La secretaría de Culto de la Nación se prepara para la llegada de su nuevo titular, que será nada menos que un saliente diputado de la Provincia de Buenos Aires (PBA). Con una breve pero influyente trayectoria en La Libertad Avanza (LLA) que lo llevó a comandar el bloque en la Legislatura local, el joven dirigente Nahuel Sotelo combina en un solo perfil la mayoría de las pasiones libertarias: es provida, profundamente roquista y fiel defensor de la “Teoría de los Dos Demonios” en torno a la última dictadura argentina.

Tras la renuncia del hoy exfuncionario Francisco Sánchez, la secretaría de Culto quedó acéfala esta semana, pero tal parece que el cargo vacante ya tiene a su sucesor elegido por el presidente Javier Milei. Se trata de Nahuel Sotelo, uno de los principales armadores libertarios en terreno bonaerense junto al también funcionario nacional Sebastián Pareja. El legislador, de tan solo 29 años, abandonó recientemente su banca en el Congreso de la Provincia por “motivos personales”, aunque las verdaderas razones de la decisión salen ahora a la luz.

El perfil de Sotelo resalta por varios atributos. El joven dirigente demostró su peso en la organización de LLA al convertirse en jefe del bloque libertario en la Legislatura. Además, su labor e influencia en el distrito lo llevó a ganarse el favor de las máximas figuras del partido, lo que le consiguió un boleto para acompañar al propio Milei a su encuentro con el Papa Francisco en el Vaticano en febrero pasado. De allí surge también un elemento clave para su elección: la confianza que tienen en él las autoridades nacionales.

Con todo, la noticia sobre su designación despertó una buena cuota de polémica este miércoles, cuando trascendieron otros elementos que hacen a su personaje. A sus 23 años, Sotelo publicó el libro “Cartas de los ‘70. El dolor de la otra parte”, que sugiere contar “la historia completa” acerca del plan de detenciones y desapariciones masivas de personas en la última dictadura argentina. La obra es una oda a la “Teoría de los Dos Demonios”, que equipara el terrorismo de Estado del régimen militar con la actividad de los grupos guerrilleros de la época, y aboga por una lectura “completa” de aquella oscura década.

Otros puntos de peso en su currículum incluyen su temprana militancia en "La Julio Argentino”, una organización política afín al expresidente Julio Argentino Roca que Sotelo llegó a liderar. Además, el exdiputado bonaerense se reconoce declaradamente provida y en su entorno lo describen como un “conservador de derecha”. De hecho, ello también parece haberle jugado a favor en la designación: su apego al cristianismo podría ser una herramienta utilizada por la Casa Rosada para enfriar las relaciones con la Iglesia Católica.