Con el país siendo un puño apretado en las vísperas de la final del mundo, quienes también se preparan para la batalla son los intendentes peronistas del conurbano. Los responsables de atender la primera ventanilla del Estado, tienen como nadie el termómetro del territorio y saben que el 2023 puede ser un año bisagra para el peronismo. Para bien o para mal.

La inflación, que empieza a bajar pero sigue en niveles insoportables, los salarios que no alcanzan para una vida estable y tranquila, y la inseguridad como problema que no afloja, marcan un contexto en el cual el peronismo puede quedar asociado a la falta de respuestas y enfrentarse a una nueva ola amarilla, que puede inundar desde la nación hasta cada municipio el año próximo. Los jefes comunales lo saben, lo palpan en sus distritos, y por eso vienen impulsando en los últimos meses La Liga de Intendentes como un espacio en el cual articularse, ganar espesor político en la toma de decisiones e influir tanto en el Gobierno provincial como en el nacional.

Este jueves, en la cañuelas gobernada por Marisa Fassi, volvieron a reunirse jefes y jefas comunales de la Primera y la Tercera Sección Electoral, el núcleo duro del voto y la identidad peronista en la provincia. Del encuentro surgió un comunicado durísimo con el Grupo Clarín, que recogió el hilo argumental de CFK en su último discurso y trazó una conexión directa entre el poder concentrado de los medios de comunicación y la justicia como explicación de los problemas estructurales del país. Pero, además del comunicado, el encuentro marcó un punto de fortalecimiento de La Liga, a partir de la cual los intendentes pretenden cobrar  un mayor protagonismo en lo que se viene.

El impulso a ese espacio surge de un diagnóstico muy pesimista de la situación del peronismo en general y en la provincia en particular. “Es el peor momento desde la crisis del 2001 para el peronismo, y eso exige que entendamos la gravedad de la situación y actuemos en consecuencia”, deslizaron a Diagonales desde la mesa chica de La Liga. Los intendentes son conscientes de que el horno no está para bollos y es por eso que quieren evitar un mayor distanciamiento con la sociedad producto de enfrascarse en discusiones electorales alejadas de las problemáticas de la gente. “No estamos para ponernos a discutir candidaturas, lo que tenemos que hacer es explicar lo que está sucediendo, el funcionamiento de estos sectores de poder y cómo inciden en la vida de la gente”, completó la fuente.

La reunión en Cañuelas dejó importantes puntos de coincidencia entre los jefes comunales sobre cómo encarar el año electoral, así como también balances comunes en relación a lo que vino siendo el funcionamiento de La Liga. “Es un espacio de pares, acá no hay un jefe”, sentenciaron desde el núcleo de intendentes, a la par que explicaron su intención de comenzar a tener una metodología de trabajo similar a la de la Liga de Gobernadores del Norte Grande, con reuniones periódicas y acciones enfocadas en infraestructura, economía, seguridad y acción política como ejes centrales.

EL CANDIDATO ES AXEL

Otro de los consensos importantes alcanzados entre los intendentes de La Liga es que el candidato a Gobernador tiene que ser Kicillof. “El candidato es Axel, y si por alguna razón él no se presenta tendremos internas de las que participarán varios candidatos”, sostuvieron voceros del espacio. Este punto no es menor, ya que las tensiones entre los jefes comunales y el Gobernador no fueron ningún secreto desde el inicio de la gestión del FDT, y más allá de que Kicillof cuenta con el respaldo de CFK, la aspiración de los intendentes de poner a uno de los suyos en el Sillón de Dardo Rocha nunca declinó del todo. Sin embargo, el escenario bonaerense para el 2023 ya pareciera estar delimitado y hoy por hoy ya no se cuestiona que el Gobernador vaya por su reelección.

De hecho, desde La Liga dejaron trascender la conformidad de los jefes comunales con las reuniones que mantuvieron en las últimas semanas con Kicillof, en las que abordaron las problemáticas que más preocupan en los municipios. Fernando Espinoza, intendente de La Matanza, expresó al respecto que “nos reunimos en cuatro ocasiones con Axel para tratar el tema económico, la necesidad de los aumentos salariales de los municipales, que ya son imprescindibles por las necesidades de fin de año, y para trabajar de conjunto en la financiación de obras de infraestructura y de seguridad”.

Los intendentes explicaron que más de la mitad de los municipios no contaban con los recursos suficientes para otorgar los aumentos salariales en cuestión y que encontraron una buena recepción por parte del Gobierno provincial a ese problema. A su vez, destacaron también los $57.500 millones que se acordaron incluir en el presupuesto 2023 como fondos coparticipables que irán a los municipios. De ese total, $40.000 millones irán al Fondo de Infraestructura Municipal y $17.500 al Fondo de Seguridad. “Esto es fruto del trabajo conjunto de los intendentes con la provincia”, expresaron desde La Liga, capitalizando políticamente un reclamo que también encararon los jefes comunales de Juntos en sucesivas reuniones que mantuvieron con representantes del oficialismo provincial.

