Juntos por el Cambio y el PRO atraviesan fuertes grietas internas que tienen como eje principal las candidaturas y el armado político de cara a 2023. Este jueves, la coalición opositora sufrió un fuerte golpe en la provincia con la salida de Néstor Grindetti de la Mesa Bonaerense de Juntos, uno de los principales intendentes de peso que tiene la oposición en el Conurbano. En ese escenario, Horacio Rodríguez Larreta y  Julio Garro quisieron enviar un mensaje de unidad y se mostraron juntos en La Plata, donde aseguraron que los nombres que integraran las listas en la próximas ejecutivas se definirán en las PASO. 

Durante la recorrida, y a pesar de ya haber expresado sus intenciones de ser candidato a presidente, Rodríguez Larreta remarcó que “falta mucho" para los comicios. "Yo tengo una enorme responsabilidad en la Ciudad de Buenos Aires, muchísimo trabajo y estoy intercambiando experiencias como en este caso con Julio, pensando en encontrar experiencias que nos permitan replicarlo en la Ciudad”, indicó. 

El jefe de Gobierno se refirió a las internas que atraviesa la coalición opositora y quiso bajarle el tono a la discusión. “Estamos más unidos que nunca. Hay diferentes posiciones por supuesto pero la diversidad enriquece”, aseguró. 

Larreta afirmó que “todas las candidaturas se definirán por las PASO", y enfatizó: "Los que quieran participar, todos a las PASO”.

Una de las discusiones que atraviesa el PRO es quién será su candidato para la provincia de Buenos Aires. Mientras que el jefe de Gobierno quiere poner a Diego Santilli al frente de la lista, los intendentes bonaerenses quieren que sea uno de los propios. Incluso, hace unos pocos días, Garro expresó sus propias aspiraciones a la gobernación bonaerense. 

Por eso, la imagen de Garro y Larreta juntos no es casual y busca bajar la tensión dentro del partido. Sin embargo, el encuentro entre ambos tuvo un momento insólito de tensión que nada tuvo que ver con el escenario político. 

EL FÚTBOL SE COLÓ EN LA INTERNA

En un momento de la recorrida por City Bell, las sonrisas se transformaron en muecas y cejas fruncidas cuando el intendente Julio Garro le quiso regalar una pelota de Boca Juniors al jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta. 

La chicana del jefe comunal no fue bien recibida por el mandatario porteño, hincha de Racing, quien rechazó el regalo y no pudo esconder su cara de enojo. Momentos previos, durante una charla con vecinos, Larreta había colocado su celular arriba de la mesa boca abajo, dejando a la vista el escudo de Racing en funda del móvil; gesto que tampoco le habría caído bien al anfitrión de la visita. 

Es que Boca y La Academia se cruzarán este sábado en la semifinal del campeonato y, en medio de un gesto de unidad política, los dirigentes no pudieron dejar pasar sus diferencias futbolísticas.