La carta de Kicillof a los “militantes del ajuste” de Milei: “La plata no le alcanza a casi nadie”
El Gobernador criticó el “sobrehumano esfuerzo” para “pasar por positivo el sacrificio”. La caída histórica del consumo de carne y una dura conclusión: “Hambre y sufrimiento en el granero del mundo”.
Dos efectos coinciden en la política de verano en la Argentina: el conocimiento de los resultados del primer año de Gobierno de Javier Milei y el inicio de un crucial 2025 por sus implicancias electorales. Atravesado por ambas claves, el gobernador bonaerense Axel Kicillof publicó este miércoles un extenso informe dedicado a los “militantes del ajuste” libertario, especialmente en vistas de la caída histórica del consumo de carne propulsada por la pérdida de poder adquisitivo y el alza de los precios. Y les cantó las cuarenta: “La plata no le alcanza a (casi) nadie”.
“Como de costumbre, cada vez que gobierna la derecha presenciamos el sobrehumano esfuerzo para ‘militar el ajuste’; es decir, atenuar o hasta hacer pasar por positivo el sacrificio que le hacen padecer a la sociedad. Así, se festeja como un éxito que suban los bonos y acciones en la Bolsa mientras caen los ingresos y se deterioran las condiciones de vida de los sectores medios, trabajadores, populares. El episodio de hoy se titula: ‘Los argentinos cambiaron los hábitos y ahora consumen más carne de pollo que de vaca’”, lanzó el mandatario provincial en un largo tweet esta tarde.
La frase ficticia que encabeza el texto del Gobernador “es una forma tramposa y miserable de presentar la cruel realidad: con la política económica de Milei, el consumo de carne se desplomó y es el menor en 100 años, al tiempo que cayó también el consumo de pollo, leche, frutas y verduras”, argumentó Kicillof, y, tras varias estadísticas que evidencian la baja, remató: “Están haciendo pedazos la capacidad de consumo del pueblo argentino. Con Milei, la plata no le alcanza a (casi) nadie”.
Entonces, el dirigente de Unión por la Patria (UP) remarcó: “Lo vemos a Milei recorriendo los países centrales, entregando nuestra soberanía, nuestros trabajos y nuestras riquezas naturales al mejor postor. Los extranjeros no deben poder creer lo barato que nos vende, a cambio de reconocimiento personal, palmaditas en la espalda y premios truchos”. Y concluyó: “Hambre y sufrimiento en el granero del mundo”.