado de Bogoliuk fue Angel Moyano, un representante de futbolistas, quien fue designado como director del Mercado Central en 2014 por el propio Mauricio Macri. 

Ahora, el ex agente de la SIDE aparece en lista de los espiados por Asuntos Internos de la provincia de Buenos Aires, durante la gestión de María Eugenia Vidal. 

Es evidente que el mundo, o submundo, de la inteligencia nunca se termina de saber con exactitud quién es el espía y quién el espiado. Lo cierto es que las causas por espionaje están tomando notoriedad y estas prácticas están saliendo a luz; junto con ellas, también lo hacen muchos nombres que, con seguridad, preferirían seguir en las sombras.