Las tensiones de los intendentes del peronismo con el Ejecutivo provincial giran fundamentalmente alrededor del tema seguridad. Hace algunas semanas el escándalo Berni sacó a la luz las diferencias existentes, y a pesar que Kicillof logró sostener a su ministro no pasaron desapercibidas las intenciones que manaban desde los distritos para reemplazarlo. Producto de esas discusiones, los jefes comunales obtuvieron compromisos por parte del Gobierno provincial. “En cada municipio del conurbano se duplicará la cantidad de patrulleros” confirmó un participante de la cumbre de Cañuelas a Diagonales.

Además de con el Gobernador Kicillof, los intendentes mantuvieron en los últimos meses reuniones con el Presidente Alberto Fernández y también con Sergio Massa. Esos encuentros también dieron sus frutos, y desde La Liga informaron que ya se giraron a los municipios $10.000 millones para inversión en seguridad y otros gastos y que también se aumentó en un 50% la presencia de efectivos de seguridad en cada municipio.

BANCAR A LA JEFA

El intento de asesinato que sufrió CFK y la posterior condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos enfatizaron aún más la centralidad de la Vicepresidenta en el dispositivo peronista. Ya con la certeza de que no la tendrán en sus boletas el año que viene para arrastrar sus votos, los intendentes igualmente siguen reconociendo la importancia de CFK y el principal objeto del encuentro en Cañuelas fue apuntar contra los enemigos que ella delimitó, utilizando incluso sus propias fórmulas discursivas. “Es pueblo o Magnetto. Es pueblo  o mafias”, dispararon en el comunicado surgido de la reunión.

En ese sentido, los jefes comunales insisten, como lo hizo la Vicepresidenta, en desenmascarar los lazos entre el poder económico, mediático y judicial de cara a la ciudadanía como parte de la estrategia política a adoptar para reconstruir el vínculo del peronismo con la sociedad. “La alianza de la derecha con los medios concentrados y la justicia, que quedó evidenciada con el viaje a Lago Escondido, tiene que hacerse carne en la sociedad”, expresaron desde La Liga.

El intendente del mayor distrito de la provincia, Fernando Espinoza, fue todavía más a fondo resaltando la “necesidad de concientizar a la sociedad sobre la relación íntima que hay entre el intento de asesinar a Cristina, su condena, el viaje a Lago Escondido y la evidente alianza judicial-política-mediática que intenta reinstalar políticas neoliberales que perjudican a la enorme mayoría y benefician a los poderes concentrados”.

El rechazo de los jefes comunales al fallo que condenó a CFK fue contundente desde la primera hora. Pero en el encuentro en Cañuelas los dardos intendentistas no sólo apuntaron a Magnetto y el Poder Judicial, sino que también hubo críticas para “algunos que intentan hacer peronismo sin Cristina”, deslizó un asistente de la reunión que no quiso confirmar si el palo estaba dirigido a Alberto Fernández y su círculo. “Basta mirar la historia para ver a aquellos ilusos que quisieron hacer peronismo sin Perón y recordar que esos mismos ilusos luego se convirtieron en traidores al Movimiento” sacudieron desde el seno de La Liga.

INTENDENTES A LA CARGA

Con la jugada de este jueves, La Liga de intendentes dejó en claro que pretende ser un actor central en el armado del peronismo que se viene. Actualmente el espacio funciona como un órgano colegiado, con una mesa chica constituida por tres representantes de la Primer Sección Electoral, Alberto Descalzo (Ituzaingó), Gabriel Katopodis (San Martín) y Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), y tres de la Tercera, Fernando Espinoza (La Matanza), Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Martín Insaurralde (Lomas de Zamora).

Los jefes comunales tienen decidido darle cada vez más espalda a La Liga como un espacio institucional desde el cual dialogar con la provincia, la nación y otros actores como los gobernadores. En ese sentido, seguirán de cerca lo que será la temporada de verano bonaerense y la próxima reunión del espacio será el 21 de enero en el Partido de la Costa.

A modo de síntesis de la lectura de coyuntura por parte de los jefes comunales y las perspectivas hacia adelante, Espinoza recurrió a Néstor Kirchner. “Cuando asumió Néstor, desde el poder concentrado buscaron condicionarlo permanentemente, pero él en vez de someterse se respaldó en la gente. Para ello expuso a esos sectores de poder, como la Corte Suprema, los que se beneficiaban con el Estado y como eso afectaba la vida de los argentinos y las argentinas, evidenciando las mentiras que difundían. Hoy es hora de hacer lo mismo”, remató.