Mientras que en Argentina, el Senado de la Nación debatía la Ley Bases y el paquete fiscal en medio de una brutal represión, casi al mismo tiempo, el gobernador Axel Kicillof era recibido por el Papa Francisco en el Vaticano. 

En una audiencia privada con agenda abierta, el mandatario bonaerense y el Sumo Pontífice intercambiaron regalos y hablaron sobre la actualidad de la provincia. Sopresivamente, el Gobernador aseguró que el escándalo de los alimentos y lo que estaba sucediendo en ese mismo momento en el Congreso de la Nación no fueron temas abordados durante la reunión. 

Tal lo indica el protocolo, el encuentro comenzó con un intercambio de presentes. Kicillof le regaló al Papa dos de sus libros: "Fundamentos de la teoría general. Las consecuencias teóricas de Lord Keynes" (2007) y "De Smith a Keynes: siete lecciones de historia del pensamiento económico: un análisis de los textos originales" (2010).

“Fue un encuentro extenso, muy cálido él y muy importante para mí en lo personal. Es un referente internacional en tiempos en que es muy necesaria su mirada. Su palabra es muy importante”, contó el propio Kicillof a Radio Provincia. 

El mandatario reveló que durante el encuentro hablaron de la situación social en Argentina y afirmó: “Las políticas de ajuste tienen graves consecuencias, como un segundo tiempo de Macri, pero más rápido y brutal. No hablamos de la Ley Bases”. 

"Sí le comenté la acción que está llevando adelante la Provincia para sostener lo que veníamos haciendo", añadió.

Y completó: “Estamos viviendo una época de crisis, de guerra, de crecimiento de sectores de la ultraderecha a nivel mundial así que la voz del papa es muy importante, influyente y, a veces, bastante discordante”.