Kicillof por toda la cancha: territorio, críticas y diálogo con la oposición para contener la crisis
El Gobernador sigue enfocado en su estrategia provincial de mostrar gestión y cercanía con la gente. Fuertes críticas a la oposición pero con los canales de diálogo abiertos. Política activa para defender el bastión bonaerense.
Mientras el país camina por el filo del precipicio, Axel Kicillof hace sus aportes al Frente de Todos intentando que la brasa caliente bonaerense no se transforme en un incendio que se lleve todo puesto. Para ello se enfoca en mostrar gestión, recorre los municipios como si estuviera en campaña inaugurando obras y reforzando una imagen de cercanía con el pueblo bonaerense. Pero no por ello se aísla de los debates que atraviesan al país, más bien lo contrario. Recoge el guante de la oposición, a la cual critica con firmeza al mismo tiempo que la recibe y la contiene institucionalmente. Como si eso fuera poco, también construyó el primer gesto concreto de apoyo kirchnerista a la Ministra Batakis.
Las últimas 24 horas sirven de muestra para exponer la actividad de pulpo a la que está abocado el Gobernador. Ayer Kicillof inauguró viviendas, visitó un parque industrial, recorrió obras de asfalto y firmó convenios en el distrito de Florencio Varela, a la par que mantuvo una reunión con intendentes radicales, gestionó otra entre intendentes del FDT del conurbano y la flamante Ministra de Economía, y por último este jueves recibió a cuatro intendentes del PRO. Gestión y política en una agenda full para mostrar trabajo en todos planos mientras las crisis arrecia.
“Axel está concentrado en la gestión provincial. Tenemos que cuidar y proteger todo lo hecho y sostener lo que está previsto en el próximo año y medio” explican desde la Gobernación a Diagonales. La postura que Kicillof comenzó a adoptar con fuerza tras la derrota en las PASO y que se profundizó luego de la fractura en el oficialismo por el acuerdo con el FMI, hoy sigue siendo la estrategia bajo el título del 6x6: focalizarse en la provincia y en la gestión, y de esa forma no quedar atrapado en la interna oficialista. “La gestión y la gente son nuestros dos ejes” afirman desde su mesa chica.
Sin embargo, y sin descuidar esa línea estratégica, Kicillof demostró en las últimas horas un músculo político también necesario para la contención de la crisis en el territorio más caliente del país. Lo que ante la falta de una conducción política unificada el oficialismo no consigue a nivel nacional, sentar a la oposición en una mesa a negociar puntos mínimos para frenar la escalada de la crisis económica, el Gobernador pudo mostrarlo sin la necesidad de dejar de criticar las actitudes irresponsables de esa misma oposición. La reunión con los intendentes de Juntos, radicales primero y PRO después, aparece como un germen de lo que se esperaría de parte de los dirigentes nacionales en un momento en el que no se vislumbra cuál podría ser el final de la incertidumbre reinante.
Desde La Plata no festejan esa demostración política de Kicillof, más bien intentan evitar el contraste con el Gobierno nacional en pos de mantener la calma que sea posible. “No queremos para nada compararnos con el Gobierno nacional. No está bueno, no le sirve a nadie, lo mete a Axel en un barro que no le suma nada” explican. Sin embargo, no deja de ser un dato político que mientras la oposición a nivel nacional sólo tiene como estrategia el desgaste, en la provincia todos quieren sentarse a discutir en la mesa del Gobernador.
Fueron primero cuatro jefes comunales del radicalismo y después otros cuatro del PRO los emisarios de Juntos que se reunieron con Kicillof. Miguel Fernández (Trenque Lauquen), Alejandro Federico (Suipacha), José Luis Salomón (Saladillo) y Maximiliano Suescún (Rauch) representaron a la UCR en el encuentro del miércoles, que ambas partes calificaron como positivo. Se abordaron temas como la actualización de los fondos del FIM y una mayor agilidad en la aprobación de proyectos y la situación del IOMA.
