Luego de las PASO, ¿qué nos espera en las generales?
La contienda electoral dejó de manifiesto que la división del Peronismo sigue beneficiando a Cambiemos
A modo de reflexión general, se puede afirmar que Cambiemos ha realizado una buena elección a nivel país; consolidándose como primera fuerza nacional ganando, no sólo en provincias gobernadas por propios, sino también en provincias de otro color político. Explica en gran parte este escenario su performance en los distritos con mayor cantidad de electores donde gana en Córdoba (destronando por más de 15 puntos a Unión por Córdoba que gobierna desde 1999), triunfa en Mendoza revalidando el territorio y con casi 50 por ciento se impone en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En Buenos Aires empata prácticamente con Unidad Ciudadana en la categoría de Senadores Nacionales y gana en Diputados Nacionales; y en Santa Fe, pierde por menos de un punto.
También se suman triunfos en territorios adversos como La Pampa o Entre Ríos; sin embargo, llama poderosamente la atención, las victorias en San Luis (poniendo en jaque 34 años de poder de los Rodríguez Saá), en Neuquén (donde el Movimiento Popular Neuquino no pierde hace más de 50 años) y en Santa Cruz, bastión kirchnerista desde hace décadas.
La elección demostró que hay una tendencia hacia la polarización en la sociedad. Los que buscaron encarar una propuesta intermedia tuvieron una mala elección como Martín Lousteau en la CABA, Sergio Massa y Florencio Randazzo en la PBA, el Frente Progresista en Santa Fe y la fuerza que lidera Alberto Weretilneck en Río Negro.
Asimismo, la contienda electoral dejó de manifiesto que la división del Peronismo sigue beneficiando a Cambiemos; ya que sumando todos los votos de los espacios filo peronistas suman más del 45 por ciento a nivel nacional y en PBA la suma da alrededor de 55 por ciento. Claramente, si quieren ser competitivos para el 2019, el desafío será poder generar nuevos liderazgos que logren unificar el movimiento lo más posible.
PASO — Provincia de Buenos Aires:
En relación a la Provincia de Buenos Aires, el escrutinio provisorio para Senadores Nacionales refleja un empate técnico para la contienda electoral; por más que Esteban Bullrich tenga una leve ventaja de 6.915 votos a favor y que, probablemente en el definitivo, terminaría ganando por unos pocos miles de votos Cristina Fernández de Kirchner (así lo demuestra la proyección de la tendencia de los votos restantes, teniendo en cuenta -sobre todo- los de la Tercera Sección Electoral; esto sin considerar los 38.514 votos recurridos, impugnados y del comando electoral que pueden terminar incidiendo en el resultado final). De todas maneras, un puñado de votos más o menos en las PASO, tiene un efecto simbólico, pero no electoral para estas fuerzas, ya que ni Cambiemos ni Unidad Ciudadana tenían listas internas y el 1,5 por ciento de piso claramente no era un obstáculo. Diferente será en las elecciones generales de octubre, donde un voto más puede dar la victoria en la PBA y acceder a las dos bancas de Senadores Nacionales, con todo el efecto político que ello implica.
La elección para Diputados Nacionales fue diferente, Cambiemos obtuvo el 34,58 por ciento de los votos, con una ventaja de 2,21 por ciento sobre la lista de Unidad Ciudadana que logró el 32,37 por ciento. Dato no menor surge de este resultado y que puede potenciarse en octubre: hubo 2,21 por ciento de corte de boleta a favor de la ex Presidente.
La tercera fuerza política, la alianza 1País de Sergio Massa y Margarita Stolbizer, quedó debilitada en toda la PBA. Una muestra de la baja performance es que ni siquiera en Tigre o en San Fernando –bastiones massistas- pudo hacer una buena elección. En el primero, sacó una leve ventaja en Senadores Nacionales y en concejales, pero perdió con Cambiemos en Diputados Nacionales y en Senadores Provinciales. En el segundo distrito, perdió con Cambiemos en todas las categorías menos en concejales; lo que implica el corte de boleta en contra por parte de los propios, comportamiento que podría potenciarse en las generales.
Elecciones generales — Provincia de Buenos Aires:
A partir del lunes 14, luego de la encuesta real en que se han transformado las PASO, comenzó una nueva elección. Todo indica que se recreará un escenario con espíritu de ballotage donde habrá una polarización entre Bullrich y Kirchner.
En este sentido, será importante dilucidar estos interrogantes:
· Si tenemos en cuenta los comportamientos electorales de 2013 y 2015, en relación a la participación de las PASO y las elecciones generales, es probable que en octubre aumente la participación entre 2 y 5 ciento. ¿Dónde irán esos votos?
· El 3,56 por ciento de votos representa a los partidos que no pasaron el piso de las PASO; los cuales, son mayormente de izquierda. ¿Cuántos de ellos podrá sumar Cristina?
· Hubo 308.652 votos en blanco equivalentes al 3,46 por ciento. ¿Quién podrá seducir este electorado que no se siente representado?
· ¿Es real que la izquierda, en este caso, representada por el FIT tiene un voto duro e intransferible? ¿Massa y Randazzo están en su piso y sus votos no se irán a otras fuerzas? Puede ayudar a dar luz a esto, el estudio de M&R Asociados y Query Argentina donde vienen analizando la solidez del voto mes a mes y refleja que estas fuerzas tienen mucho menos consolidado el voto que las dos principales.
· La mayoría de los analistas sólo habla de la elección nacional del 2015, pero vale detenerse un minuto a analizar la última elección legislativa de la PBA en 2013, donde irrumpe el Frente Renovador y se da una suerte de polarización con el Frente para la Victoria, dejando fuera de juego a un actor importante en ese entonces (De Narváez). La fuerza del empresario bajó de 10,51 por ciento a 5,43; es decir que bajó un 51,66 por ciento de las PASO a las generales. La experiencia empírica muestra que la polarización entre dos fuerzas termina disminuyendo a los restantes espacios minoritarios que comparten electorado. Entonces, ¿Una parte de los votos de Randazzo irán a su antigua líder? ¿Un porcentaje importante del caudal de Massa irá hacia Cambiemos como fue en el 2015?
· Como hemos visto anteriormente, hubo comportamientos de corte de boleta. ¿Cómo harán las fuerzas minoritarias para evitar que se potencien?
Cambiemos corre con ventaja por el hecho de ser Gobierno Nacional y Provincial, sumado al alto grado de imagen negativa que tiene la fuerza de Cristina; lo que ayudó a que ganara Cambiemos en 2015 por el voto anti-k. El kirchnerismo esperaba una mejor elección. De todos modos, se ilusiona válidamente, con la ventaja que podrían sacar en el escrutinio definitivo y con los votos que puedan sumar de otras fuerzas; aunque no deben perder de vista, lo que sostenía Winston Churchill: “La política es más peligrosa que la guerra, porque en la guerra sólo se muere una vez”.
La moneda ya está en el aire; veremos quién mejor interpreta las diferentes variables de la sociedad. Good show.
*Abogado de la Universidad de Buenos Aires, especializado en Derecho Financiero y Victimología. Coach Ontológico (ICP). Docente de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Presidente de la Red de Víctimas y Conductor del programa radial Mercado Persa, todos los viernes a las 22 Hs. por FM Radio Cultura 97.9.Twitter: @facundochidini