En la reunión del jueves el Gobernador recibió a Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Julio Garro (La Plata), Pablo Petrecca (Junín) y Guillermo Montenegro (General Pueyrredón). En ambos casos hubo fotos en las redes de Kicillof, pero mientras los intendentes radicales replicaron el gesto con un tono positivo en cuanto al encuentro, de los intendentes PRO el único que publicó algo sobre la reunión fue Valenzuela y desde una postura distinta a la de sus compañeros de frente: “Hoy fuimos a La Plata para plantearle al gobernador Axel Kicillof nuestra preocupación por la crisis económica y social que estamos atravesando. Esta situación nos complica poder cumplir con ciertas obras convenidas y con la demanda vecinal sobre la seguridad” posteó el jefe comunal de Tres de Febrero. En la Gobernación tuvieron un balance similar de ambos encuentros: “siempre es mejor el diálogo con los radicales que con el PRO”.
Lo cierto es que, más allá de su apertura al diálogo con la oposición, Kicillof se refugia cada vez más en una estrategia de polarización con lo que fue la gestión de Cambiemos en la provincia, y la carta de la pesada herencia está a la orden del día en cada una de sus intervenciones. En el mismo acto de Florencio Varela en el que pidió colaboración a la oposición, Kifillof disparó “me parece que quienes no tuvieron ni pandemia ni guerra y aún así rompieron todo, hoy deberían tener un poco más de humildad. Yo no quiero decir barbaridades, sólo les pido respeto a un pueblo que sufrió sus políticas, solamente les pido conciencia y responsabilidad cuando se ponen a hablar desde la tele, les pido coherencia cuando vienen a decir que van a hacer exactamente lo contrario a lo que hicieron cuando tuvieron la oportunidad”.
Cerca del Gobernador no consideran que estos movimientos de Kicillof sean algo nuevo o distintivo. “Axel no le pidió nada nuevo a la oposición, ayer dijo exactamente lo que viene diciendo desde la pandemia, que sean responsables y colaboren. Si no lo van a hacer por lo menos que no pongan palos en la rueda, porque nosotros estamos todos los días gobernando para arreglar el desastre que dejaron” expresaron a este medio.
Kicillof también llevó en las últimas horas su despliegue al plano nacional, en lo que puede considerarse el primer gran gesto de parte del kirchnerismo para con la Ministra Silvina Batakis. En medio de una corrida cambiaria que no cesa y amenaza cada vez más con descontrolar la economía a niveles irremontables, el silencio de CFK y sus principales alfiles en relación a los primeros pasos de Batakis solo funcionan como más combustible para el incendio en curso. En ese contexto, el Gobernador juntó más de una docena de dirigentes provinciales de peso entre funcionarios del Ejecutivo, legisladores e intendentes en un encuentro con la Ministra que significó un respaldo más que necesario de una región del país que siempre es una olla a presión en las crisis.
El encuentro fue acordado el lunes cuando Kicillof y Batakis se vieron las caras en otra reunión, esta vez de la Ministra con un grupo de gobernadores. A partir de allí el armado quedó a cargo de Martín Insaurralde, y ayer participaron el Ministro de Infraestructura provincial, Leo Nardini, los intendentes Andrés Watson (Florencio Varela), Fernando Espinoza (La Matanza), Federico Achával (Pilar), Fernando Moreira (San Martín), Marisa Fassi (Cañuelas), Gastón Granados (Ezeiza), y Nicolás Mantegazza (San Vicente), junto a los Diputados Mariano Cascallares y Marcelo Casareto. La diversidad institucional y el peso específico de los presentes marca lo significativo del gesto de respaldo del Gobierno bonaerense para con la Ministra, que atraviesa días críticos recién llegada al Palacio de Hacienda.
En el territorio mostrando gestión y cercanía con los problemas de la ciudadanía, tan alejados de las peleas palaciegas que paralizan al Gobierno nacional; con una línea política clara responsabilizando a la oposición por los resultados de su gestión, pero a la vez entablando diálogos necesarios para que la institucionalidad provincial siga en marcha y se resuelvan problemas; con un aporte sustantivo para consolidar la nueva gestión económica que tambalea desde su inicio, y cuya caída significaría un nuevo desastre para el FDT. Así se despliega Kicillof, en pos de aguantar la crisis y sostener su proyecto del 6x6, sin el cual difícilmente el Frente de Todos tenga perspectivas en el 2023.